
«El cuerpo grita lo que la boca calla».
La palabra es sonido. El sonido es vibración y la vibración es energía. Todos los seres vivos tienen un cuerpo de energía y cuando ésta se bloquea produce tensiones y las tensiones producen DOLOR.
Además, el reprimir las emociones y los pensamientos afecta, mucho, nuestra estabilidad emocional y mental. Prestémosle atención.
El centro energético de la GARGANTA -que incluye la nuca y las cervicales- tiene que ver con la EXPRESIÓN.
Todo lo que reprimimos, por timidez, miedo, inseguridad, baja autoestima, etc. está BLOQUEANDO este importante Centro impidiendo la energía suba a los Centros superiores. Entonces, el dolor de cabeza, migraña, dolor en las cervicales, etc. ocurre.
Es más, tenemos que poner atención y ser observadores de nosotros mismos para identificar cuando estamos disimulando, fingiendo, mintiendo… y acabar con ello. Es un gran peso que nos quitaremos de encima.
Cuando no permites que tus sentimientos se expresen. Cuando te obligas a no mostrarte como eres ni decir lo que piensas, estás atrapado en el autoengaño.
La falta de conocimiento de uno mismo y el no valorarse pueden llevarte al victimismo y la autocompasión NO ayuda al cambio, sólo hace que uno continúe en el sufrimiento y la frustración.
Que sepamos que, la fragmentación de la vida entre lo superior e inferior, genera conflicto. El amor y el sufrimiento no pueden convivir.
Dejemos de identificarnos con la voz de la Mente que es engañosa. Situémonos en el corazón, que su voz es dulce y bondadosa. Manifestemos desde aquí nuestro sentir, no hay nada que temer.









