¿Qué es lo que reprimes?

meditación 18El AMOR y el MIEDO están en todos nosotros. Son parte de nuestro carácter y temperamento, de nuestra naturaleza como humanos. No hay nada que conquistar o combatir.

Pero cuando el Miedo, que es oscuridad, eclipsa el Amor, entonces sí debemos prestar atención a nuestro Ser y actuar deshaciéndonos de todo pensamiento y creencia que nos estén bloqueando.

El reprimir crea desequilibrio y … combatir el miedo, ¿desde dónde? ¿Con qué armas? Sólo acrecentando su contrario, EL AMOR, seremos capaces de extender y ampliar todo lo bueno que hay en nosotros,trayendo LUZ a nuestro interior.

Mejor es reconocer nuestras debilidades y fortalecer nuestra autoestima desde la seguridad en nosotros mismos. Acrecentar nuestra naturaleza y talentos. Todos los remedios vienes del Amor. Vienen de la aceptación, la compasión.

Reconocer dónde están nuestras debilidades, no engañándonos más a nosotros mismos. Preguntándonos: Qué es lo que reprimo. Qué parte de mi cuerpo sufre tensión y no permito relajarse. Qué rabia estoy reprimiendo. Qué malestar no me atrevo a expresar. Qué quisiera decir a gritos y no me atrevo a manifestar.

¿En qué tribulaciones de la mente estamos atrapados? ¿Qué viejas emociones seguimos alimentando y no somos capaces de dejarlas atrás?

No tengamos miedo a cuestionarnos y enfrentarnos con nuestra realidad. Desde el Amor todo se hace más sencillo.

Guardar silencio

mujer grito en desiertoGuardar silencio no es lo mismo que CALLAR. Desde pequeños nos mandan a callar «Cállate, no quiero oír ni una palabra más» … y tenemos que tragarnos nuestros sentimientos y lágrimas que siguen bullendo en la mente. No hay posibilidad de réplica. Queda adentro -atrapado- nuestro sentir.

Y de tanto callar perdemos la capacidad de expresarnos y comunicarnos. Más que silenciar lo que hacemos es enmudecer…

Y callar nuestras emociones es cerrar la posibilidad de entendernos y acercar nuestros pareceres.

Si no hay comunicación estamos reprimiendo nuestro sentir, nuestra capacidad -y derecho- de expresión.

El que calla por mucho tiempo finalmente GRITA sacando fuera -quizás en un momento inoportuno- todo lo que venía guardándose dentro y finalmente se convirtió en RABIA.

Otra cosa es el SILENCIO. Guardamos silencio en el corazón y nos conecta con la plenitud del Ser y la paz que existe en nuestro interior. El Silencio nos reconforta y despeja la mente de toda turbulencia emocional.

Callar es reprimir; queremos evitar el enfrentamiento y nos obligamos a callar, REPRIMIMOS por miedo a crear conflicto y guardamos dentro nuestro malestar.

Guardar silencio es una acción voluntaria que nos lleva a la aceptación de la situación y nos fortalece el alma.

Yo Soy

yo fran'13.5 He entrado -nuevamente- en un proceso de renovación y reconquista.

Lo siento por los que se alarman y atemorizan con las innovaciones.  De verdad que me apena por los que se escandalizan y se enfadan con los cambios de ideas que transforman.

Mi naturaleza es visible y libre de adornos. Mi ser ya conoce su camino.  Por fin se produce la armonía con el personaje que me viste y no reprime  su forma de manifestarse.

Ya no más impedimentos mentales llamados “complejos” …

Ya no más la ardua tarea de querer gustar y complacer a todos.

Ya no más el cansino auto-reproche de que podría haberlo hecho mejor.

Ya no más, a estas alturas,  prestar oídos a opiniones que no me aporten afecto sincero.

La voluntad de vivir es la voluntad de ser.

Estoy apurando el tiempo que me queda aquí.

Me desentiendo de las malas formas de los demás. No soy ‘salvadora’ de nadie.

No estoy buscando tampoco mi salvación  sino la paz de mi alma en el aprendizaje   y evolución ligada al Bien Común.

El impulso por el que me dejo llevar es el Aliento que viene de arriba …

 

 

Conflictos no resueltos

abrazo2Tenemos todo un abanico de explicaciones racionales, excusas y justificaciones para seguir bloqueando las emociones que nos crean conflicto. Inconscientemente eludimos  enfrentarnos a situaciones que nos duelen y ese retener causa tensión .  Ese reprimir y mantener una imagen contraria a nuestro sentir causa dolor.

Aunque  digamos una y otra vez  que queremos solucionar el problema, preferimos no ver, no saber, por temor a sufrir más o porque no sabemos cómo solucionarlo… o porque creemos que no tiene solución …

Reconozcamos que no sabemos expresar con sinceridad -desde el corazón- lo que realmente sentimos. No nos atrevemos, tenemos miedo. Reconocerlo es el primer paso para hacer más fácil nuestra vida; aliviarla.

Todos los conflictos emocionales se manifiestan finalmente en el cuerpo físico, principalmente en la columna vertebral para luego extenderse a algún órgano. Pero también los dolores de cabeza, dolor de ojos, dolor de estómago, vértigo y muchos otros,  tienen su raíz en un bloqueo emocional que puede que arrastremos desde hace mucho tiempo.

Los conflictos que llevamos con nosotros con resignación callada,  los sentimientos de culpa, la angustia, el estrés, la ansiedad, la tristeza, las preocupaciones excesivas que no nos permiten descansar, la falta de equilibrio emocional, la soledad mal llevada, las responsabilidades y obligaciones excesivas o la falta de entusiasmo por la vida… todo ello son los causantes principales de la infelicidad y por lo tanto de la enfermedad.

Pongamos solución porque la tiene. Para ello debe haber una disposición, una actitud valiente y decidida, un compromiso con uno mismo, y mucha sinceridad para aceptar que también somos parte del problema.

Buscamos un sitio tranquilo y nos sentamos cómodamente, poniendo la espalda y cabeza recta. Respiramos conscientemente, cerramos los ojos y vamos hacia adentro para conectar con nuestro corazón. Ponemos la intención de  deshacernos de todas aquellas emociones que nos bloquean y nos causan daño. Nos escuchamos decir:

«Acepto liberar ahora las energías retenidas  en mi cuerpo y que me causan dolor».

«Acepto ver y entender lo que me ocasiona conflicto y malestar y expresarlo desde el amor»

«Permito que la energía vital fluya en mi y me de coraje para expresarme con valentía y sinceridad, por mi bien y por el bien de los demás».

«Me acepto y me perdono. Acepto y perdono a los que me han ocasionado algún daño».

 

 

 

Pensar, Decir, Hacer.

mujer cariciaSi queremos terminar los conflictos en nuestra vida, debemos comenzar a actuar con coherencia.

Necesito y deseo ser amada, entonces me amo a mi misma, irradio amor, atraigo el amor.

La coherencia me fuerza a mantenerme alineada con mi sentir y a ser sincera conmigo misma. Entonces es cuando lo que pienso, lo que digo y lo que hago se entrelazan armoniosamente.

En el momento en que no fuese así, sonaría una alarma en mi corazón, haciéndome sentir incómoda conmigo misma, y esto hace que antes de que surja el conflicto -conmigo misma- moderaré mis pensamientos,  rectificaré el habla y  desaceleraré la acción.

Tengo que hacer que el pensar, decir y hacer se vuelvan una sola cosa; fluyan al unísono.

Para ello debo ser observadora de mi misma, estar atenta, tener claridad mental y voluntad firme de propósito.

Ejercito mi mente en el control de pensamientos -nada de pensamientos inútiles- no cabe el divagar ni alimentar irrealidades. Conduzco mi mente con claridad y firmeza pero de forma flexible y creativa. Pongo mi mente a mi servicio; ella cumple una función para mi, cumple un cometido y soy yo quien utilizo la mente no al revés.

Cuando existe sintonía entre el pensamiento y la acción, los miedos no pueden obstaculizar la fluidez que se crea entre ambos. Los  miedos crean inseguridad, no los quiero en mi vida. Los miedos son imaginarios, no les doy realidad.

No se trata de reprimir la conducta, lo que haremos en encauzarla. No se trata de sujetar o controlar los pensamientos, los iremos transformando para que nos nutran no que nos destruyan o limiten.

Todo comienza desde el amor hacia uno mismo.

 

Sanando emociones

corazon rojo y amarilloHasta que no nos paremos y prestemos atención a lo que pasa en nuestro interior  y reconozcamos  cuáles son nuestros sentimientos,  no podremos  enfrentarnos a nuestras emociones estancadas; frustración, tristeza, desilusión, miedos y tantas otras. Hasta entonces, mientras no hagamos un trabajo de purificación (perdón y aceptación),   no vamos a poder salir del círculo vicioso de insatisfacción con nosotros mismos -le llamemos como queramos llamarlo para justificarnos- pero que no nos permite avanzar en comprensión de nosotros mismos.

Para sanar cualquier emoción hay que permitirse sentirla. Tenemos que identificarla: «estoy triste», «estoy rabioso» … y entender que «estar» es una cosa y «ser» otra muy distinta.  Podemos dejar de «estar» pero no podemos dejar de «ser», esa es la diferencia.

Tengo que ir al encuentro de la naturaleza de mi ser que es quien me facilita la vida. Puede que el pasado haya estado lleno de sufrimiento, vayamos pues a sanar el pasado y volvamos al Presente liberados de esa carga.

Yo decido dejar de estar triste, deprimido, furioso. Todas esas emociones negativas crean un estado en mi interior pero que nada tienen que ver con mi Ser que permanece impávido ante lo que a mi «yo» le altera. Por lo tanto, entendiendo esto, decido crear un «estar» positivo,  más en comunión  y en armonía con mi Ser. Y elijo estar contento, agradecido, paciente …

Guardar o esconder en nuestro corazón las emociones y sentimientos que nos dijeron cuando eramos niños que eran «malas»,  crean sentimientos de culpa, resentimiento y rabia … no se trata de reprimir. Tenemos que enfrentarnos a todo ello y sanarlo; perdonándonos y perdonando. Desde el corazón.

Este es un trabajo necesario de recapitulación. Ir a nuestro corazón, enfrentarnos a nuestras heridas,  …  y sanarlas. Hoy en día existen técnicas para conseguirlo. Pidamos ayuda y guía. Nos liberará de mucha carga y dolor inútil.