El Alma nunca se ha alejado de su sitio. Está donde corresponde y actúa, si no ha sido dañada,  según su esencia… El Alma se mueve en su ámbito que es el ámbito espiritual y cumple con su cometido que es proteger el Espíritu.

La  mayoría de las veces el ser humano sufre; sufre su cuerpo físico, sufre su mente y sufre su cuerpo emocional … pero no su Alma.

El Alma no llega a ser dañada cuando lo que aflige al ser humano es algo superficial que afecta sólo la dimensión del cuerpo físico …

El Alma observa de forma neutral; todo es relativo en el mundo material …

Si vas hacia adentro de tu Ser podrás percibir el espacio donde se encuentra el Alma. Cuando alimentas tu cuerpo espiritual, el Alma puede llegar a ocupar todo tu interior, desde el estado de «complitud» que ella crea y que tu puedes sentir como INTEGRIDAD. Y la persona íntegra es la que es libre.

Redescubrir y reencontrarte con el sentir de tu Alma es lo mejor que te puede pasar: eres mucho más que un cuerpo físico. Conectar con tu Alma te proporciona seguridad en ti mismo. Tranquilidad y paz interior. Te sientes reconfortado. Te sabes parte del Universo. Sabes que eres eterno. Aprendes a relativizar las cosas externas. Sientes cómo tu Conciencia se expande. Comienzas a deshacerte de patrones heredados. Te resulta más fácil sintonizar con el amor y la compasión.

Si el Universo sigue expandiéndose también  nuestro espíritu …