Si se quiere se puede y si se puede se consigue

Tráfico mental: Cientos de pensamientos circulando por doble carril van y vienen estresados unos y otros tremendamente acelerados, queriendo adelantarles, haciendo maniobras peligrosas. Una luz   de vez en cuando parpadea repetidamente mandando señales de precaución, pero nuevos pensamientos obsesivos aparecen, distrayendo la conducción.

Deseos, quejas, nuevas ideas y conceptos, recuerdos, planes, juicios, fantasías, cavilaciones… todas parecen mezclarse por momentos, aparecen y desaparecen, muchos de ellos sin control, involuntariamente…

Perder el control mental es el miedo de muchas personas. Pero  también es tentador dejarse  llevar por pensamientos que te ayudan a evadirte e irte  a un mundo propio de ficción…

En la saturación de la mente está la oscuridad, la confusión. En una mente débil se esconden todo tipo de miedos.  ¿¡Quién quiere esto!? … pero cuando hay agotamiento mental ni siquiera hay fuerza de voluntad para salir de ese estado.

¿Qué podemos hacer? El ejercicio físico rehabilita la mente. La respiración consciente fortalece la mente. La disciplina crea el orden mental y desarrolla la fuerza de voluntad. La meditación desarrolla la mente.

Si se quiere se puede y si se puede se consigue.

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