Todos tenemos algún tipo de miedos y algunos son normales siempre y cuando los sepamos manejar y nos sirvan para mantener en su lugar la impulsividad y prevenir situaciones de peligro.
Pero hay personas que tienen miedo a vivir (su chakra raíz está cerrado). Se mueven con torpeza porque no saben relacionarse con los demás. Algunos terminan aislándose, tomando medicamentos que sólo acrecientan su angustia e incomprensión de su desgracia: los miedos. Por todo eso, muchos desean la muerte, como única solución a su incapacidad de encontrar su lugar en el mundo, al mismo tiempo que le temen.
El CHAKRA RAÍZ se encuentra entre el perineo y el ano, en la base de la espina dorsal. Tiene que ver con el mundo material y nuestra relación con él. Lo domina el elemento TIERRA; el instinto de conservación.
Este centro energético nos conecta con la Madre Tierra y su sabiduría. Desde este chakra podemos honrar el Templo que es nuestro cuerpo y hacer que despierte la ENERGÍA KUNDALINI que se haya dormida y enroscada (tres veces y media) alrededor de este chakra.
Es a través de la práctica del Kriya Yoga y el Kundalini Yoga, que se puede despertar esta energía, al elevarse a través de la médula espinal y subir hasta el chakra de la coronilla, para fundirse en la Pura Conciencia.
Pero mucho antes de alcanzar este nivel de Conciencia, debemos trabajar con los miedos y deshacernos de ellos.
Los MIEDOS son los que obstaculizan y bloquean nuestro avance como seres libres. Y la inmensa mayoría de ellos sólo son «fantasmas»: no existen en realidad, habitan en nuestra mente. Es nuestra mente quien les da cabida y los alimenta.
¿Cómo deshacernos de los miedos? Fortaleciendo nuestra verdadera identidad. Fortaleciendo esas otras partes de la mente que nos ayudarán a discernir más allá del empobrecido «razonar» que nos mantiene encerrados en un círculo de pensamientos obsesivos que nos limitan.
«Yo no soy mi mente». Esa será nuestra arma primera.

Como todo lo que concierne al ser humano en el plano mental, también la enseñanza y valoración del REIKI, tuvo su momento de gran acogimiento a nivel mundial para luego florecer cien sistemas más muy parecidos, como sistemas de sanación a través del Prana o por imposición de manos a través de la canalización de energías superiores… en realidad todas ellas se inspiraron en las sanaciones «milagrosas» de Jesucristo que tenía la maestría de todos los sistemas y códigos de sanación.
