Eterna existencia

Si tu y yo existimos debe haber un propósito en ello. Nada es casualidad. Somos parte de la Existencia; tu y yo la completamos. Cambiaremos de forma seguramente muchas veces pero nunca dejaremos de existir.

Tenemos la mente inferior y la Mente Superior. La mente inferior es física y está diseñada para identificar lo que ya ha pasado… ella no piensa, ve los hechos y hace un juicio, puede que se beneficie de la experiencia. La mente inferior tiene un montón de pensamientos pero normalmente de forma caótica, no sabe poner orden en toda la información que recibe. En la mente inferior física hay poca Conciencia y la persona común no es consciente de ella. O sea, desde la mente inferior, uno no es consciente de sí mismo, ni de su naturaleza ni de sus talentos. Actúa como un autómata; sin conexión con el corazón.

La Mente Superior, aparece una vez hemos tomado consciencia de nosotros mismos. La Mente Superior resulta ser una inspiración para crear en cualquiera de los campos que queramos. A diferencia de la mente inferior, la Mente Superior tiene la capacidad de percibir y predecir, visionando el campo de posibilidades. Sabe adelantarse a las situaciones y con claridad mental resolverlas. Es la intuición, como habilidad de entender cómo suceden las cosas según las Leyes del Universo.

Para desarrollar la Mente comencemos por aprender a utilizarla. Primero vas a identificar y describir la emoción que más te define. En segundo lugar vas a dejar ir todo lo irrelevante que la envuelve. Pregúntate cuál es la razón por la que esta emoción predomina en ti. Esa emoción crea pensamientos, sentimientos y una conducta específica; cuáles son.

Permítete observar todo el proceso re reflexión, guarda unos minutos de silencio.

Es así como creamos la enseñanza y la experiencia en nosotros, para nuestro beneficio.

La Conciencia nos da alas

Las verdades no surgen de las creencias sino de la Conciencia. Y las experiencias de vida atestiguan que la vida surge de la vida. Todo es CONCIENCIA… pero la mayoría de las personas las tienen encerradas …

Tanto el saber como la ignorancia son nuestras, no hay excusas ni justificaciones; sabemos tanto como queramos saber. La desinformación y el desinterés por saber sobre nosotros mismos nos convierte en simples «envoltorios«. Hemos elegido atender la imagen en lugar de dejarnos alimentar por nuestro espíritu y la Intuición.

Dentro del proceso de vida existen cinco etapas: nacimiento, crecimiento, madurez, vejez, muerte (del cuerpo). La capacidad de desarrollar estas etapas al máximo nos llevará a obtener un conocimiento directo y no tener que depender de las creencias y opiniones de los demás.

Cada etapa tiene una función. Llegar a la madurez y no haber conseguido la sabiduría de vida, que deberíamos haber adquirido, hará que la vejez se viva con miedo y desde una soledad sufriente.

Hablar de sabiduría de vida es haber llegado al entendimiento de que somos Conciencia y que a través de ella estamos conectados a la Conciencia Superior que llamamos Dios. Esta conexión viva es la que fortalece nuestra identidad como Seres humanos y divinos que somos.

Cuando la salud física y mental duran menos que nuestra vida, debemos detenernos porque algo mal hemos hecho; seguramente no atenderla con suficiente atención.

Mientras pensemos que tenemos algo que perder no seremos capaces de acceder a nuestro propio poder; el de nuestro espíritu.

Reflexionemos.

¿Pensar y sentir?

O confías o tienes miedo. O sientes o piensas. No se puede las dos cosas a la vez.

Hemos llenado el corazón con las ideas y creencias de la Mente…. y eso es lo que pensamos que sentimos y somos. Pero eso es falso, experimentar directamente desde el corazón nos da otro sentido más profundo que si sólo razonamos. Resulta que, si unimos mente-corazón, tendremos una óptica más clara de nosotros y de la vida. Esa es la clave.

Si la Mente no está conectada al corazón espiritual inevitablemente nos sentimos separados de la Naturaleza, de la Madre Tierra, y de Dios. Porque la Mente razona pero el Corazón siente e intuye más allá de lo concreto. No esperes que la Mente te responda porque lo hará desde el Ego, te dirá lo que el yo quiere escuchar. En realidad, lo más certero al hacerte una pregunta es dejar que se responda a sí misma. Ten la paciencia y la atención en la escucha para cuando esto ocurra.

La Mente por sí sola, no es provechosa; si no la enseñamos no sabe pensar y mucho menos discernir. Acumula pensamientos y se vuelve esclava de las creencias de otros.

No conocernos a nosotros mismos es el mayor defecto. Eso debilita y limita nuestros talentos y facultades.

Cuanto más nos liberemos de creencias y cosas más habilidad desarrollaremos para re-crearnos desde lo esencial.

«Nunca sabes cuán fuerte eres hasta que ser fuerte es la única elección que tienes»

La confianza absoluta

El ser humano es una pequeñísima parte del Todo ¿Puede acaso esa pequeñísima parte comprender el Todo?

La Fe o confianza absoluta no se puede explicar con palabras, va mucho más allá. Se trata de un convencimiento tan fuerte que se instala en el corazón que nada puede hacerle sombra o debilitarlo. No se trata de una creencia ciega que siente el que no tiene capacidad para pensar por sí mismo.

La confianza absoluta parte y se basa en un estado de comprensión superior, -de entendimiento directo- que no pasa por la Mente sino que es pura intuición de una verdad.

La persona espiritual tiene Conciencia de ser más que un cuerpo físico y mente. Tiene confianza absoluta de que existe una Inteligencia Suprema (Dios) que mantiene en orden todo el Universo y se siente en conexión con esa Energía Superior. ¿Qué es lo que le lleva a esa conclusión y firme convicción?

¿Cómo desarrollar la intuición? Podemos comenzar por cooperar con nosotros mismos; dedicándonos tiempo, prestándonos atención, escuchando nuestra voz interior, conociendo nuestras prioridades, desarrollando nuestros talentos.

Todo esto fortalece nuestra vibración personal y acrecienta nuestra Conciencia… y esto es fundamental.

Descubrir quien ya somos

Queramos o no la vida nos empuja a aprender. A veces el aprendizaje se nos presenta en forma de recordatorio y el conocimiento nos llega de forma directa (sin pasar por la Mente). Entonces la Intuición va por delante y nos guía.

Aprendemos por las buenas o por las malas. De mil maneras distintas, según nuestro nivel de Conciencvia, vamos a salir del sopor mental en el que estamos inmersos. La vida nos llevará al límite si ponemos resistencia o desafiándonos de forma sutil. Pero es imposible que no haya nadie que no esté creciendo y madurando, siguiendo los ciclos de la vida.

Sucede lo mismo, por ejemplo, con cualquier árbol frutal. En la semilla está toda la información y si cae en buena tierra, romperá la cáscara, brotará y se transformará en un árbol que en su madurez dará fruto. Igual el ser humano.

La sabiduría ya está implantada en nuestra esencia. La Conciencia personal sólo necesita fusionarse con la Conciencia Superior para descubrir la Unicidad en todo. Sólo cuando uno se hace consciente de su existencia y de quién es, todas las demás experiencias se harán posibles de forma fluída..

Sólo un ignorante niega y se cierra a saber quien es en origen y esencia. El Ego se niega a rendirse porque supondría tener que reconocer y dejar morir el personaje en el que se ha convertido.

El Ego se crea y refuerza desde la identificación con los pensamientos negativos; estar en oposición, crear obstáculos, crear mala Conciencia, tener una actitud de envidia y celos., rabia, odio, rencor …

Purificar nuestra Mente y corazón será el gran paso para romper con la inmovilidad a la que nos somete el Ego.

Sin miedo al fracaso

Nuestra falta de salud física y mental nos habla de la falta de amor y confianza en nosotros mismos. Como expresó el Dr. Jorge Carvajal «El síntoma no es más que una válvula de escape, es el fusible que salta cuando aumenta el voltaje en el sistema«. La SALUD no es sólo un asunto médico sino de conocimiento y responsabilidad del propio cuerpo.

El conocimiento de nosotros mismos y de la vida puede y debe ser directo. El gran fallo en el humano es que repite y repite conceptos sin pasarlos por la experiencia… y no avanzamos. Nos hemos instalado sobre las creencias y opiniones de otros… y eso no sirve en absoluto. Podemos seguir directrices pero tenemos que experimentar y sacar conclusiones por nosotros mismos. Nos equivocaremos una y otra vez pero las experiencias son las que nos harán crecer en sabiduría.

La palabra FRACASO debería borrarse del diccionario. La Conciencia ordinaria y personal está estancada, existe el miedo al fracaso, y por ello el mundo resulta mediocre para la mayoría. La Mente débil, desenfocada, sin capacidad para centrarse y desarrollar la Intuición, nos limita en todos los sentidos.

No sé quien ha escrito esto pero me resulta valioso tenerlo presente: «Si insistes en el Camino día a día, con intento inflexible y con confianza aunque no haya garantías, con alegría aunque no haya logros, con disciplina aunque no haya certificaciones, con responsabilidad aunque no haya dinero, con sobriedad aunque no haya reconocimiento, entonces hay una posibilidad de libertad, hay una oportunidad de recordarte».

La vida se condensa en el momento de la muerte, pero la creemos tan lejana que no le prestamos atención y no valoramos, todavía, la sabiduría que contiene su simplicidad finalmente. Consideremos la vida sagrada así como es sagrado nuestro Ser esencial -nuestra Alma y Espíritu-. Seamos agradecidos

Acepta las cosas sólo si tu Conciencia lo aprueba y tu intuición vibra con ello.

Auto-sanación

El primer error está en pensar que es normal enfermarse, que es normal tener achaques en la vejez, que es normal tomar todos los medicamentos que nos mande el médico aunque tengan unos efectos secundarios peores que lo que se pretende solucionar. Todo eso lo aceptamos porque nos parece normal.

Los animales no han perdido, como los humanos, su instinto de supervivencia y auto-sanación. La mayoría de los humanos, están tan embotados por su mala alimentación, mal descanso, abuso de antibióticos y demás fármacos con efectos secundarios devastadores, que su sistema inmunitario se ha vuelto insuficiente para poder cumplir para lo que fue diseñado; auto-sanarse.

Para ir a la raíz de la enfermedad que se crea en el cuerpo del ser humano -como un todo-, hay que pasar por un proceso gradual que muchas veces se hace largo por su complejidad, también por la resistencia a admitir nuestra ignorancia y cambiar hábitos, por lo cómodo que a algunos les resulta el victimismo y en consecuencia, por todo ello, la enfermedad se convierte en crónica.

Como lo normal es ser impaciente y poco perseverante y, sobre todo, al no tener el convencimiento de que nuestro sistema inmune junto con el poder de nuestra Mente pueden mejorar la situación, (siempre que llevemos una vida de calidad) si uno no se hace responsable de su salud y toma los fármacos que le receta el médico para sedar los síntomas y con eso le basta, entonces hay poco que hacer para cambiar el paradigma sobre la Salud.

Cuando llega un ALIVIO, nos conformamos y ya nos olvidamos de cuando estuvimos tan mal. Cuando comenzamos a recuperarnos, nos abandonamos y volvemos a los viejos hábitos que nos perjudican y así una y otra vez. … no nos amamos lo suficiente … con la poca energía que se tiene se entra en la inercia de tener un cuerpo y una mente débil..

NOS QUEDAMOS SIEMPRE A MEDIAS.- No se llega a aprender y entender la importancia de tener una buena salud hasta que se pierde. No somos conscientes de la importancia que tiene el mantener el cuerpo físico, mental, emocional y espiritual en condiciones saludables hasta el día que trascendamos este cuerpo.

INSATISFACCIÓN EMOCIONAL Y AFECTIVA,. Los fracasos y los miedos a los posibles fracasos. Las decepciones y los miedos a sufrir decepciones. La infelicidad por sentirse vacío. Las altas exigencias hacia uno mismo. Los sentimientos de culpa. Las humillaciones, la indiferencia y la opinión de los otros que nos torturan. El insomnio, la ansiedad, el estrés, la irritabilidad, la envidia, los celos exacerbados. ¡Y tantas emociones más que nos oprimen, limitan, y hacen que nuestra vibración sea muy baja, atrayendo más de lo mismo … y no conocemos la salida a ese círculo vicioso.

Hacernos responsables de nuestra Salud y confiar en ello es un acto de valor. Todo lo que nos ocurre debemos tomarlo como un desafío. una batalla con nuestro Ego. Ahora se trata de desarrollar la voluntad y poner orden en nosotros mismos. La perseverancia y la paciencia son fundamentales para ganar en calidad de vida.

La clave es CONOCERNOS

Quien no conecta con la emoción que lo desequilibra, no sana. A veces son emociones que nos manipulan de forma tan sutil que no somos conscientes de cuánto nos están limitando,

Se convierten en «energía negativa» las emociones que escondemos, que no queremos ver ni aceptar en nosotros. Tenemos que reconocerlas para poder liberarlas; desde dentro hacia afuera.

Cuando nos cuesta estar con nosotros mismos. Cuando evitamos estar a solas, en silencio, con nosotros mismos. Y salimos fuera, nos llenamos de ruido, nos rodeamos de gente, da igual qué ruido qué gente qué cosa, la cuestión es evitar estar a solas con nosotros mismos.

Estas actitudes nos están señalando que tenemos conflictos por resolver. Tenemos tareas pendientes, lo sabemos pero vamos postergando… tenemos miedo a enfrentarlas; no sabemos cómo hacerlo.

Si entendemos que el olor no existe para nosotros hasta que es percibido por el olfato, de igual manera si tenemos nuestros SENTIDOS INTERNOS cerrados no somos capaces de percibir, visionar, ensoñar, conectar con lo que está más allá de lo elemental y físico en nuestro Ser dormido. Inclusive -y soy testigo de ello como sanadora-, de que nos hacemos insensibles al dolor físico; no queremos reconocerlo- «Estoy bien. No me pasa nada. Me molesta lo normal…» son frases recurrentes ante dolores de cabeza, de espalda a los que no les prestamos atención suficiente.

Justamente para beneficiarnos de nuestro sexto sentido tenemos que desarrollar la INTUICIÓN. Para empezar tenemos que responsabilizarnos de nuestra salud física, mental, emocional y espiritual. Luego, tenemos que establecer un puente entre nuestra Mente y nuestro corazón.

Y entonces crear una realidad en nosotros integral: orgánica, cerebral, psíquica y energética. Que ninguna sola célula escape al control del cerebro, del pensamiento, de la actitud, la voluntad, y del poder de la intuición y del poder de la intención.

Estas son en principio las claves para conocernos a nosotros mismos y deshacernos del sufrimiento y la dispersión mental.

Cambio de paradigma

Sin miedo y sin cuestionar desde nuestra limitada Mente, aceptamos las directrices para avanzar en el desarrollo de nuestra Conciencia, haciendo los primeros cambios preliminares para abrir el corazón espiritual.

Cambio de creencias mentales por Intuición.

Cambio de vivir en el pasado por Presente.

Cambio de reloj físico por espacio atemporal.

Cambio de pensamientos repetitivos por silencio.

Soy llevada. Intuitivamente estoy siguiendo una línea de actuación no premeditada que no pasa por el razonamiento sino que me hace mover desde la certeza de mi corazón. Y me doy cuenta que, cuando se va materializando lo nuevo, veo el sentido, y no sé si me explico, pero sé me está preparando para la actuación colectiva a los que muchos -creo que todos- somos y seremos llamados.

No sé más. Se avecina un cambio de paradigma.

Comunicación energética

Nuestros `pensamientos y emociones envían vibraciones y ondas magnéticas que inevitablemente atraen todo lo que esté en resonancia con esas mismas frecuencias. Si tu estás quejándote por mala salud, esa vibración baja es lo que llega al Universo y él te envía más de lo mismo. Ese es el lenguaje; por vibración.

La energía que emanas funciona como un imán, atrayendo hacia a ti aquello en lo que enfocas tu Mente.

El REIKI no sólo explica muy bien todo esto para que lo pongas a tu servicio sino que te da las herramientas para que aprendas a distinguir, almacenar y usar las diferentes energías para la sanación y el equilibrio de los diferentes cuerpos que poseemos; físico, mental, emocional, etéreo y espiritual.

Conociéndote a ti mismo tienes la capacidad de procesar el conocimiento de forma directa; sin pasar por el filtro de la Mente que, al solo razonar, descarta lo que no entiende y va más allá de la lógica.

Si no pones resistencia, ya tienes un talento más; la posibilidad de captar datos sensoriales e interpretarlos directamente (sin que pasen por la Mente). Quizás ahora no sepas ver lo extraordinario que esto supone. Pero es de esta forma que desarrollamos la INTUICIÓN que es muy superior al Razonamiento.

En la palma de las manos tenemos un CENTRO ENERGÉTICO (chakra) capaz de leer qué emociones están obstaculizando el fluir de la energía en las diferentes partes del cuerpo sino también de sanarlos mediante el desbloqueo que está produciendo inflamación, por ejemplo.

Cuando la SALUD dura menos que nuestra vida, algo hemos descuidado. Aprender cómo funciona nuestra maquinaria y hacer un buen mantenimiento de ella, nos ayuda a llegar al final dignamente.

l