
Nuestros `pensamientos y emociones envían vibraciones y ondas magnéticas que inevitablemente atraen todo lo que esté en resonancia con esas mismas frecuencias. Si tu estás quejándote por mala salud, esa vibración baja es lo que llega al Universo y él te envía más de lo mismo. Ese es el lenguaje; por vibración.
La energía que emanas funciona como un imán, atrayendo hacia a ti aquello en lo que enfocas tu Mente.
El REIKI no sólo explica muy bien todo esto para que lo pongas a tu servicio sino que te da las herramientas para que aprendas a distinguir, almacenar y usar las diferentes energías para la sanación y el equilibrio de los diferentes cuerpos que poseemos; físico, mental, emocional, etéreo y espiritual.
Conociéndote a ti mismo tienes la capacidad de procesar el conocimiento de forma directa; sin pasar por el filtro de la Mente que, al solo razonar, descarta lo que no entiende y va más allá de la lógica.
Si no pones resistencia, ya tienes un talento más; la posibilidad de captar datos sensoriales e interpretarlos directamente (sin que pasen por la Mente). Quizás ahora no sepas ver lo extraordinario que esto supone. Pero es de esta forma que desarrollamos la INTUICIÓN que es muy superior al Razonamiento.
En la palma de las manos tenemos un CENTRO ENERGÉTICO (chakra) capaz de leer qué emociones están obstaculizando el fluir de la energía en las diferentes partes del cuerpo sino también de sanarlos mediante el desbloqueo que está produciendo inflamación, por ejemplo.
Cuando la SALUD dura menos que nuestra vida, algo hemos descuidado. Aprender cómo funciona nuestra maquinaria y hacer un buen mantenimiento de ella, nos ayuda a llegar al final dignamente.
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Realmente sabemos poco de la vida. Interpretamos la vida por los resultados circunstanciales externos, no por lo que es en sí misma. Y por ello, la vida no la vivimos sino que la sufrimos.
Los pájaros utilizan la telepatía para volar como una única mente; sincronizados. En los animales el uso de la glándula pineal les mantiene activo el INSTINTO y poseen una percepción muy fina del peligro.
Cuando permites que la Conciencia tome el mando de tu vida, ella se convierte en tu voz; tu nuevo lenguaje. Se convierte en tu vista; para percibir más allá de lo inmediato. Se convierte en tus oídos; para escuchar a tu corazón.
Todos tenemos algún tipo de miedos y algunos son normales siempre y cuando los sepamos manejar y nos sirvan para mantener en su lugar la impulsividad y prevenir situaciones de peligro.
Engañarnos a nosotros mismos es muy normal. La Mente se encarga de disfrazar o tapar lo que no queremos ver. También por nuestra gran ignorancia sobre nosotros mismos, que tenemos dormidos nuestros sentidos internos.
Cuando estamos posicionados en la Mente, estamos persiguiendo o luchando con lo externo; deseamos más éxito laboral, más reconocimiento, más dinero … o estamos luchando por ser reconocidos, por alcanzar un puesto laboral más satisfactorio, tener una relación afectiva estable, etc. La Mente introduce en nosotros la necesidad, el deseo, la ambición y con todo ello también la frustración, la decepción, la depresión, los miedos y la inseguridad. La actitud de lucha en la vida nos trae sufrimiento y conflicto.

