El Amor del Alma

Como el agua de manantial de alta montaña, pura, viva, así es de comparable nuestra Alma. No desperdiciemos ni una sola gota de ella porque el Amor que irradia el Alma, vibra sin restricciones y alumbra nuestra Conciencia.

Alejémonos de lo que distrae al Alma, de lo que la perturba o constriñe. Abstengámonos de lo que apaga su Luz.

Amarnos a nosotros mismos quiere decir proteger lo más preciado en nosotros; el Alma, nuestro espíritu.

Si nos deshacemos de todo ruido podremos escuchar su canto que dulcifica el corazón.

Si nos deshacemos de todo pensamiento inútil y egoísta, el silencio reconfortante del Alma nos arropará con bondad.

Las fuerzas del mal son reales, no nos rindamos a ellas con sus hechiceras tentaciones.. No perdamos nuestra dignidad humana vendiéndonos por baratijas.

Sólo el agua viva nos puede saciar la sed de forma permanente.