En paz contigo mismo

La vida se da por resuelta cuando ya no tienes nada que perdonar ni nada por lo que pedir perdón. Cuando estás en paz contigo mismo. Cuando te amas en la tranquilidad de haber saldado todas tus deudas.

Porque una vez resuelto lo pendiente, queda sin cargas nuestro presente para simplemente ya sólo ser testigo, protagonista y observador del momento, sin afección, sin carga, sin juicio.

Viviendo al día ya no hay nada que perdonar. Aceptamos la realidad que nos ha tocado vivir. ¡que gran alivio! Nuestra Mente en el presente, con pocos pensamientos. Vacía de reproches por el pasado y sin ningún tipo de miedos por el futuro.

Tampoco esperamos ser perdonados -ese no es problema nuestro. Nuestra responsabilidad es no repetir errores; sacar un aprendizaje de lo vivido en nuestro proceso evolutivo.

Cuestionarnos cada noche cómo ha transcurrido nuestro día a día liberará nuestra Mente de pensamientos inútiles; podremos dormir tranquilos siendo agradecidos.

Sintámonos cómodos con la vida y con nosotros mismos. Desde el ejercicio de recapitulación podremos extender nuestra sonrisa mil kilómetros a la redonda y más, de manera abierta, accesible y franca.

Somos UNO.

El futuro corrige el pasado

Nuestro Ser tiene un campo de energía ´maravilloso que es nuestra ESENCIA. La forma de cohesión de nuestro Ser con los diferentes cuerpos de los que estamos compuestos (físico, mental, emocional, energético y espiritual) es la energía pura del AMOR.

La EXISTENCIA es el Plano de las experiencias. Si tenemos conocimiento de nosotros mismos y un propósito claro, será todo más sencillo y conseguiremos evolucionar, dejando atrás todo sufrimiento.

Para empezar tomemos consciencia y reconozcamos que somos una ESENCIA que llamamos Alma y Espíritu -en un cuerpo- coherente con todos los elementos del Universo. Y que lo que llamamos muerte es sólo la vuelta a la Fuente; nuestros orígenes.

Tener esta información y entendimiento nos libera en primer lugar del miedo y nos hace tener una percepción mucho más amplia de quiénes somos y de nuestro propósito de vida. Es entonces cuando la visión de nuestro pasado se transforma ante esta nueva perspectiva.

Experimentaremos cómo nuestro pasado se convierte en combustible para nuestro futuro que ya lo podremos gestionar con mayor lucidez y fortaleza. Siendo así que el futuro corrige el pasado... mientras nos posicionamos correctamente (desde la Conciencia) en nuestro Presente.