La Conciencia

Para que la vida tenga sentido, la existencia debe tener profundidad. Y para que haya profundidad, debemos desarrollar nuestra Conciencia y expandirla para que emerja el conocimiento verdadero.

¿Qué es la Conciencia? Es el espacio inconmensurable donde se aloja nuestra esencia divina. Es la que nos proporciona el conocimiento directo (sIn pasar por la Mente) que llamamos INTUICIÓN. Ese sexto sentido es el que nos saca de la mediocridad existencial.

Nuestra verdadera identidad está formada por la Conciencia y sin ella la vida ni sería posible ni tendría sentido o propósito. Somos Conciencia. Energía de AMOR.

Una vez se ha experimentado la libertad del Ser -nuestra esencia- el anhelo se hace mayor para obtenerla de forma definitiva,

Quien ha comprendido esto y siente la certeza de que así es en lo más profundo de su Ser, fluye y se deja guiar por su Conciencia, porque sabe que ella es la LUZ que le guiará de vuelta a la Fuente.

Entonces, la Mente deja de intervenir o lo hace poco y si intenta dominar nuevamente, la Conciencia, que es observadora impersonal le hace ver cuál es ahora su posición y función real.

La historia personal con la que uno se identifica, pesa como una gran roca a la que uno está atado y no le permite moverse con libertad. Todo ello es ilusorio y mental. Es lo que nos tenemos que sacudir de encima.

Cuando la Conciencia despierta, el Alma siente resucitar.

Eterna existencia

Si tu y yo existimos debe haber un propósito en ello. Nada es casualidad. Somos parte de la Existencia; tu y yo la completamos. Cambiaremos de forma seguramente muchas veces pero nunca dejaremos de existir.

Tenemos la mente inferior y la Mente Superior. La mente inferior es física y está diseñada para identificar lo que ya ha pasado… ella no piensa, ve los hechos y hace un juicio, puede que se beneficie de la experiencia. La mente inferior tiene un montón de pensamientos pero normalmente de forma caótica, no sabe poner orden en toda la información que recibe. En la mente inferior física hay poca Conciencia y la persona común no es consciente de ella. O sea, desde la mente inferior, uno no es consciente de sí mismo, ni de su naturaleza ni de sus talentos. Actúa como un autómata; sin conexión con el corazón.

La Mente Superior, aparece una vez hemos tomado consciencia de nosotros mismos. La Mente Superior resulta ser una inspiración para crear en cualquiera de los campos que queramos. A diferencia de la mente inferior, la Mente Superior tiene la capacidad de percibir y predecir, visionando el campo de posibilidades. Sabe adelantarse a las situaciones y con claridad mental resolverlas. Es la intuición, como habilidad de entender cómo suceden las cosas según las Leyes del Universo.

Para desarrollar la Mente comencemos por aprender a utilizarla. Primero vas a identificar y describir la emoción que más te define. En segundo lugar vas a dejar ir todo lo irrelevante que la envuelve. Pregúntate cuál es la razón por la que esta emoción predomina en ti. Esa emoción crea pensamientos, sentimientos y una conducta específica; cuáles son.

Permítete observar todo el proceso re reflexión, guarda unos minutos de silencio.

Es así como creamos la enseñanza y la experiencia en nosotros, para nuestro beneficio.

La Conciencia nos da alas

Las verdades no surgen de las creencias sino de la Conciencia. Y las experiencias de vida atestiguan que la vida surge de la vida. Todo es CONCIENCIA… pero la mayoría de las personas las tienen encerradas …

Tanto el saber como la ignorancia son nuestras, no hay excusas ni justificaciones; sabemos tanto como queramos saber. La desinformación y el desinterés por saber sobre nosotros mismos nos convierte en simples «envoltorios«. Hemos elegido atender la imagen en lugar de dejarnos alimentar por nuestro espíritu y la Intuición.

Dentro del proceso de vida existen cinco etapas: nacimiento, crecimiento, madurez, vejez, muerte (del cuerpo). La capacidad de desarrollar estas etapas al máximo nos llevará a obtener un conocimiento directo y no tener que depender de las creencias y opiniones de los demás.

Cada etapa tiene una función. Llegar a la madurez y no haber conseguido la sabiduría de vida, que deberíamos haber adquirido, hará que la vejez se viva con miedo y desde una soledad sufriente.

Hablar de sabiduría de vida es haber llegado al entendimiento de que somos Conciencia y que a través de ella estamos conectados a la Conciencia Superior que llamamos Dios. Esta conexión viva es la que fortalece nuestra identidad como Seres humanos y divinos que somos.

Cuando la salud física y mental duran menos que nuestra vida, debemos detenernos porque algo mal hemos hecho; seguramente no atenderla con suficiente atención.

Mientras pensemos que tenemos algo que perder no seremos capaces de acceder a nuestro propio poder; el de nuestro espíritu.

Reflexionemos.

Ya sabes, escucha.

Cuando sientes con claridad no tienes necesidad de pensar. Sabes.

En la Conciencia está la certeza. La Conciencia se presenta a sí misma como «Yo Soy«.

No se trata de un Yo personal, es un Yo sin identificación y representa a la Esencia de tu Ser.

Yo Soy vibra de forma elevada para remover al yo inferior, que es el Ego.

¿Cómo sabes que estás progresando?

** Ya no estás interesado en banalidades.

** Los pensamientos negativos se hacen evidentes y te deshaces de ellos más fácilmente.

** Pérdida de interés por lo supérfluo.

** Eres más eficaz. Con más claridad mental.

** Eres más solidario y cooperativo.

** Sentimiento de unidad y agradecimiento.

Toda sanación emocional requiere de limpieza de pensamientos, hábitos, actitudes, flexibilidad mental, ampliación de miras.

En la Naturaleza hay armonía, sabiduría y pureza, igual que en nuestra Esencia.

sin palabras

Existen hechos, situaciones, vivencias, que no se pueden explicar con palabras, porque eso haría rebajar su significado o anular su verdadero sentido y alcance.

Eso ha ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad y sigue ocurriendo con las tantísimas personas que han tenido experiencias extrasensoriales, revelaciones o vivencias desde la expansión de la Mente y al querer compartirlo con los demás, ha habido incredulidad o se han malinterpretado sus palabras.

Y es que directamente resulta imposible expresar con exactitud las vivencias que ocurren fuera del razonamiento y toda lógica. y pondré un ejemplo que le ocurrió a mi persona:

Estaba participando en una meditación grupal. De pronto sentí mi Ser siendo una brizna de hierba y me maravillé. Seguidamente pasaron ante mí varias imágenes de animales y también sentí que era yo misma en cada uno de ellos. Me llené de luz y Conciencia de mi Ser en esos momentos de expansión. El corazón no me cabía en el pecho. Estaba experimentando otra dimensión de la Realidad donde se capta y se comprende la unidad con el Todo.

Dicho esto, os aseguro, que me he quedado corta en la explicación.

V. Entre el mito y la mística

Ay! ¿Cómo separar lo fantástico de lo sublime? ¿Cómo diferenciar lo real de la manipulación de los que se aprovechan de las personas ingenuas, de mente inocente?

Y ese peligro, de auto-engaño, lo tenemos los que estamos deseosos por vivir lo sobrenatural, acercarnos a lo divino y reconfortar el Alma, porque sabemos poco de lo mundanal …

Cuando viajé a Estambul quedé embelesada ante la presencia imponente del Sheij Safar Efendi de la Orden Sufi Al-Yerraji, al que sin pensarlo dos veces, le pedí me aceptase como discípula y esa noche se hizo una ceremonia impresionante. El Camino del sufismo está más acorde con mi esencia. Mi búsqueda se iba concretizando. Es el corazón y el Alma los que vibran con los actos de devoción.

Si mis primeros 35 años de vida fui totalmente inconsciente e ignorante de mi misma, viviendo a trompicones y a ciegas, los siguientes 30 años fueron intensos, escalonados en diferentes etapas de aprendizaje. Así que la vida me fue llevando -despejando- hasta dar con la Conciencia del Ser, desde el autoconocimiento… largo camino.

El sentimiento de DECEPCIÓN ha estado presente en mi sin yo hacerme consciente de ello. Ha sido la decepción la que tanto me ha bloqueado y echado para atrás. Y ahora sé que puse demasiadas expectativas en todas las cosas que he emprendido. Me ha tocado madurar y hacerme mayor.

La religión me fue muy útil en varios sentidos; me dio la disciplina; fortaleció mi voluntad. Me ayudó a controlar la Mente a través de la oración y la recitación de frases devocionales. Pero me presentó un dios lejano, inalcansable. Es mi experiencia y respeto la de los demás. Me faltaba profundidad de entendimiento.

Sentirme «a salvo» dentro de la religión fue una trampa más. No es eso lo que yo buscaba, aunque tardé muchos años, finalmente di el salto de no pertenecer a ninguna y aceptar la esencia de todas.

La confianza absoluta

Es sorprendente cómo las energías tienen un lenguaje propio -una vibración- que tu Ser puede identificar y descifrar de forma instantanea. Aún no sabiendo cómo, pero sabes. Es la Intuición que florece y te muestra tu Ser y tu potencialidad.

La magia sucede cuando dejas de tener prisa y le das espacio a la confianza absoluta, que es la semilla para tu crecimiento. Entonces se abren las puertas del campo de oportunidades que te ayuda a encontrarte contigo mismo, descubrirte. Comienza con una sensación agradable, de aceptación, de paz profunda, de simpatía inclusive, de confianza absoluta.

Cuando desaparece la prisa y el sentimiento de «obligación«, el cuerpo físico y mental se relajan. Todas las tensiones desaparecen y la sensación de calma se convierte en estado gracias a la conexión con lo Superior; nada exterior interfiere; eres tú y al mismo tiempo no tienes ni peso ni forma. Te han abandonado los pensamientos. Eres Conciencia; nada más tiene importancia.

Y esa liviandad es la que se disfruta, no haciendo nada si no fluir desde la Conciencia, que es tu Luz … no sé si me explico. No importa dónde ni porqué, pero ten en cuenta el cómo; tu actitud y déjate llevar

Ya sin disimulos.

Estoy llevándolo bien porque estoy haciendo al máximo lo que sé que debo hacer y siento es lo correcto según mi Conciencia.

Estoy siendo honesta, procuro ser imparcial y no juzgarme ni juzgar a los demás. Estoy cuidando de mi salud física, mental, emocional y espiritual de la forma más sincera e íntegra que sé.

Aparentemente puedo parecer perezosa, apática, vaga… y es verdad que no tengo ganas de hacer nada que no me apetezca hacer y no lo hago.

Mi tiempo ahora es contemplativo. Ni siquiera hago el esfuerzo de disimular que no medito. No medito sentada en posición de loto. Pero procuro vivir cada momento de forma consciente; en el presente. Ahora mismo me basta. Soy Observadora de mi misma.

Siempre sentí necesidad de rezar pero ya no, no desde que me siento en paz conmigo misma. No desde que estoy en el lugar donde quiero vivir y eso me hace feliz.

Eso sí, doy las gracias a mis ángeles que cuidan de mí, Doy gracias a los maestros espirituales ascendidos por sus bendiciones. A Dios, Fuente Suprema de la Energía del Amor Incondicional. A la Energía Femenina de la Madre Celestial que me guía.

Todo muy sencillo …

La decadencia

Tenía ante mí un mar sin sol debido a la indiferencia de la raza humana.

Las olas, iban y venían reflejando la apatía y dejadez del mundo.

En lo alto del acantilado había una plataforma de cemento donde la gente se paraba a mirar sin hacerse conscientes de la enormidad de su insensibilidad e indolencia. Y es que, desde ese estado de egoísmo e inconsciencia, sólo veían su diminuta realidad.

De vez en cuando surgían olas de Luz y unos pocos las reconocían y se maravillaban de ellas, haciéndoles recordar y reavivar su condición humana profunda.

Otros, bajaban a las rocas para refrescarse en el agua y reían sintiéndose audaces. Y otros, muy pocos, meditaban, con la intención de conectar con el espíritu del Océano. Captaban lo inconmensurable del momento; lo absorbían, lo libaban desde la respiración consciente, haciendo crecer la vibración y frecuencia de todo el lugar, para que todos se beneficiasen.

Se trataba de la energía del AMOR que una vez más aparecía para que despertásemos de nuestro letargo.

Fe y Esperanza

Nada se debe al azar pero como no te posiciones y decidas qué quieres y defiendas lo tuyo estás dejando en manos de otros tu destino.

Me siento agradecida pero no encantada. Observo desde el balcón de mi corazón. Quisiera sentirme como agua de cascada y simplemente dejarme caer al infinito. Con confianza absoluta en el Todo Poderoso y Su Misericordia.

Que no se pierda la esencia que nos hace UNO. Por encima de todo no olvidemos para que se mantenga vivo lo que nos une, no importa la distancia física, no importa la diferencia de ideas. Mi fe en el Origen de que Dios es AMOR PURO está a salvo. La energía de la Gracia mantiene un aliento virgen incorruptible en mi. No es tiempo para la queja.

Ya sólo queda una nostalgia soportable. A la Realidad hay que mirarla de frente. El pasado quedó sumergido en las aguas que por fin se han apaciguado. Mi suerte ha emigrado a otras esferas. El sufrimiento de ayer hoy es Conciencia.

Una vez uno experiencia la universalidad de sí mismo, la vida y el mundo toman otro significado, las posibilidades se amplían, todo se simplifica, la mente se clarifica, la compasión nace en el corazón.