
Dejamos atrás las viejas ideas y creencias sobre nosotros mismos y nos vamos a explorar lo nuevo que se discierne y nutre a la Conciencia.
Respiramos conscientemente y nos alimentamos también de forma responsable. Cuidamos nuestro cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Purificamos la energía vital haciendo ejercicio. Nos renovamos en cuerpo y alma… y el Universo responde a nuestra vida y la hace fluida.
Ya nos lo dijo Nicolás Tesla «Nada se pierde, todo se transforma».
Ahora toca RESOLVER. Comenzamos a tomar decisiones correctas, desde la claridad mental y emocional. Desde nuestra intención de priorizar nuestra propia felicidad interna. Modificamos nuestra actitud sin miedo a enfrentarnos a nuestro pasado para saldar cuentas pendientes.
Nos damos cuenta que mantener problemas sin resolver, resentimientos y frustraciones no hace más que formar una costra alrededor del alma que frena la libertad de ser quien somos.
Las experiencias del pasado han forjado patrones a nuestro modo de actuar en el presente. Ahora debemos tener una perspectiva más amplia, más comprensiva y más compasiva de nosotros mismos y de nuestra gente cercana.
Tener una actitud de servicio es muy importante; nos abre el corazón a la generosidad y al amor desinteresado.
Prestar atención también a nuestro cuerpo energético, mantenerlo equilibrado y en armonía; escuchemos nuestra voz interior que nos irá marcando cómo y qué hacer.
Nuestros talentos se expresan desde el alma. Profundicemos en nuestros valores y experimentaremos la plenitud del Ser.
Todo ello nos va enriqueciendo en dignidad e integridad como seres humanos.