El cuerpo emocional

La raíz de todo problema de salud comienza en el cuerpo emocional: energía que nos envuelve. Tenemos que tener en cuenta que si las cosas son como las percibimos, es importante que observemos, de la forma más imparcial posible, cuán sanas y equilibradas están/son nuestras emociones. Porque debemos saber que nuestro cuerpo emocional arrastra y almacena emociones tóxicas de las que no somos conscientes. Lo que hace que distorsionemos y malinterpretemos los sentimientos de los demás; lo que nos lleva al sufrimiento y éste a las enfermedades.

Pongamos atención, por ejemplo, al lenguaje del amor y cómo lo interpretamos:

Algunos son amados pero ellos no se sienten queridos, no al menos como ellos esperan y desean ser queridos.

Otros, al ser halagados, desconfían y se retraen, pues ellos se critican a sí mismos y no se sienten merecedores.

Los hay que se aíslan y rechazan las muestras de cariño.

O sea, no son los demás, está en nosotros una reacción ante el amor que nos echa para atrás y de alguna manera frenamos o huimos de las manifestaciones de afecto.

Así como tenemos un cuerpo físico y un cuerpo mental, también tenemos un cuerpo emocional. Pon Luz en tu cuerpo emocional. Reconoce tu dolor emocional sin entregarte a ello.

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