La Mente racional anda de aquí para allá, siempre muy ocupada, principalmente justificándose. Ella es miope y su visión está distorsionada, cosa que no quiere reconocer.
La Mente racional, de la persona inconsciente de sí misma, es exclusivamente pensante -no reflexiva-, y guarda en su memoria informaciones que va archivando por orden de importancia de los daños emocionales recibidos.
Esto conlleva que, sin darse cuenta, se va creando en su cabeza un espacio -cada vez más grande- donde guarda el rencor, la amargura, los reproches, el odio, la rabia, los celos, … desde que tiene uso de razón. Si no los sabe expresar, los reprimirá y se convertirán en enfermedades porque todo lo que no sale al exterior daña los órganos internos.
Si por el contrario, es de las personas, incapaces de controlar sus emociones, que no pueden callarse nada y explotan a la más mínima, gritando, insultando, diciendo cosas de forma hiriente, el sentimiento de culpa y la frustración consigo misma, también harán mella negativamente, logrando sólo que los conflictos se hagan cada vez más grandes.
Tomar Conciencia de uno mismo, es un proceso que nos lleva a toparnos con la MENTE SUPERIOR, que va más allá de la lógica y está conectada con el corazón espiritual, que es quien vela para que las emociones se mantengan equilibradas y estables.
En nuestro corazón espiritual se encuentra la Fuente de nuestra Esencia; nuestro Ser, nuestro Espíritu y Alma. Para que haya paz en nuestro corazón, debemos unificar la Mente racional con la Mente Superior, para que de esta fusión, se abra nuestro sexto sentido que es la INTUICIÓN y sea desde ahí que sigamos adelante en la vida, con mucha más calidad y sentido.
