Pensar, Decir, Hacer.

mujer cariciaSi queremos terminar los conflictos en nuestra vida, debemos comenzar a actuar con coherencia.

Necesito y deseo ser amada, entonces me amo a mi misma, irradio amor, atraigo el amor.

La coherencia me fuerza a mantenerme alineada con mi sentir y a ser sincera conmigo misma. Entonces es cuando lo que pienso, lo que digo y lo que hago se entrelazan armoniosamente.

En el momento en que no fuese así, sonaría una alarma en mi corazón, haciéndome sentir incómoda conmigo misma, y esto hace que antes de que surja el conflicto -conmigo misma- moderaré mis pensamientos,  rectificaré el habla y  desaceleraré la acción.

Tengo que hacer que el pensar, decir y hacer se vuelvan una sola cosa; fluyan al unísono.

Para ello debo ser observadora de mi misma, estar atenta, tener claridad mental y voluntad firme de propósito.

Ejercito mi mente en el control de pensamientos -nada de pensamientos inútiles- no cabe el divagar ni alimentar irrealidades. Conduzco mi mente con claridad y firmeza pero de forma flexible y creativa. Pongo mi mente a mi servicio; ella cumple una función para mi, cumple un cometido y soy yo quien utilizo la mente no al revés.

Cuando existe sintonía entre el pensamiento y la acción, los miedos no pueden obstaculizar la fluidez que se crea entre ambos. Los  miedos crean inseguridad, no los quiero en mi vida. Los miedos son imaginarios, no les doy realidad.

No se trata de reprimir la conducta, lo que haremos en encauzarla. No se trata de sujetar o controlar los pensamientos, los iremos transformando para que nos nutran no que nos destruyan o limiten.

Todo comienza desde el amor hacia uno mismo.

 

¿Cómo salir de un rol imaginario?

hombre payaso tristeSi yo creo y pretendo ser otro distinto al que en esencia soy, la distorsión de mi realidad no me dejará ver el auto-engaño en el que vivo. Y no entenderé a qué es debido el sobre esfuerzo, la confusión y la frustración que mi vida me proporciona.

Mi mente se encuentra atrapada en una conducta y creencia errónea sobre mi mismo. Ya desde niño me moldearon para poder entrar en un sistema cuadriculado donde todo está predeterminado y no se admite la originalidad.

¿Cómo salir de la mediocridad de vivir un rol imaginario?  ¿Cómo reconocer quién soy? ¿Cómo deshacerme de todas las ideas y creencias  que no me pertenecen? ¿Cómo terminar con ese esfuerzo inútil de mantener y sostener ese personaje, ficticio, creado desde el supuesto «yo debería ser» .

¿Por qué me empeño en forzar una imagen para agradar a los demás, en competir en ser el mejor?  ¿Por qué me castigo siendo tan exigente conmigo mismo hasta el punto de que nada es bastante?

¿Cómo salir de ese círculo que me lleva al pasado como única referencia y me hace repetir una y otra vez los mismos errores y patrones de conducta?

Vamos a tomar Conciencia de que lo que crea ansiedad, inseguridad e infelicidad en nosotros es no ver la diferencia entre lo que se es y lo que se pretende ser. En el momento en que nos hacemos Observadores de ese intruso en nosotros,  podremos deshacernos de toda su irrelevancia.

Como si fuesemos hábiles cazadores, nos haremos expertos en conocer los hábitos de la presa que queremos cazar, seremos capaces de atrapar al «intruso» en nosotros. Desde el Observador (la Conciencia), se iran produciendo los cambios, -la transformación-, hasta quedar  limpiamente claro y definido nuestro Ser esencial y original.

 

 

Quietud Mental

  HACER desde la mente supone esfuerzo. Inclusive las personas bondadosas y serviciales que ayudan a los demás, si lo hacen  desde la mente, se debilitan energéticamente… de forma inconsciente se sienten obligadas y se imponen una conducta amable más allá de sus «posibilidades o deseos» reales.

Por el contrario, dejar la mente a un lado  es fluir con las energías amorosas del corazón.

Conseguir la quietud mental te lleva por inercia a  entregarte desinteresadamente al verdadero Amor porque ya no existe ninguna fuerza externa que te incite a hacer… que te empuje a reaccionar, que te haga sentir obligado a ejercer cualquier patrón establecido…

Todo lo que suponga un sobre-esfuerzo se está haciendo desde la mente… por eso nos cuesta tanto meditar a los occidentales… desde la mente queremos acallar la mente, desde la mente queremos romper patrones y hábitos creados por la mente… desde la mente pretendemos que nuestro corazón se sienta en paz, perdone, sane sus heridas… desde la mente…

El Dar desde el corazón,  hace que te vuelva multiplicado esa poderosa energía vital superior que nos hace sentir bien con nosotros mismos. Entonces todo se hace fácil y el estado de serenidad y alegría se irradia al exterior; esta es la quietud mental… al despejarte de lo inútil, al liberar la mente de miedos, tensiones, preocupaciones… esa liberación de todo lo irreal e ilusorio por tí mismo creado, te lleva a la quietud pacífica y amorosa de tí mismo.

Cuando el pulso del corazón late sincronizado con el pulso del Universo, conseguimos la quietud mental.
Siempre que puedas ve donde la Naturaleza y siéntela, sintoniza con ella, eso te ayudará en principio.
Siéntete parte del Todo y déjate fluir.