Calidad humana

El Amor engrandece la Libertad. Si en nombre del Amor se nos priva de nuestra libertad, entonces no es Amor, es manipulación. Sin Libertad no hay Paz, el corazón y el Alma sufren.

Sólo siendo AUTÉNTICO contigo mismo es que eres capaz de AMARte a ti mismo y a los demás. Desde la autenticidad del SER que eres. Pero el ser humano común vive desde el auto-engaño por no conocer el Amor auténtico, por no conocerse a sí mismo y su magnitud de amar.

Viviendo en el elemental nivel del EGO, busca su propio interés. Cuidado. Amarse a uno mismo requiere de una introspección, llevando la mente al corazón y cuestionarse ¿estoy dando lo mejor de mi?

Podemos introducir mejoras y hacer un desarrollo gradual de nuestra Conciencia personal hacia la apertura con la Conciencia universal. Podemos cultivar nuestra propia naturaleza y reactivar nuestro espíritu.

Acaso sea necesario volver a fertilizar nuestro corazón pero siempre que lo hagamos desde la sinceridad y la correcta intención, el crecimiento está garantizado.

No hagamos un sobresfuerzo por obtener aquello que se encuentra fuera del alcance de nuestras posibilidades y verdadero provecho. Porque resulta frustrante y un desgaste de energía. Aceptemos más bien lo que fluye con facilidad hacia nosotros. Permitamos que actúen las fuerzas de transformación interior que, queramos o no, moldean nuestro destino y nos brindarán ganancias inesperadas, no precisamente materiales.

Así es la magia que opera en dimensiones invisibles, en realidades paralelas y si no ponemos resistencia nos ayudará a volar a gran altitud. Libres de ataduras y conflictos. Con una mejor calidad humana.

El papel de víctima

Hay material suficiente para hacer de la vida un drama pero también hay que decirlo, que es absurdo elegir ese camino, que lleva al sufrimiento.

Cuando te das cuenta de que existen otras posibilidades más sencillas y liberadoras, la actitud se flexibiliza, la panorámica se ensancha y la conciencia personal se conecta con la Conciencia Superior para conseguir expandirse más allá del Plano material.

Es decir, salirse del rol de víctima, supone un gran alivio.

Y es cuando te das cuenta de que no eres tu cuerpo físico y de que ni siquiera eres tu mente, cuando puedes comenzar a deshacerte de las emociones y condicionamientos que crean sufrimiento inútil.

Y es cuando te das cuenta de que lo que llamamos felicidad -y que buscamos fuera- se refiere a la paz que podemos sentir dentro y es el mejor estado que podemos desear y alcanzar, para luego compartirlo –irradiarlo– sin esfuerzo a nuestro alrededor.

La Conciencia

Para que la vida tenga sentido, la existencia debe tener profundidad. Y para que haya profundidad, debemos desarrollar nuestra Conciencia y expandirla para que emerja el conocimiento verdadero.

¿Qué es la Conciencia? Es el espacio inconmensurable donde se aloja nuestra esencia divina. Es la que nos proporciona el conocimiento directo (sIn pasar por la Mente) que llamamos INTUICIÓN. Ese sexto sentido es el que nos saca de la mediocridad existencial.

Nuestra verdadera identidad está formada por la Conciencia y sin ella la vida ni sería posible ni tendría sentido o propósito. Somos Conciencia. Energía de AMOR.

Una vez se ha experimentado la libertad del Ser -nuestra esencia- el anhelo se hace mayor para obtenerla de forma definitiva,

Quien ha comprendido esto y siente la certeza de que así es en lo más profundo de su Ser, fluye y se deja guiar por su Conciencia, porque sabe que ella es la LUZ que le guiará de vuelta a la Fuente.

Entonces, la Mente deja de intervenir o lo hace poco y si intenta dominar nuevamente, la Conciencia, que es observadora impersonal le hace ver cuál es ahora su posición y función real.

La historia personal con la que uno se identifica, pesa como una gran roca a la que uno está atado y no le permite moverse con libertad. Todo ello es ilusorio y mental. Es lo que nos tenemos que sacudir de encima.

Cuando la Conciencia despierta, el Alma siente resucitar.

Ahora me entero

Ahora me vengo a enterar, con 77 años, de que soy una persona ALTAMENTE SENSIBLE (diagnóstico PAS: Persona Altamente Sensible). Y, como a toda persona que finalmente se la valora médicamente con algo específico que la hace distinguible pero no anormal , resulta ser un alivio. De verdad. Aunque una lo intuía no tiene la certeza… y la opinión de los demás pesa y horada.

Porque uno termina acomplejándose, sintiéndose culpable por esas diferencias que muchos tildan de manías, querer sobresalir, dárselas de lista… y una se vuelve torpe, con baja autoestima … por ese sentimiento de delito de ser como una es y que no puede ni sabe cambiar.

Una persona con alta sensibilidad emocional y sensorial y alta intuición, no soporta por demasiado tiempo los ruidos, olores fuertes, algunos tonos de voz, energías disonantes y tóxicas. Por todo ello sufre de sobrecarga y saturación que le provocan malestar. Teniendo que optar por aislarse muchas veces para poder recuperarse.

Lo que se confunde con depresión y trastornos mentales, no son nada más que rasgos de la personalidad y no toca otra que adaptar la vida a la forma de ser de cada uno.

De ahí la importancia de conocerse a uno mismo. Por favor, respetemos al prójimo. Las personas altamente sensibles e intuitivas captan más información del entorno y de los demás aun sin quererlo, teniendo muchas veces sensaciones intensas, que la agotan. Tiene que aprender a guardar silencio y no decir todo lo que sabe.

De ahí el alivio que una finalmente siente, sacudiéndose de encima las paranoias sobre sí misma que la han acompañado toda su vida, antes de descubrir y aceptar su realidad.

Cómo solucionar conflictos

El que se enfada tiene derecho a manifestar sus razones pero para hacerlo de manera que no se exceda su reacción en palabras hirientes o decisiones precipitadas, a veces decidir hacer una pausa de reflexión es lo más indicado hasta que vuelva la calma y la mente y el corazón hayan sanado sus heridas, muchas veces magnificadas por el ego. Porque cuando uno se enfada, es como si le hubiese dado permiso al otro a molestarle, accediese a sentirse agraviado. Si no fuese así, cuando uno disiente del comportamiento del otro, lo habla y soluciona las desavenencias sin que le produzca un enfado exagerado, sobre todo cuando hay amor. O sea, el problema de cuánto me enfado está en uno mismo.

Si los demás implicados tienen buen juicio (y amor) deben confiar que la cordura volverá en su momento, cuando haya solucionado en sí mismo el problema. Aceptar su decisión de retirada y respetar su tiempo y espacio, sin pretender entender ni juzgar las decisiones del ofendido es una actitud sabia, igual que el perdonar.

Cada conflicto es con uno mismo y cada quien debe resolverlo en sí mismo, para su crecimiento personal.

Por lo demás, sobran las interpretaciones de juicio. No es necesario posicionarse en alianzas sino que cada cual observará en su interior, de forma lo más impersonal posible, para que la verdad salga a la Luz y aporte a cada uno lo que le corresponda por justicia, una vez calmadas las aguas.

¿Qué es lo que me ha molestado tanto? Toda solución se vuelve más fácil desde el Amor y cada crisis resuelta aporta bondad a los corazones.

Cabalgar el Tiempo

El Tiempo existe mientras vivamos en él. Y en ese transcurrir, no nos engañemos, el Tiempo manda, tiene el Poder. Puede ser caprichoso y cruel o por el contrario ser mágico e intensamente lírico, bello y mostrarnos su sabiduría.

Lo mejor y más inteligente es poder montarlo, cabalgar en él. Domarlo. Haciendo que nos lleve a donde nos plazca, aliado con nuestro Ser.

Ir montada en él, al trote, a galope y, a ratos, al paso, disfrutándolo. En perfecta sintonía y sincronicidad.

Al Tiempo ni se le ocurre detenerse o volver atrás. Ya no existe lo vivido, sólo queda en nosotros lo experimentado, ya asimilado. Pero lo que se refiere a los hechos, esos ya no existen.

El Tiempo no se rinde. Se calma pero no claudica. Siempre cambiante y a la vez, en esencia, el mismo.

El Tiempo puede producir deterioro si no se le atiende correctamente. Si no se le presta atención crea desgaste, tanto físico como mental. Pero, sabiendo ser positivo, el Tiempo es valiente, nos inspira, haciéndonos sentir seguros de nosotros mismos. Entonces, el Tiempo, hace de la vida un desafío valioso en el que nos sentimos capaces de salir airosos y sentirnos dichosos de tenerlo a favor.

Resucitar el Alma

Ve hacia adentro e indaga, sin que participe la mente, escudriña, cuestiona sin que interfiera la razón ni el juicio. Sólo siente y deja penetrar la Conciencia, que bucee bien al fondo, que ella sabe lo que busca para llevarlo a flote.

Ve hacia adentro y curiosea, que fluyan tus sentidos internos, que tu sensibilidad se despliegue a ver lo que es invisible a la vista y los oídos externos son incapaces de escuchar.

¿Quién se cree que la seguridad es mejor que la libertad?

¿Quién adorna con cascabeles el yugo que nos sujeta y limita?

Seamos Observadores de nosotros mismos y surgirá la pregunta ¿Quién en mi es el Observador? Así es cómo conectarás con tu Alma.

Desarrollemos el Poder de estar presente en el AHORA. Esto se consigue a través de la respiración consciente. Tan sencillo como sentarse con la columna vertebral recta, tomar aire contando hasta 4 y soltar el aire lentamente contando mentalmente hasta 8. Continuar con esta respiración hasta que espontáneamente soltamos un suspiro. Hacerlo varias veces al día y crearemos un hábito que mejorará nuestra calidad de vida y nos hará mantenernos atentos y despiertos a la realidad.

Aceptación / Resignación

La aceptación no es un estado pasivo del Ser, eso sería la resignación. La aceptación se crea desde el consentimiento consciente y por lo tanto desde un asentimiento voluntario.

Si produce sufrimiento lo aparentemente aceptado, si hay sentimiento de obligación o presión, entonces no ha habido aceptación sino represión y las consecuencias y efecto será de padecimiento y amargura.

Cuando la actividad mental es débil y confusa se hace difícil pensar y actuar correctamente y con claridad. La mejor manera de abordar cualquier problema que requiera tomar una decisión es a partir del CÓMO.

¿Cómo solucionarlo? ¿Cómo enfrentarme al problema? ¿Cómo saber qué debo hacer?

Una pregunta bien enfocada evita las malas interpretaciones. Si desde el CÓMO no aparece la respuesta entonces haced la pregunta desde el corazón preguntando ¿Qué debo hacer?

Para una acertada resolución de conflictos es preciso haya auto-conocimiento, y capacidad para reconocer y regular las emociones propias y las ajenas.

¿Cómo saber que la decisión es la correcta? Cuando el corazón siente paz ante la decisión tomada.

Somos Conciencia y Luz

Somos energía vital, Alma y Espíritu. Ahora en un cuerpo físico, en la tercera dimensión del planeta Tierra en la galaxia de la Vía Láctea. Dentro de un tiempo/espacio determinado, para después seguir nuestro camino, de vuelta a Casa, dentro de la eternidad.

Somos energía que no muere, seguimos experimentando la magnitud y sutileza de nuestro Ser, la evolución y la magnificencia de la Conciencia Suprema de la que somos parte.

Desde el trabajo de des-identificarnos del yo-personaje y RECORDAR quiénes somos, incluida nuestra misión de vida.

Y esto implica el DESAPEGO total de todo deseo. Somos, en estado de Amor, incondicionalmente, compasivos con todas las almas, desde el corazón espiritual impersonal, cuando hemos vivenciado la UNICIDAD con el Todo.

Nuestra Alma en estado de ascensión y nuestro Espíritu, incorruptible, por siempre, hacia la trascendencia de nuestro Ser en LUZ.

No te descorazones

Me digo que no soy una buena persona y al mismo tiempo que digo esto siento lo absurdo de lo que estoy diciendo. Así que lo retiro; no quiero hacer un drama. El sentimiento de culpa, que puedo razonar perfectamente para no castigarme, sé que también es falso.

Pero el remordimiento, por las cosas que no he hecho bien, siguen estando ahí, como un monstruo dormido que a veces despierta y me acosa.

Ayer falleció una amiga mía y la noticia me impactó, me cogió desprevenida e hizo que despertaran los fantasmas que habitan en las sombras de mi subconsciente, aprovechando la Mente el momento para recordarme -restregándomelo en la cara- que no atendí a mi amiga cuando necesitaba ayuda. Y aunque era verdad que yo misma por entonces tampoco me sentía con fuerzas para gobernar mi vida, no era excusa para no ayudarla cuando me lo pidió.

La Mente razona pero le cuesta procesar e integrar la enseñanza, enseguida el Ego la distrae para que siga revoloteando de aquí para allá, mortificándose. Me castigo pero a la vez me justifico y defiendo,

Por otro lado, el corazón destila las emociones y sentimientos, depurando la esencia de cada uno de ellos, quitándoles peso. La bondad del corazón hace más llevaderas las cosas. Y me susurra «Haz un cielo de tu vida. No te descorazones. Asume, asimila, trasciende».