Nuestro Ser Superior

Mucha gente está viva sólo porque respira, nada más. Y muchos se despiertan porque abren los ojos, nada más. Son el inmenso porciento de seres humanos que subsisten desde la mente inferior, en el Plano material, sin más consciencia que sus necesidades físicas y sus deseos materiales.

Tengo que asomarme -sacar la cabeza- por encima del muro que me separa de la realidad superior y saltarlo sin miedo porque intuyo existe algo más grande que vale la pena aventurarme a conocer.

Esa dimensión superior es real cuando tu Conciencia está despierta y la percibes. Sientes la conexión. Y alguna Fuerza poderosa te inspira y te sacude para que te muevas hacia ella.

Dicen los despiertos que probablemente existimos en cinco o más niveles dimensionales a la vez. Que nuestro Yo Superior o Ángel guardián somos nosotros mismos en la quinta dimensión

Somos nosotros mismos experienciando otras realidades, cuando conectamos con nuestro Ser Superior. Entonces tenemos la facilidad, desde el entendimiento, para reactivar y desbloquear la energía vital que nos mantiene vivos y hace que nuestra existencia sea de una manera u otra. Una vida corriente o intensa.

Porque cuando nuestra Conciencia traspasa lo personal y se expande vivenciando la unicidad que existe en el Universo, de todos los seres con alma, entonces conseguimos el estado de Gracia y todo lo demás que sucede fluye por sí mismo sin esfuerzo.

Mi viaje a Amma en India

«La compasión es el Amor expresado en toda su plenitud»

Amma es el Avatar Cósmico vivo de nuestro tiempo y ha hecho de su Ashram un lugar sagrado impactante por la alta vibración de la Energía del Amor Incondicional que aquí se respira.

Así que, lo primero que nos sucede a los nuevos que nos adentramos en el lugar, es una revolución interna en todos los niveles; físico, mental, emocional y espiritual. Comienza la purificación.

Amma dice: «Tu sufrimiento se disipará si dejas ir la idea de que eres un individuo separado del UNO. Actúa conscientemente como parte de la Divinidad. El Amor, Compasión y Paz, vendrán entonces en cada Plano de tu vida y serás una persona consciente y despierta».

Comienza el día entendiendo que es igual si tus rezos son cristianos, musulmanes o hindúes, la divinidad entiende el lenguaje del devoto sea éste cual sea. Aquí la mente está en calma, el entendimiento va directo al corazón desde la intuición.

La devoción misma y el estado de Gracia de las más de tres mil personas que están aquí, es inequívoca, porque nace en el corazón y se expresa a través de los ojos y la sonrisa. Todo fluye en una suave y amable armonía.

Centrada en mi corazón, sin esfuerzo, plácidamente, doy las gracias por tan grande regalo de vivir esta experiencia. Estoy esperando a Amma. La estamos esperando para recibir su abrazo, unas mil personas, la mayoría mujeres. Indios y occidentales juntos y separados al mismo tiempo. Convivencia educada y de respeto por las creencias de cada uno.

Amma ha cantado y nos ha abrazado, se me han saltado las lágrimas de emoción… ¡tenemos tan endurecidos los corazones! … No tenemos tiempo para nosotros mismos ni nos permitimos ser espontáneos para mostrar nuestro sentir… Con ella volvemos a sentirnos niños, necesitados de amor.

La transformación ocurre sin que la mente proyecte o se entrometa.

Dice Amma: «Cuando estáis unidos a la Conciencia Divina, cómo vais a percibir diferencias.»

Cuando estás viviendo desde el Amor no surgen pensamientos negativos ni dudas. Seamos Observadores del personaje en nosotros. Dejemos de darnos tanta importancia y acabaremos con el sufrimiento.

Lo mejor que podemos hacer es corregirnos a nosotros mismos para inspirar a los demás, nos aconseja Amma.

Una cosa me ha quedado muy clara; no es la mente la que maneja la energía que nos llega de Amma (o de cualquier otra Fuente de Amor). Esta energía superior se mueve en niveles sutiles que nos son insospechados y muy por encima de lo que la mente pueda llegar a imaginar.

La Conciencia, como testigo imparcial, percibe las nuevas energías que navegan en nosotros, pero nada más, permite hacer: nos inspira, nos corrige, nos purifica, nos desbloquea, y nos coloca en un estado ligero, donde la mente no llega.

¡Ay, Ego! Eres una carga pesada.

Después de dos semanas me voy muy contenta. Agradecida. Simplificando mi mente.Prefiriendo el Silencio.

Feliz estado cuando no tienes necesidad de explicarte.

Descubro mi mejor momento: nada que decir. ¡Qué alivio! Hasta me dan ganas de llorar de alegría.