Dar herramientas de defensa a los niños

niña llorandoUna mujer  con formas avasalladoras me trajo a la consulta a su hija de 13 años. Después que hubo explicado el problema de sueño y pesadillas que padecía la niña, le pedí me dejase a solas con ella.  Era evidente su  vulnerabilidad ante un carácter tan dominante como el de su madre. Al preguntarle cuál era su problema me contestó rápidamente “los miedos”.
Durante el día podía más o menos controlarlos pero en cuanto llegaba la noche, la oscuridad la paralizaba y el terror y el pánico se apoderaban de ella.

Le hice una sesión de Reiki. Cuando hacemos Reiki entramos en el campo astral y ahí aparece toda una simbología del subconsciente que nos da las pautas para conocer las raíces del problema emocional que se padece. En el caso de esta niña, la vi muy pequeña, envuelta totalmente por la oscuridad y flotando perdida en el espacio .

Terminé de limpiar y equilibrar las energías, llevándole Luz,  y luego comencé a explicarle cómo yo percibía su problema y cómo podría solucionarlo.

Sentí, por su energía,  que era una niña Índigo. Le pregunté si creía en Dios y me contestó que le daba miedo. Según lo que yo percibí, ella  eligió –inconscientemente- “olvidarse” de su ser y dar la espalda a su espiritualidad ya desarrollada.  Había cerrado su sexto chakra de la intuición por su extrema sensibilidad para no ser diferente al resto de los niños ni a  su entorno. Y en ese momento se abrió la puerta de los miedos que fue alimentando hasta ya no poderlos controlar o dominar. Todos los pensamientos se convirtieron en negativos; el miedo a la muerte, a los fantasmas, a los espíritus… a Dios… se encuentra perdida.

Le hablé de Dios como la Energía del Amor Puro, de los ángeles y los seres de Luz. Le hablé de que tenía la oportunidad de elegir nuevamente el camino que quería seguir de ahora en adelante, y de que los miedos son creados por la mente y no tienen ninguna realidad mas que la que le queramos dar.

Le enseñé varias herramientas para que pudiese controlar la mente desde la respiración. Y también le sugerí que se fiase de su ángel guardián,  que lo invocase cada noche para que la acompañase y protegiese durante el sueño.

A los niños hay que enseñarles a manejarse en este mundo, guiarles para que aprendan a conocerse a sí mismos y a conectar con su alma para que sean ellos mismos de forma completa, desde su ser esencial y eterno. La meditación y el yoga también son buenas herramientas.

No es preciso pertenecer a ninguna religión para REZAR al Creador Supremo y conectarnos con la divinidad en nosotros, para no sentirnos abandonados, confusos, indefensos. No tengamos miedo de pedir ayuda… enseñemos a los niños a ir hacia dentro de ellos mismos, donde está el mayor Templo; la Verdad, el Amor…

Estar en paz con uno mismo

mujer namasteIndependientemente de mi situación y circunstancias externas de este momento, respiro hondo, centro todas mis energías dispersas y pongo mi atención en mi corazón espiritual. Busco estar en paz conmigo mismo.

Recupero la quietud al conectarme con mi alma y recobro la memoria de que todo en este mundo es ilusorio y relativo. Descubro a mi Ser inmortal y él es Amor Puro. Me envuelve en su Luz.

Mi actitud equilibrada, mi claridad mental y mi buen ánimo son cruciales para saber llevar con dignidad y autenticidad cada momento de mi vida.

Nada me perturba y nada me enoja. Mi Conciencia es mi guía.

Me desprendo del sufrimiento, de la carga del sentimiento de culpa, de los miedos infundados. Respiro hondo conscientemente y unifico mi Ser  a la divinidad que hay en mí -mi ángel guardián- que podemos identificar si preferimos como el Yo Superior o nuestro Doble en una dimensión superior.

La infelicidad, la ansiedad y la angustia son las manifestaciones de una persona en conflicto consigo misma. Toma Conciencia de que tú no eres tu cuerpo físico; tienes un cuerpo a tu servicio. Establece contacto con tu cuerpo; aliméntale correctamente. Pasea, toma el sol, bebe agua, descansa, disfruta, escúchale …

Si hay conflicto en tu interior, no lo pospongas más, resuélvelo. El conflicto es desarmonía entre el cuerpo y la mente. Entre el ego y el alma. Actúa correctamente desde tus propias convicciones y no habrá más conflicto. Entonces estarás en paz contigo mismo.