¿Me he sacrificado o me he liberado?

yoga mujer solLas personas de alrededor cuando comienzas un camino espiritual creen que te estás sacrificando, se compadecen de ti pensando que estás dándole la espalda a los placeres de la vida; te tachan de infeliz, raro, inadaptado …

¿Es un sacrificio renunciar a la comodidad aparente de la vida mundanal a cambio de la paz que descubres en tu interior?

¿Es eso un sacrificio?

¿Renunciar a los apegos del amor interesado y posesivo por alcanzar la dicha que va más allá de lo expresable, es eso un sacrificio?

¿Es un sacrificio renunciar a cosas o estatus o dinero cuando a cambio te sientes libre de manipuladores, chantajes emocionales, ataduras, obligaciones impuestas, falsedades, condicionamientos limitantes, inquisidores, culpabilidad, miedos …

Renunciarse a sí mismo, eso sí es un triste e inútil sacrificio.

Quien se libera de las ataduras, provee a su corazón de nuevo aliento.

Hay que ahuyentar con firmeza a todos los miedos que nos estén acosando, inclusive esas personas que con sus consejos -y por nuestro bien- sólo pretenden reducirnos.

Remontar toda limitación es elevarnos hasta nuestros orígenes.

Rectificar

Rectificar ayuda a transformarse. Transformarse significa deshacerse de lo superfluo e inutil para que sobresalga la esencia del Ser.

Rectificar en nosotros mismos  sin justificaciones ni demora. La mente, a un lado, aparte, para que no frene ni obstaculice el trabajo de borrar limitaciones y ataduras.

Rectificar desde el corazon, porque es mas facil cuando  se fluye en el Amor.

Rectificar te hace humilde. Aligera, redondea y pule las aristas del ego.

Rectificamos pidiendo perdon y perdonandonos… y nos volvemos cada vez mas transparentes.