Cargar con mis responsabilidades.

mujer cesta deseosCuando dejamos de poner en manos de los demás o de la suerte, las responsabilidades que nos pertenecen; nuestras obligaciones y deberes con nosotros mismos , es cuando verdaderamente comenzamos a vivir plenamente.

Da igual la cantidad de esfuerzo que en principio tengamos que hacer para poner orden en nuestra vida; al final habrá la satisfacción de sentirnos libres para luchar por  nuestra felicidad.

El despertar de la Conciencia no es nada más que eso; se descorre el velo que nos mantenía adormecidos e inconscientes, viviendo dentro de un espacio estrecho, donde nunca veíamos en nosotros los errores o faltas sino en los demás. Sacudirnos esa actitud infantil de eludir responsabilidades,  es en definitiva lo que nos ayuda a madurar  ser nosotros mismos; sin más miedos ni dependencias.

Sólo así se sale de la rueda de sufrimientos y  conflictos internos. Reconocer mi situación actual y lo que no me gusta de ella. ¿En qué medida estoy contribuyendo a que no puedo salir de esta situación? ¿Cómo puedo cambiarla? ¿Cuál es mí parte de  responsabilidad en todo esto?

Nada es permanente. Pensemos que el Universo está en continuo movimiento. Es nuevo a cada instante; está en movimiento continuo… yo y tú también. Somos los co-creadores de nuestra vida a partir del momento en que  tomamos las riendas de ella.

 

 

Hacernos adultos

hombre mariposa El ser humano también tiene un ciclo en su vida que es el de MADURACIÓN. Se supone que entre los 30 y 40 años es cuando toma conciencia de sí y tiene la oportunidad de hacer un reajuste en su persona; recapacita sobre sus errores y saca provecho de todas las situaciones, buenas y malas,  acertadas y erróneas, pero que ahora sabe ver fueron necesarias para avanzar en su aprendizaje de vida.

Permanecer en la inmadurez por temor a enfrentarse a la vida tiene un efecto bastante desvastador; uno se queda atrapado en la mente infantil. Este efecto puede ser debido a una sobreprotección; el hijo que no se ha despegado de las faldas de su madre y que luego se casa con una mujer de la que espera el mismo trato, por ejemplo.

Hacerse adulto significa tomar entera responsabilidad por los actos de uno mismo en todos los aspectos de la vida; salud, relaciones sociales y afectivas, dinero, felicidad…  mientras nos dediquemos a justificarnos y echarle las culpas a los demás por esto y por aquello, no estamos actuando con madurez. No estamos ejercitando nuestra capacidad de maduración.

Huir de las responsabilidades o fantasear no queriendo verlas, son actitudes que inconscientemente adoptamos, resistiéndonos a los  cambios necesarios dentro del proceso natural de nuestro paso por la vida.

La solución a NO SUFRIR no es huir de las situaciones que nos corresponde enfrentar y solucionar. Para no sufrir justamente hay que ocuparse de los asuntos, solucionándolos como mejor sepamos en su momento. Eso es madurar y por muy difícil que sea la situación, nos sentimos bien con nosotros mismos por estar haciendo lo que debemos hacer.