Salir del cuerpo

Al ser observadores de una experiencia, parecería que estamos separados de la misma pero la realidad es que somos el que observa la vivencia y al mismo tiempo el que la vive. Así es como yo lo he experimentado siempre que me ha sucedido algo extraordinario, en la que he salido del cuerpo y ha sucedido un desdoblamiento de Conciencia,

Una vez, entrando en una relajación profunda, salí del cuerpo como una flecha y me planté en medio del cielo azul, en frente mía una gran nube y detrás de ella una Luz tan potente que me cortaba literalmente la respiración. Me postraba ante esa poderosísima Luz, que entendí era Dios, y que irradiaba una energía de puro Amor que me llenaba de una inmensa felicidad. Al mismo tiempo, otra parte de mí estaba observando toda esa escena de la que yo era protagonista y me decía «nunca más seré la misma«

Así que, luego entendí que nuestro Ser puede estar en diferentes niveles o dimensiones al mismo tiempo y ser observador de sí mismo en todos ellos de forma simultánea…

Además, es bueno saber que luego le sigue un proceso de Conciencia colectiva. Es un proceso de unificación y completitud que va parejo con la unificación de la Conciencia individual.

Cuanto más unificados nos sintamos y nos identifiquemos con todo ser vivo y más coherentes seamos con nosotros mismos más buscaremos el silencio y la soledad para percibir enteramente ese estado de plenitud en el que entramos, a la vez que sentiremos un vacío y una compasión honda por la humanidad, que en un porciento muy elevado, todavía está en niveles de sufrimiento debido a su baja Conciencia.

La ignorancia de sí mismo, el vivirse separado del Todo y la soberbia no les dejan fluir en la energía del Amor, haciendo que el ser humano viva ciego a su Realidad y verdadero potencial y se resista en descubrir la magnificencia de la misericordia divina.

Como dijo el gran científico mexicano Jacobo Grinberg «la experiencia se experimenta a sí misma«

Experimenté el desdoblamiento de Conciencia.

Hace ya muchos años que mi vida dio un tremendo vuelco hasta el punto de que sentí cómo moría en mí el «personaje» -no sólo  la idea que tenía de mí misma- sino también se produjeron cambios a niveles profundos de mi ser. Experimenté un vuelco radical  completo, en un espacio de tiempo angustioso e impreciso, en el que experimenté lo que es el Vacío.  

¿Cómo explicarlo? … las circunstancias de la vida me llevaron al límite, … la sensación fue de que la tierra se abría bajo mis pies y fui a parar a la Nada más absoluta.

No importa por cuánto tiempo, eso es lo de menos. Porque aunque sólo hubiese sido por un instante, también los instantes pueden ser eternos. Así que, viví esa experiencia de morir en vida y dejar de ser. Pero eso no fue lo peor, lo peor vino después, cuando volví a esta realidad ilusoria, sin  identificación y en blanco.

Mis  ojos hicieron un recorrido panorámico de mi existencia,  que hasta entonces me había negado  a ver y reconocer. Las verdades siempre duelen.

Debió suceder que mi alma, por su cuenta, se rebeló, dijo basta a una vida agriamente sin sentido, y me cogió por sorpresa, no dándome tiempo a reaccionar… el caso es que una vez que las funciones de mi cuerpo y mente se pusieron nuevamente en marcha -como una vieja locomotora- pues todo esto me sucedía con cincuenta años más que cumplidos, me paré sobre mis pies decidida a descubrirme y reconstruirme.

Para esta transformación y realización de mi ser debo decir, para ser enteramente sincera, que recibí muchísima ayuda desde planos superiores, y que con toda certeza. gracias a la fuerza y guía que recibí es que pude salir adelante.

Me empezaron a llegar «regalos» que me iban marcando el nuevo camino a seguir. Uno de ellos fue una invitación a un curso de «Respiración Holotrópica»  parecida a la técnica de «Renacimiento«. Estábamos una veinte personas acostadas en el suelo con los ojos tapados. Un médico y cuatro ayudantes iban a supervisar el trabajo de desdoblamiento de conciencia que íbamos a experimentar.

Yo no tenía ni idea de lo que eso significaba o lo que podía llegar a ser. Nos dieron la instrucción de respirar muy fuerte y sin pausa por la boca. Nos ordenaron que no debíamos abrir los ojos ni levantarnos bajo ninguna circunstancia y que si queríamos algo debíamos levantar la mano y alguno de ellos acudiría a ayudarnos.

Pusieron música de percusión a todo volumen y comenzó la cosa. A los pocos minutos levanté la mano. Muy obedientemente no había abierto los ojos ni había salido corriendo como hubiese sido mi primer impulso y le dije que no quería seguir allí, tenía mucho miedo, me estaba mareando, tenía claustrofobia y todos los males se apoderaron de mi..

Me tranquilizaron, me animaron a seguir, uno de ellos se quedó a mi lado guiando mi respiración y prometiéndome que pasado esa primera parte, hasta conseguir la apertura de Conciencia, luego sería una experiencia maravillosa.

Seguí con la respiración al ritmo de la música frenética, tenía ya los brazos rígidos y con muchísimo dolor, como si tuviese los dedos metidos en un enchufe y estuviese pasando por todo mi cuerpo una descarga eléctrica. Mientras tanto me decía a mi misma que ni por un millón de euros volvería a repetir esta experiencia. De pronto, hubo una explosión dentro de mí, y desde mi cuerpo físico ví como mi alma salía del cuerpo hacia otras dimensiones.

Sentí una paz y quietud absoluta. Entre las distintas experiencias que viví allí hubo un mensaje que entró directamente en mi corazón «eres dadora de luz« … Hubo más cosas pero mi relato lo quiero centrar en esa frase que por mucho tiempo no tuvo ningún significado o sentido para mí. Pero ahora, cuando el puzle de mi vida ya está casi terminado, entiendo qué quería decir y sobre todo, ahora sé, que no existen las coincidencias o casualidades y yo fui guiada a cumplir con mi propósito de vida.

Al poco tiempo después yo me inicié en el Reiki y seguí el proceso de aprendizaje hasta hacerme maestra. Durante veinte años he impartido cursos, me he dedicado a la sanación energética y también como Facilitadora en el entrenamiento para la nueva conciencia.

Por encima de la satisfacción propia, los apegos y los propios intereses, existe un Amor que lleva a darse uno mismo. Entendí y resonó en mí corazón la frase de «eres dadora de Luz». Muchísimas veces me obligué a mi misma a reconsiderar el significado sobre la energía del AMOR INCONDICIONAL con el que el Reiki trabaja para sanar.

La acción de dar Amor bajo su forma más pura es lo que enseña el REIKI. Primero con uno mismo. Después conscientemente con uno mismo. Luego, cuando renaces en un acto de abnegación donde surge el Amor, entonces, es cuando se da a los demás de forma incondicional.

Me siento agradecida.

Mi experiencia de transformación

yo. Livio junio'14Hace ya quince años que mi vida dio un tremendo vuelco hasta el punto de que sentí cómo moría en mí el «personaje» -no sólo  la idea que tenía de mí misma- sino también se produjeron cambios a niveles profundos de mi ser. Experimenté un vuelco radical  completo, en un espacio de tiempo angustioso e impreciso, en el que sentí lo que es el Vacío.   

¿Cómo explicarlo? … las circunstancias de la vida me llevaron al límite, … la sensación fue de que la tierra se abría bajo mis pies y fui a parar a la Nada más absoluta.

No importa por cuánto tiempo, eso es lo de menos. Porque aunque sólo hubiese sido por un instante, también los instantes pueden ser eternos. Así que, viví esa experiencia de morir en vida y dejar de ser. Pero eso no fue lo peor, lo peor vino después, cuando volví a esta realidad ilusoria, sin  identificación: en blanco.

Mis  ojos hicieron un recorrido panorámico de mi existencia,  que hasta entonces me había negado  a ver y reconocer. Las verdades siempre duelen.

Debió suceder que mi alma, por su cuenta, se rebeló, dijo basta a una vida agriamente sin sentido, y me cogió por sorpresa, no dándome tiempo a reaccionar… el caso es que una vez que las funciones de mi cuerpo y mente se pusieron nuevamente en marcha -como una vieja locomotora- pues todo esto me sucedía con cincuenta años más que cumplidos, me paré sobre mis pies decidida a descubrirme y reconstruirme.

Para esta transformación y realización de mi ser debo decir, para ser enteramente sincera, que recibí muchísima ayuda desde planos superiores, y que con toda certeza. gracias a la fuerza y guía que recibí es que pude salir adelante.

Me empezaron a llegar «regalos» que me iban marcando el nuevo camino a seguir. Uno de ellos fue una invitación a un curso de «Respiración Holotrópica»  parecida a la técnica de «Renacimiento«. Estábamos una veinte personas acostadas en el suelo con los ojos tapados. Un médico y cuatro ayudantes iban a supervisar el trabajo de desdoblamiento de conciencia que íbamos a experimentar.

Yo no tenía ni idea de lo que eso significaba o lo que podía llegar a ser. Nos dieron la instrucción de respirar muy fuerte y sin pausa por la boca. Nos ordenaron que no debíamos abrir los ojos o levantarnos bajo ninguna circunstancia y que si queríamos algo debíamos levantar la mano y alguno de ellos acudiría a ayudarnos.

Pusieron música de percusión a todo volumen y comenzó la cosa. A los pocos minutos levanté la mano. Muy obedientemente no había abierto los ojos ni había salido corriendo como hubiese sido mi primer impulso y le dije que no quería seguir allí, tenía mucho miedo, me estaba mareando, tenía claustrofobia y todos los males.

Me tranquilizaron, me animaron a seguir, uno de ellos se quedó a mi lado guiando mi respiración y prometiéndome que pasado esa primera parte, hasta conseguir la apertura de Conciencia, luego sería una experiencia maravillosa.

Seguí con la respiración al ritmo de la música frenética, tenía ya los brazos rígidos y con muchísimo dolor, como si tuviese los dedos metidos en un enchufe y estuviese pasando por todo mi cuerpo una descarga eléctrica. Mientras tanto me decía a mi misma que ni por un millón de euros volvería a repetir esta experiencia. De pronto, hubo una explosión dentro de mí, y desde mi cuerpo físico ví como mi alma salía del cuerpo hacia otras dimensiones.

Sentí una paz y quietud absoluta. Entre las distintas experiencias que viví allí hubo un mensaje que entró directamente en mi corazón «eres dadora de luz« … Hubo más cosas pero mi relato lo quiero centrar en esa frase que por mucho tiempo no tuvo ningún significado o sentido para mí. Pero ahora, cuando el puzle de mi vida ya está casi terminado, entiendo qué quería decir y sobre todo, ahora sé, que no existen las coincidencias o casualidades y yo fui guiada a cumplir con mi propósito de vida.

Al poco tiempo después yo me inicié en el Reiki y seguí el proceso de aprendizaje hasta hacerme maestra y llevo ya más de diez años impartiendo cursos, me dedico a la sanación energética y también como Facilitadora en el entrenamiento para la nueva conciencia.

Por encima de la satisfacción propia, los apegos y los propios intereses, existe un Amor que lleva a darse uno mismo. Entendí y resonó en mí corazón la frase de «eres dadora de Luz». Muchísimas veces me obligué a mi misma a reconsiderar el significado sobre la energía del AMOR INCONDICIONAL con el que el Reiki trabaja para sanar.

La acción de dar Amor bajo su forma más pura es lo que enseña el REIKI. Primero con uno mismo. Después conscientemente con uno mismo. Luego, cuando renaces en un acto de abnegación donde surje el Amor, entonces, es cuando se da a los demás de forma incondicional

Mi experiencia con la «Respiración Holotrópica»

yo y CD'13Hace ya trece años que mi vida dio un tremendo vuelco hasta el punto que sentí cómo moría en mí el «personaje» -la idea que tenía de mí misma- y viví entonces en un espacio y tiempo totalmente vacío; me había quedado en blanco… ¿cómo explicarlo? … la tierra se abrió bajo mis pies y fui a parar a la Nada, en donde ni siquiera hay aire para respirar y tus órganos dejan de funcionar, la sangre deja de correr por las venas, el corazón deja de bombear…

No importa por cuánto tiempo, eso es lo de menos. Porque aunque sólo fuese por un instante, también los instantes pueden ser eternos. Así que, viví esa experiencia de morir en vida y dejar de ser. Pero eso no fue lo peor, lo peor vino después, cuando volví a la vida, sin saber quién era. Totalmente despertando a una realidad a la que hasta entonces mi existencia había permanecido en el limbo… dejándome llevar por las circunstancias, por agradar a otros, por debilidad y fragilidad de mi ser…

Debió suceder que mi alma, por su cuenta, se rebeló, dijo basta a una vida agriamente sin sentido, y me cogió por sorpresa, no dándome tiempo a reaccionar… el caso es que una vez que las funciones de mi cuerpo y mente se pusieron nuevamente en marcha -como una vieja locomotora- pues todo esto me sucedía con mis cincuenta años más que cumplidos, me paré sobre mis pies decidida a descubrirme y reconstruirme.

Para esta transformación y realización de mi ser debo decir, para ser enteramente sincera, que recibí muchísima ayuda desde planos superiores, de ángeles y de Dios mismo, con toda certeza. Me empezaron a llegar «regalos» que me iban marcando el camino a seguir.

Uno de ellos fue una invitación a un curso de «Respiración Holotrópica» que debe ser parecida a la técnica de «Renacimiento». Estábamos una veinte personas acostadas en el suelo con los ojos tapados. Un médico y cuatro ayudantes iban a supervisar el trabajo de desdoblamiento de conciencia que ibamos a experimentar. Yo no tenía ni idea de lo que eso significaba o podía llegar a ser. Nos dieron la instrucción de respirar muy fuerte y sin pausa por la boca. Nos ordenaron que no debíamos abrir los ojos o levantarnos bajo ninguna circunstancia y que si queriamos algo debiamos levantar la mano y alguno de ellos acudiría a ayudarnos.

Pusieron música de percución muy alta y comenzó la cosa. A los pocos minutos levanté la mano. Muy obedientemente no había abierto los ojos ni había salido corriendo como había sido mi primer impulso y le dije que no quería seguir allí, tenía mucho miedo, me estaba mareando, tenía claustrofobía y todos los males. Me tranquilizaron, me animaron a seguir, uno de ellos se quedó a mi lado guiándome y prometiéndome que pasado esa primera parte, hasta conseguir la apertura de Conciencia, luego sería una experiencia maravillosa. Seguí con la respiración al ritmo de la música frenética, tenía ya los brazos rígidos y con muchísimo dolor, como si tuviese los dedos metidos en un enchufe y estuviese pasando por todo mi cuerpo una descarga eléctrica. Mientras tanto me decía a mi misma que ni por un millón de euros volvería a repetir esta experiencia.

De pronto, hubo una explosión dentro de mí, y desde mi cuerpo físico ví como mi alma salía del cuerpo hacia otras dimensiones. Y entré en una calma y quietud absoluta. Entre las distintas experiencias que viví allí hubo un mensaje que entró directamente en mi corazón «eres dadora de luz»

Hubo más cosas pero mi relato lo quiero centrar en esa frase que por mucho tiempo no tuvo ningún significado o sentido para mí. Pero ahora, cuando el puzzle de mi vida ya está casi terminado, entiendo qué quería decir y sobre todo, ahora sé, que no existen las coincidencias o casualidades y yo fui guiada a cumplir con mi propósito de vida.

Al poco tiempo después yo me inicié en el Reiki y seguí el proceso de aprendizaje hasta hacerme maestra y llevo ya diez años impartiendo cursos, me dedico a la sanación energética y también como facilitadora en el entrenamiento para la nueva conciencia. Por encima de la satisfacción propia, los apegos y los propios intereses, existe un Amor que lleva a darse uno mismo.

Entendí y resonó en mí corazón la frase de «eres dadora de Luz». Muchísimas veces me obligué a mi misma a reconsiderar el significado sobre la energía del AMOR INCONDICIONAL con el que el Reiki trabaja para sanar. La acción de dar Amor bajo su forma más pura es lo que enseña el REIKI. Primero con uno mismo. Después conscientemente con uno mismo. Luego, cuando renaces en un acto de abnegación donde surje el Amor, entonces, es cuando se da a los demás de forma incondicional . Es para todos.