La Desesperanza

Si hace unos años atrás lo que dominaba en la sociedad como sentimiento era la ansiedad, ahora es la desesperanza. Y se entiende, porque la humanidad ha dejado de producir líderes -honestos-, dirigentes que velen por el bien común. Y para poder soportarlo, inconscientemente hemos tomado una actitud de relajamiento y vista gorda, que sin querer crea desilusión y hastío, en el fondo, de nosotros mismos.

¿Cómo retomar los valores que nos den la fuerza para seguir adelante con dignidad, sin perder la esperanza y el entusiasmo y a la vez tener el temple de mantenernos lúcidos?

La injusticia. La hipocresía. La desvergüenza y la desfachatez. La mentira. La codicia. Esto es lo que crea frustración. ¿En qué medida podemos luchar contra ello? … Empecemos por hacernos conscientes de nosotros mismos, de nuestras limitaciones y capacidades.

Ahora toca dar una perspectiva social mayor a nuestro entendimiento, para no quedarnos estancados o bloqueados en la desesperanza, la rabia o la impotencia. Tenemos que desarrollar recursos internos para que no nos involucremos más de lo necesario, y hacerlo de manera útil, o nos desgastaremos energética y emocionalmente, sin ver resultados.

A las emociones relacionadas con la decepción y la frustración, podemos quitarle todo el peso de drama o sentimiento de culpa, ampliando nuestra Conciencia a una dimensión mucho más elevada hasta llegar a la comprensión para no involucrarnos emocionalmente, sin caer en la indiferencia. Difícil pero posible.

Desde la aceptación, lo más conveniente es rebajar nuestro idealismo tomando una actitud más realista que no perjudique nuestra salud y nuestro bienestar. Así podremos ser más efectivos.

El Tiempo

Está tan hermosa la luna hoy… me lleva a pensar que la vida necesita espacio y no tiempo…

Es el tiempo el que asfixia y constriñe la vida, el amor …

El Tiempo se mide y crea competitividad, juzga, compara y exige productividad…

El Tiempo te marca, te impone, te controla, te exige y te observa fríamente con autoridad…

El Tiempo es engañoso, te hace creer que puedes disponer de él como quieras y sin límite, pero no es así. Te pasa factura en tu vejez… arrepentimiento, sentimiento de culpa, …

Liberarnos de él, como aquel hombre del desierto que se encontró con un hombre de ciudad haciendo turismo y éste le preguntó con curiosidad sincera si era feliz. El hombre del desierto le respondió «veo que tu llevas un reloj que te controla. Yo soy libre hermano, tengo todo el tiempo del mundo» y volvió a su estado contemplativo.

Comienza un nuevo año, nuevos planes, nuevas promesas y exigencias con uno mismo, … relajémonos, guardemos silencio y observemos la luna que esta noche brilla y nos regala su resplandor, Solo eso …

La vida viva.

Donde pongas tu atención se concentrará tu energía.

Donde pones la energía, graba la intención y focalizarás tu voluntad.

Donde está tu intención está la fuerza y la Conciencia.

Donde está la Conciencia está tu esencia; la vida viva.

Respira conscientemente: Inhala contando hasta 6. Reten contando 3. Suelta lentamente hasta 9.

La Respiración Consciente es la clave para controlar tu Mente y emociones.

¿Éter, Prana?

Por encima de nuestro Cielo se encuentra el elemento Éter, que es más puro y luminoso que el aire.

Mientras que el Prana, de acuerdo al hinduismo, es la energía vital que impregna y pone en conexión todo lo que hay en el Universo.

El Cosmos está compuesto de Éter, akasa (materia inherente) y Prana (energía pura).

La unión del Espíritu y la materia se logra con el Prana (energía vital), sin ella no podríamos existir.

En sánscrito , PRANA, significa ALIENTO y representa la energía vital. Y es la energía de la Conciencia misma.

En el Kriya Yoga se trabaja con el Prana. Haciendo ejercicios específicos de respiración consciente se logra aumentar, reunir, redirigir y almacenar esta energía sutil para poder hacer un uso consciente de ella para un mayor beneficio tanto físico, mental, emocional y espiritual.

Además del Yoga, existen hoy en día en Occidente otras técnicas parecidas, con el mismo propósito. al saber -y habiendo sido corroborado científicamente-, que es a través de la respiración consciente que aumentamos nuestra energía vital y es el mejor método natural para deshacer la ansiedad, el insomnio, la falta de concentración y muchas otras dolencias y discapacidades mentales.

La mayoría de personas jóvenes no ven la necesidad de aprender estos saludables hábitos pero puedo asegurar que, mientras uno se va haciendo mayor, tener conocimiento de estas sencillas herramientas, le hace a uno sentirse más seguro de sí mismo.

Soy imperfecta

Si todavía pretendiese ser quien no soy, a estas alturas de mi vida, después de tantos batacazos recibidos. Si todavía estuviese pretendiendo ser perfecta, estaría totalmente agotada, estresada y con ansiedad; lo que ahora es tan común…

Lo digo sin vergüenza; yo soy muy imperfecta en todos los sentidos. Porque también soy muy desigual físicamente (tengo una pierna más corta que la otra) … debe ser que ese desequilibrio me da un cierto «estilo» natural diferente. Que no es defectuoso ni incorrecto ni incompleto sólo algo anormal.

Y eso ha influenciado -la naturaleza es sabia- para que mi esqueleto se reacomodase a su manera sin hacer ningún drama. Y luego, mi carácter, pues lo mismo; compenso una cosa con otra, como todo el mundo. … debe ser que existe una interrelación entre físico y mente así que mi personalidad -de siempre-ha cojeado.

Pero lo importante es la actitud, eso es lo que cuenta a la hora de hacerse con la vida tal como uno es. Y ya está.

La percepción de uno mismo

¿Qué pensabas, que no iba a tener final el sufrimiento? ¿Que no iba a tener recompensa tu esfuerzo? ¿Que lo correcto y la verdad no asomarían nunca para hacerse valer en ti?

Iniciamos nuevas formas de pensamiento y acción. Nos sacudimos de encima lo viejo e inútil. Nos reconstruimos. Corregimos el rumbo. Aprendemos.

Alertas pero sin miedo. Cautos pero decididos a aceptar desafíos.

Somos llevados al máximo de tensión para que reaccionemos y nos alistemos al cambio; no hay tantas opciones; ser nosotros mismos o esclavos voluntarios al sufrimiento.

El Amor -esa energía pura sublime- es la gran experiencia que se nos brinda ahora. Estamos sintiendo los cambios, consciente o inconscientemente. Los conflictos, las crisis de ansiedad y miedo, nos avisan de la llegada de la tormenta emocional; veámosla venir y enfrentémoslas con decisión y calma.

Se levantarán los velos y sólo será posible ser auténticos con nosotros mismos. No convirtamos el dolor en sufrimiento. Podemos crear nuevas formas para sentirnos felices y en paz con nosotros mismos: amándonos.

Entre lo que soy y lo que aparento ser.

Este es un mundo creado por una Mente descentrada y desconectada de su origen. Una Mente superficial que no se le ha enseñado a pensar en profundidad ni a reflexionar, tomar decisiones y mucho menos a mantenerse en calma.

¿Tu apetito queda satisfecho con sólo leer el menú? La Mente nos dicta la carta y espera nos conformemos con sólo decirnos lo que hay de comer. Y el caso es que a muchos les basta tener sólo la información, cuando lo suyo es EXPERIMENTAR.

¿Quién soy y qué aparento ser?

El ser humano que ha olvidado que es mucho más que un cuerpo físico tiende a sufrir innecesariamente. Si entendiésemos que no hemos venido a competir sino a compartir la vida sería más sencilla y placentera.

Cuando no nos conocemos a nosotros mismos no procesamos los hechos y menos los conflictos que somos incapaces de prever y resolver adecuadamente. Es como si engullésemos la comida, sin masticar y sin digerir … sólo nos va a producir dolor de estómago y no será de provecho.

Reconciliación con uno mismo.

El ser humano se descuida a si mismo porque desconoce su naturaleza. En el momento en que asumimos quienes somos, lograremos apaciguar nuestra mente de expectativas y exigencias.

El Camino a Casa no ha cambiado, sólo se hace más claro, Y a la vez, si colaboramos, se hace más sencillo siendo flexibles,

SOLTAR PARA AVANZAR

Lo que yo aplico en mi vida y me da resultado: cuando algo me molesta de otra persona me cuestiono a mi misma, antes de echarle la culpa al otro. Siempre, mejorando o ajustando algo en nosotros mismos, nuestro alrededor se vuelve más amable y tolerante.

Las frases que utilizamos para justificarnos como » me fastidia su mal carácter. Me saca de mis casillas por esto o lo otro. Él es el culpable de que nuestra relación no funcione. Es un rencoroso y un aguafiestas, me pone de malhumor. Por su culpa lo nuestro ha terminado». … y un largo etcétera.

Es fácil y recurrente verlo en las relaciones de pareja. La persona que ya lleva en su haber varias relaciones fallidas, todas por el mismo motivo, pero sigue justificándose diciéndose «siempre atraigo el mismo tipo de hombres» … ¿No sería más beneficioso preguntarse QUÉ comportamiento hay en mi que ocasiona una confrontación con el otro o la misma fricción y daña nuestra relación. Algo hay en mí que todavía no sé ver y debo solucionar, me doy cuenta de que siempre tropiezo en la misma piedra»

Este cuestionamiento hacia uno mismo es independiente sobre las discrepancias y razones verdaderas que podamos tener y que nos llevan al enfado o decidir romper una relación. Lo que pretendemos es reforzar nuestra invulnerabilidad emocional y hacer que toda situación en nuestra vida nos sirva de aprendizaje para nuestro mayor crecimiento personal.

Nada sucede por casualidad. Toda persona que entra en nuestra vida tiene algo que enseñarnos. Por supuesto que, una vez hemos aprendido la lección podemos decidir seguir nuestro propio camino… pero no antes, pues entonces sí que se repetirá la situación y diremos aquello de «siempre atraigo el mismo tipo de persona».

Porque si siempre me justifico diciéndome que es el otro quien tiene el `problema y es el otro quien debe solucionarlo en él. Que es el otro quien tiene que cambiar, si quiere que nuestra relación continue, no soluciono nada en mi. Los dos tenemos algo que aprender, seamos humildes y reconozcamos nuestros fallos. Nadie es perfecto.

La Sabiduría nace en nosotros cuando conseguimos observar e identificar al personaje -nuestro Ego-. En el momento en que el VER actúa, el Ego pierde fuerza, no queramos tener siempre la razón. Siendo Observadores imparciales es como podemos SOLTAR toda esa corteza que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida que nos hace rígidos mental y emocionalmente.

Soltemos los miedos; a que nos hagan daño, a no ser queridos de la forma en que deseamos o queremos. Soltemos el miedo a sufrir, a fracasar. Soltemos la ansiedad por lo que pueda pasar mañana. Aprendamos a vivir el presente. Respiremos hondo y situémonos en el PRESENTE. Y cada vez, durante el día a día, en que nos descentramos, respiramos conscientemente, y nos sentimos viviendo el PRESENTE. HOY.

Sobre todo, aceptando ser quien soy desde mi Ser. Respetando al otro como es sin pretender cambiarlo a mi gusto. El Amor por mi debe ser tan grande como el Amor que siento por los demás.

Y damos las gracias.

La auto-complacencia de la Mente.

La toma de Conciencia de nuestra realidad es la que nos hace crecer.

El empeño más engañoso de auto-complacencia que uno puede hacerse a sí mismo es verse desde el prisma del ego.

Siempre, la mente, que se confabula con el ego, encontrará la forma de embaucarnos, de crear espejismos,trampas; mediante la justificación, el disimulo, la mentira, la adulación. Cuantas más resistencias la mente crea para seguir dominando desde el ego, más dificultades y conflictos tendremos para salir de esa visión de nosotros mismos que es distorcionada, falsa y que nos limita.

Lo que para los demás está tan claro de ver en nosotros, para nosotros mismos resulta un laberinto tortuoso y oscuro, a la hora de querer VER la raíz de un problema o conflicto que nos atormenta. Y nos enfada y molesta que, cuando explicamos a algún amigo nuestros conflictos de los que no sabemos salir, el amigo se sonríe con gesto compasivo, y nos da una explicación de nuestro problema que nos parece totalmente absurda,… «mira, yo de tí…» nos dice. Pero ni le escuchamos.

Así que seguimos errequeerre repitiendo las mismas argumentaciones; bloqueados en los cuatro razonamientos que nos justifican y la pregunta que nos martillea de ¿por qué a mí? o ¿y ahora cómo salgo de esta encerrona?… Los amigos no nos dicen lo que queremos escuchar para que nos reafirmen en nuestras creencias. Nos dan consejos imposibles y sermones empalagosos o «ya te lo dije», «ya lo sabía yo»…

No queremos ver. Giramos la vista hacia otro lado porque no queremos enfrentarnos al problema con la idea ilusoria de que por si solo desaparecerá. Pero, muy al contrario, el problema se complica, se agranda y se fosiliza, resumando amargura, frustración, desilución, rabia, odio….

Preguntamos al tarorista. Nos hacemos la carta astral. Contamos una y otra vez lo desgraciados que somos. Todo, menos pararnos e ir a nuestro interior y en el silencio y quietud del encuentro con nosotros mismos, escuchar a nuestro corazón. Ahí sí que el ego se derrumba, se ablanda y claudica.

Ahí es cuando tiene la oportunidad de VERSE a sí mismo y si tiene coraje, se enfrentará a la realidad que siempre duele pero finalmente reconforta. Reconforta ASUMIR que uno se ha equivocado. Reconforta tomar la responsabilidad de uno mismo. Reconforta sentirse digno para comenzar de nuevo. Reconforta saberse persona con derecho a amar y ser amada, no importa cuántas veces se haya equivocado o errado el camino.

La toma de Conciencia de nuestra realidad es la que nos hace crecer.

La Conciencia.

«un ser humano es lo que piensa en su corazón«.

Al espíritu sólo se le puede experimentar. Y ese sentir que experimentamos, a nivel de la Conciencia, nos da conocimiento sin necesidad de traducirlo en palabras.

Cualquier tipo de conflicto que uno viva tiene que ver con la incoherencia entre quien uno es en esencia con la imagen que uno quiere dar de sí mismo y que no tiene realidad. Esa fricción interior crea desgaste y finalmente hasta duele el Alma.

Cuando una persona pone todo el rato resistencia y no da oportunidad al Alma a evolucionar, teniéndola comprimida, aparecen tarde o temprano en el cuerpo físico las tensiones, la ansiedad, la depresión … De forma inconsciente, por pura ignorancia, la persona se boicotea a sí misma,

La falsa identificación bloquea la naturaleza de la persona y no le permite manifestarse. La auto-realización equivale a la eliminación de la ignorancia.

Una Conciencia densa tiene una mente rígida. O mejor dicho; una mente rígida no deja desarrollarse a la Conciencia. Está repitiendo lo mismo una y otra vez, esperando un resultado diferente. No tienen la claridad mental para tomar decisiones correctas. Duda y se siente inseguro.

Una Conciencia despierta tiene la habilidad de resolver los problemas de forma ágil. Confía en su toma de decisiones. Y siente su progreso y el desarrollo de su capacidad mental con mayor firmeza.

«Para que la vida tenga sentido, la existencia debe tener profundidad«. Para ello tenemos que despertar nuestra Conciencia, siendo Observadores y adentrándonos en nosotros mismos.