La Mente inferior

Si no hay Mente -y me refiero a la mente inferior manejada por el Ego-. entonces no hay deseo, no hay pensamientos tormentosos ni expectativas. Definitivamente no hay sufrimiento innecesario.

Para salir de esa mente densa tienes que ir más allá de las formas, y la respiración consciente es la que pone en marcha el estado perfecto para conseguirlo. Entonces ves más allá de lo evidente; y como tu mente está en perfecta calma, miras de forma desenfocada, desde la vacuidad.

Desde ese estado de no-mente puedes sentir a tu ser observándolo todo; eres testigo de otra realidad, aunque sólo sean unos colores o dibujos geométricos, da igual, eso es lo de menos, lo importante es tu estado perceptivo de vaciedad que pertenece a otra dimensión de ti, más allá del campo material. Y familiarizarte con él.

También es verdad y hay que saber, que la mente inferior puede engañarnos dándole un toque de experiencia profunda a lo que sólo podrían ser elucubraciones y fantasías.

De ahí que, el Camino de expandir la Conciencia, lo hagamos gradualmente, desde la Intención pura, primero enraizándonos en la Madre Tierra, siguiendo los pasos que nuestro Yo Superior nos va indicando -nos lo irá poniendo delante-, sin pretensiones de ninguna clase, exclusivamente para el Bien de nuestro Ser y en beneficio de los demás.

Conocimiento intuitivo

Una cosa es desobedecer una orden o ley, por llevar la contraria, por fastidiar al otro como única forma de demostrar nuestra rebeldía y oposición, sin más razones.

Sin embargo, si aprendemos a discernir; a cuestionar las cosas, algunas veces -aun sin quererlo- nos toca desobedecer, simplemente por derecho; por ser honestos con nosotros mismos.

Esa voz que nos habla directa al corazón o ese impulso intuitivo que nos detiene de hacer algo, esa ráfaga de pensamiento que ilumina nuestro entendimiento por un instante y hace cambiar nuestro rumbo planeado… eso es el conocimiento intuitivo.

Calmar la Mente, trascenderla, ir a nuestro interior y conectar con nuestro Ser, hace que recuperemos nuestra capacidad de diferenciar los pensamientos de la Mente -que normalmente son engañosos- de las ideas luminosas que nos dicta nuestra Conciencia.

Alma y Espíritu.

Estar dispuesto no lo es todo, hace falta también tener la intención clara. Y un tercer ingrediente sería el entusiasmo.

Es tu energía vital la que fortalecerá tu convicción y tu firme voluntad sostendrá tu esfuerzo, de querer profundizar en ti y saber quién eres para poder valorarte desde la dignidad de ser.

No nos demos por vencidos de antemano, solo sobrevivir es desperdiciar nuestros dones sin haberlos siquiera descubierto.

Volverse auténtico es cuando dejas de actuar para agradar a los demás y tu naturaleza crece por encima de tu personalidad.

Entonces aparecen signos claros de estar en paz contigo y con la existencia.

No pretendas captar y entender con la Mente a tu Ser. La mente es engañosa.

Tienes que sentir a tu Ser dentro de ti para poder percibir tu esencia. Y poder sentirte desde tu Conciencia. Y poder así entender quién eres, como Alma y Espíritu sentirte capaz de expandirte, transitando por este mundo, siendo parte del Todo.

Sabes que has alcanzado ese estado cuando eres capaz de relativizar lo vivido y no te preocupa lo por venir. Fluyes. Tu liviandad es una de las maravillas que experimentas.

Somos lo que somos capaces de crear y de sostener en el día a día. Eso es lo que somos.

No controles más tu Mente pues eso te crea tensión, más bien libera los pensamientos que te condicionan y limitan, libera la memoria del sufrimiento, libera los sentimientos de culpa.

Respira hondo, ve a tu interior, y conecta con tu Alma desde el silencio. Cada día… y ella en su momento te guiará.