El buen pensamiento

Vamos a buscar el equilibrio en todo porque mezclar cosas o desorbitar intereses, diluye la fuerza de la atención.

Distraer la Mente demasiado la debilita, la aleja de su centro. Pero igualmente lo contrario, trabajar sin descanso, la terminará agotando irremediablemente.

Por ello, vamos a buscar el equilibrio -la justa medida- en nuestra vida: en la alimentación, la respiración, el descanso, el pensamiento, el sentimiento, la distracción, el trabajo.

Vamos a ocuparnos de que haya en su justa medida rutinas y hábitos, disciplina y relajación. No nos vayamos a los extremos como reacción.

No seamos ni ilusos ni ingenuos pero tampoco rígidos o faltos de inocencia.

Podemos crear un estado armonioso y positivo que nos llega de la satisfacción y equilibrio interior.

E igualmente podríamos crear un estado de desarmonía y negatividad donde parece que la vida no tiene sentido.

Ambos son creados por la Mente. No permitamos que la Mente nos lleve a las extremos pensando que una rosa si buscase la seguridad pediría ser de plástico...