Lo que logramos creando

La calma no se hace, se logra creando un estado de paz mental, que particularmente se consigue desde la respiración consciente.

La meditación no se hace -como quien hace de cocinar-. La meditación se logra creando un estado de sosiego meditativo, dejando fluir los pensamientos hasta que rebajan su frecuencia por si mismos. Al principio le ponemos la voluntad para crear hábito, pero luego nos deshacemos de todo eso y simplemente la Mente se doblega sin esfuerzo. Pudiéndolo convertir en una meditación dinámica casi permanente… y eso tiene bastantes ventajas, como el ver venir los acontecimientos y estar preparado con la mente clara para resolver cualquier situación que se te presente.

La meditación verdadera no es una práctica en sí, como un ejercicio, es un estado de la Conciencia desarrollada. No se consigue por la voluntad de HACER, sino de dejar el SER que sea, fluya, y así sentir el espíritu en uno y en todo.