Liberar y renacer

mujer azul esfera¿Quién quiere seguir viviendo en el sufrimiento y el conflicto continuo? ¿Quién quiere liberarse, de una vez por todas, de llevar una vida de sobre esfuerzo, ansiedad e infelicidad?

Para que suceda una transformación en nosotros y  poder comenzar una nueva vida, para ello, tenemos que centrarnos en nosotros mismos y hacernos conscientes desde dónde partimos y hacia dónde queremos ir. Reconocer nuestras deficiencias y nuestras cualidades. Aceptar  nuestra naturaleza y comenzar a funcionar y vivir desde quien somos, no desde quienes creemos o deseamos deberíamos ser.

Este renacer voluntario y a la vez al que somos empujados a realizar,  porque sentimos es el momento, precisa de una guía. Para comenzar, tenemos que cambiar hábitos y formar nuevos: Necesitamos de fuerza de voluntad. Necesitamos de una mente clara y estar atentos.

Comenzamos a tomar conciencia de que nos faltan muchas cosas para poder salir de la vida sin sentido  que hemos creado.  Comenzamos a tomar conciencia de que no sabemos nada; y éste es el punto de partida, cuando reconocemos nuestra ignorancia y nuestro ego deja de poner resistencias.

Tenemos que educar y desarrollar la mente;  ponerla en su sitio, a nuestro servicio. «Yo no soy la mente, tengo una mente».

Tenemos que desarrollar nuestro cuerpo emocional; aprender a no identificarnos con el personaje y poder crear un estado interior de paz.

Podemos desarrollar la intuición  y  otras facultades superiores, al conectar mente-corazón, para darle un sentido firme a nuestra vida.

Es posible. Esta Tierra -la Madre Tierra- nos ha recibido generosamente para que seamos felices; siendo agradecidos, siendo respetuosos con ella, con nosotros mismos y con los demás.

Ahora toca deshacer lo aprendido; el programa de  poseer. Ahora toca construirnos una nueva vida con el objetivo de ser, desde nuestro Ser original y esencial.

Renacer es la liberación de nuestro espíritu eterno y su reconexión con la divinidad universal.

 

 

Una Mente con cuatro patas

ser en la soledad azulLa Mente, a saber,  tiene cuatro funciones: Capacidad de discernir. Ego. Capacidad de elección. Conciencia.

Es importante  hacernos conscientes de cómo funciona nuestra mente, porque es la manera de hacernos dueños de nuestra vida.

Desde la quietud mental,  distinguir, ejercitar  y desarrollarlas de manera «inteligente». Es decir, si comenzamos por ocuparnos en saber pensar; deshaciéndonos de pensamientos densos, inútiles y negativos, conseguiremos claridad mental.

Esta claridad mental da poder a nuestro discernimiento, haciéndonos cada vez más conscientes de quiénes somos. Al perfilarse  -nuestra intención, nuestra vocación, nuestro propósito de vida: nuestro ser- la Conciencia se va expandiendo y nuestra capacidad de elección se hace firme. Cuando utilizamos correctamente estas tres funciones, el Ego, -que actúa como amor propio o yo egoico- irá desapareciendo por si solo.

Cuando, desde la paz y orden interior, somos Observadores de nuestro estado mental, conservamos la armonía en nosotros.  Sin embargo, cuando domina el Ego, las demás funciones quedan relegadas y adormecidas. El Ego, cuando se vuelve poderoso, ralentiza la capacidad de pensar, distorsiona, vela y hasta anula la realidad que pudiese hacer peligrar sus privilegios de mando.

Las  cualidades del ser humano, como la voluntad, paciencia, generosidad, moderación, compasión, etc. no vienen del exterior. Las cualidades del ser humano son intrínsecas a la esencia de cada individuo. Se pueden educar y desarrollar pero siempre desde el ejemplo porque si se quiere conseguir por imposición, reprimiendo o forzando la naturaleza de la persona, el efecto saldrá a la luz tarde o temprano en forma de  rebeldía, resentimiento  y odio.

Es preciso desarrollar las funciones de nuestra Mente desde la experiencia, desde el anhelo propio de avanzar en el Camino del conocimiento de sí mismo. Todo lo demás es seguir el juego del Ego y sus sutiles trampas de engaño y manipulación.