
Esto es algo que he enseñado durante muchos años como punto de partida para el conocimiento profundo de uno mismo: La Observación consciente.
Comienzas por ser observador de tu cuerpo; esto te llevará a estar en el Presente. Consolida el hábito de observarte y hacerte consciente de lo que estás haciendo en cada momento. Luego hazte consciente de tu respiración, de igual manera siente cómo respiras, cómo tomas aire y entra por tus fosas nasales y lo llevas a tus pulmones. Tómate tu tiempo, con perseverancia, hasta convertirlo en hábito.
Añade a estos dos pasos, la observación de tus pensamientos, de cómo trabaja tu mente y ponla a tu servicio.
Con el poder que te ha dado estas prácticas, súmale la observación de tus imágenes internas, tus sueños, tus visiones. Hazlo sin juicio, ni tampoco intentes analizarlos.
Por último haz que todas estas prácticas funcionen en ti simultáneamente. Esto se llama AUTOREALIZACIÓN. Sin darte cuenta te habrás deshecho de todo lo superfluo que te revestía y resultaba ser una carga inútil e innecesaria.
Todas estas Observaciones simultaneas te ayudarán a atravesar el UMBRAL hacia una dimensión superior de ti mismo. Donde serás capaz sin esfuerzo de conectar con tu Ser esencial.
Y esto no tiene más explicación que lo que tu mismo vas a vivenciar.
