Mente y corazón

¿Tu apetito queda satisfecho con sólo leer la carta del restaurante? Tendrás que pasar a la acción y elegir algo para comer…

¿De qué sirve que la Mente vague errante haciendo preguntas sin darse tiempo a responderlas? Sintiéndose impedido a salirse de ese circuito de repetir una y otra vez los mismos patrones que lo mantiene a uno infeliz e insatisfecho consigo mismo. Sin respuestas.

Tiene que haber coherencia entre la Mente y el corazón. Tiene que haber conexión y sincronización. Porque en la Mente está toda la información que precisamos pero precisamos de ACCIÓN -decisión- y llevar a la práctica lo que razonamos … y no es fácil pero es imprescindible.

SUMEMOS LOGROS.- Nos sentimos frustrados cuando no hemos conseguido lo que imaginábamos y deseábamos. Y esa frustración ha creado un bloqueo de energía en algún lugar de nuestro cuerpo que nos impide actuar nuevamente con libertad y confianza. Pongámosle atención y enfrentemos esa emoción negativa para disolverla y poder salir de nuevo a la vida con entusiasmo y confianza en nosotros mismos.

NO HAY FRACASO SINO APRENDIZAJE.

Hacer este tipo de reflexiones con pensamientos positivos nos ayudan a aceptar mentalmente lo que ya conocemos de forma intuitiva: vamos a intentarlo nuevamente. Es posible.

Desde el Amor, respondernos ¿Quién soy? ¿Qué he venido a aprender? ¿Qué estoy aprendiendo? ¿Cuáles son mis virtudes?

Estamos aquí para sintonizar con nuestro propósito de vida, esclarecer e impulsar el Camino a seguir. Lograr reconciliarnos con todo lo que nos ha tocado vivir e integrarlo en nosotros de forma exitosa, para que nos transmita paz, amor y armonía en nuestra vida por nuestro bien y por el Bien común.

Fin de la simulación

La resonancia Schuman, es un conjunto de frecuencias de ondas electromagnéticas que existen entre la superficie terrestre y la ionosfera. Viene a ser como el latido de la Madre Tierra y aseguran que puede provocar un despertar espiritual.

Ahora mismo entramos en una nueva etapa evolutiva que puede conectarnos a la máxima jerarquía cósmica que es la Conciencia Suprema que llamamos Dios. Nuestra misma identidad hecha a semejanza de Dios, es Conciencia, todo lo demás son filtros o velos -como queramos llamarlo- que nos separan de la Realidad y de nuestra verdadera identidad.

Comenzamos a darnos cuenta de nuestra condición como seres divinos y eternos. Para ello tenemos que comenzar a deshacernos de todo lo falso en nosotros. Dejar de aparentar lo que no somos. Deshaciéndonos de la densidad que nos mantiene pegados a la materia de la tercera dimensión.

Tenemos que salir de programas mentales disfuncionales. Porque es la Mente débil la que nos enferma, cuando se alía con el Ego. Y aunque parezca contradictorio, es también la Mente, cuando es fuerte y clara, la que puede sanarnos.

La Presencia y Conciencia Suprema está en todas partes. Somos parte de ella. No es algo para creer sino para vivenciar. Despegamos.

La santa Paciencia

Absolutamente todo es sostenido por la PACIENCIA.

Si no tienes paciencia estás perdido. Si crees que cuando se te acaba la paciencia ya no hay más te equivocas. La paciencia es infinita, sólo tienes que hacerte con ella… rindiéndote.

¿Quién boicotea nuestro deseo de ser más paciente? El Ego.

Pero tengamos presente que: Con paciencia se alcanza la sabiduría de saber, primero, sobrevivir y luego de saber vivir dignamente, acorde a nuestra naturaleza.

Con paciencia ves venir el conflicto, no te pilla desprevenido ningún tipo de problema y sabes cómo solucionarlo.

Con paciencia es más llevadera la enfermedad, sea cual sea. Comienzas a valorar y agradecer, te haces responsable de tu salud.

Con paciencia puedes desarrollar todos los valores del ser humano e inclusive trascender todo pensamiento negativo.

En cada etapa evolutiva de la Conciencia, la PACIENCIA se muestra en un grado superior. que ni siquiera podemos imaginar cuánto nos puede llegar a transformar.

Todo lo que está oculto a nuestra percepción nos incapacita para VER la Realidad. Sólo a través de la paciencia y todo lo que ella nos enseña, seremos capaces de retirar los velos que nos separan de nuestra verdadera identidad y potencial.

Llevar energía al Centro Ombligo

Para procesar pequeños conflictos que no sabemos resolver, podemos acostarnos bocarriba, poner el dedo pulgar de la mano derecha en el ombligo y la mano izquierda encima, para relajar esta zona tan importante del cuerpo, haciendo unas respiraciones conscientes; respirando desde este Centro lentamente.

Sencillamente, cuando estamos nerviosos o preocupados, la energía vital se tensa en este punto del cuerpo y las emociones quedan bloqueadas. Y aparece el cansancio.

RELAJEMOS LA MENTE.- Cualquier asunto que uno esté reprimiendo, desde la duda y la desconfianza, con este ejercicio repetido tres veces tres, se conseguirá desbloquearlo y aparecerá la solución por sí misma.

Cuando tenemos poca energía, nos impacientamos rápidamente, esto es una indicación del cuerpo de que paremos y hagamos varias respiraciones conscientes (inhalar contando hasta 6. Retener 3. Soltar lentamente contando hasta 9. Quedar en vacío contando hasta 3 y volver a empezar). En el momento en que sueltas el aire, pon la intención de soltar el cansancio, los nervios, las preocupaciones, la ansiedad… Funciona. La Mente debe estar a nuestro servicio. «Yo no soy mi mente«.

Lleva las manos sobre el CENTRO OMBLIGO, hasta lograr una perfecta relajación. Cuando sientas que está relajado, sentirás que es capaz de mover gran cantidad de energía al sistema nervioso. Es una manera más de elevar nuestro nivel de Conciencia.

Si la CONCIENCIA la sentimos densa, pesada, es que nuestra Mente está rígida. Es como repetir lo mismo una y otra vez, esperando un resultado diferente. Pero somos incapaces de darnos cuenta de ello.

Es desde la Conciencia refinada como se pueden resolver los problemas sin mayor esfuerzo.

Practica. Crea nuevos hábitos. Así fortaleces tu autoestima.

Mente consciente y subconsciente

Dijo Oscar Wilde «mi evolución es constante, permítanme presentarme de nuevo«.

El cuerpo mental nos ayuda a visionar el inmenso campo de posibilidades a nuestra disposición. El cuerpo emocional nos lleva a percibir más allá de lo concreto desde la intuición. Y si dirigimos correctamente nuestro cuerpo físico conseguiremos salir perfectamente del sufrimiento para alcanzar la paz interior estable.

Nuestro objetivo, si somos inteligentes, sería volvernos universales… aunque ya lo somos en realidad, sólo tenemos que creerlo, vivenciarlo y manifestarlo …hacernos con el poder que nos identifica con el Ser y el espíritu que nos guía.

Tenemos que hacer un compromiso con nosotros mismos… visionar nuestro potencial y poder, puede llegar a ser impresionante… y no me refiero a verlo desde el ego sino desde la Conciencia impersonal; desde el Ser inmortal y eterno que somos.

Tenemos que expandir nuestra Conciencia y abrir nuestro corazón. Hacernos conscientes de nuestra realidad individual y colectiva.

Es nuestro subconsciente el que controla el 90% de nuestro cerebro y es responsable de todos los funciones vitales del cuerpo, la memoria a largo plazo, hábitos, patrones de comportamiento, creencias, intuición, conexión espiritual… mientras que la mente consciente controla menos del 10%; la memoria a corto plazo y el razonamiento. No basta con que sepamos razonar y acumulemos información. Podemos desarrollar nuestra Conciencia y adquirir un conocimiento directo de la Fuente.

Salgamos de la idea de que estamos atrapados en la rueda de vida/muerte. Consigamos que nuestra esencia se revele. Todo vibra en el Universo, hagamos que nuestra vibración sea elevada y formaremos parte de la sintonía universal que está eternamente en expansión.

Cambios y limpieza

Hoy en día todo está contaminado. Lamentablemente, también lo está nuestra espiritualidad. Y si nuestro espíritu se encuentra contaminado es porque nuestra Mente se ha debilitado de tal manera que está asfixiando nuestra Conciencia.

Y no es que quiera dramatizar la situación que vivimos ni escandalizar a nadie pero la Realidad habla por sí misma. Vivimos como autómatas, olvidado nuestro potencial divino.

Estamos cosechando lo que hemos sembrado; así funciona la Ley universal de Causa y Efecto. No podemos culpar a nadie ni sirven las justificaciones. Nuestra inconsciencia e ignorancia, nuestro egoísmo y codicia, nos han traído nuestras miserias, personales y colectivas.

Elige y decide como quieras vivir tu vida, sabiendo que lo externo es secundario. Ya las excusas no son válidas y las disculpas no arreglan nada. Ahora toca actuar, sacudirse de encima las evasivas y abrir los ojos y el corazón.

Son momentos para la transformación. Elevar nuestro nivel de Conciencia. Soltar fardos emocionales. Purificar nuestra Alma y Espíritu.

La Relajación

Tuve el impulso de dejar de hacer, y mi mente se calmó, mi cuerpo descansó, mi intuición se fortaleció.

Mi corazón se sintió libre de prisas y pude entender mejor mi alrededor y a mi misma.

Me hice con el Silencio y él mismo me enseñó a crearlo.

Busqué la paz y mi Ser me indicó fuera al interior.

No sucumbas -me decía. No claudiques.

Sé tu misma, en tu espacio, a tu ritmo, con tus certezas. Pero estate atenta, sé observadora, cierra los ojos, respira conscientemente. Conecta con la Fuente de energía dentro de ti.

Estás viva. Equilibra tus centros energéticos desde la respiración.

Las mejores cosas surgen cuando estamos relajados.

Avancemos

La sensación de movimiento es sólo una ilusión si solo nos columpiamos. Quizás sólo queríamos distraernos, entonces está bien pero si lo que pretendíamos era marchar y adelantar que sepamos que así no avanzamos.

Es nuestro cuerpo de Luz el que se eleva hacia dimensiones superiores en los sueños, creando un estado de Conciencia acrecentada. Estos sueños no se olvidan jamás aunque no entendamos el significado desde nuestra mente. Prepararnos antes de dormir, despejando nuestra mente, y poniendo nuestra atención e intención sobre lo que queremos soñar, es un avance, no importa el tiempo que nos lleve en conseguirlo.

La expansión y la confianza absoluta se tienen que experimentar por dentro pero nos frena y limita el pasado y lo poco que conocemos y confiamos nuestro potencial.

Somos lo que sentimos más que lo que hacemos, pero nos esforzamos y empeñamos en hacer … y nos olvidamos de quién somos.

Hacemos las paces, hacemos el amor, cuando la clave está en SER PAZ y SER AMOR.

Sueño fuera del Tiempo

Soñé que asistía a mi propio funeral. Allí estaban todos los amigos y familiares llorándome de forma teatral, me pareció a mi. Observaba todo el panorama entre asombrada y burlona. Ellos no se enteraban de mi realidad. Habían ido a despedirme, a darme el último adiós, a rezar por mi … pero eso a mi ya no me afectaba. A los más cercanos con tiempo ya les había avisado que me quedaba poco, que me iba a ir sin que ellos hubiesen tenido el interés o curiosidad de haberme conocido.

Pero ellos no se enteraban. No se enteran -me dije. No se enteran. Siempre hubo falta de comunicación.

Entonces me asaltó una pregunta ¿sabe Dios que existo?

¡Qué engreimiento! He estado experimentando todas las dimensiones de la vida. Sé que no hay un propósito individual. Los seres humanos somos UNO con la vida. Somos energía.

La intención le sirve al ser humano con Conciencia. Pero el propósito y el sentido lo pone la Mente, que es muy limitada y engañosa.

Me viene a la Mente un dicho: «Nada puede destruir al hierro, solo su propio óxido«.

De igual manera, nada puede destruir a una persona, solo su propia mente.

La clave para marcharnos de este mundo en paz es la aceptación sincera, total,

El niño interior

Cada vez que nace un niño se trata de un alumbramiento.

Nace con el sentido puro del asombro y la Alegría interior. La inocencia es su mayor cualidad.

Vive en el Presente y en la Presencia del Ser. Su corazón palpita Amor.

… hasta que aparece el Ego (Yo) y las circunstancias de su alrededor comienzan a formar su carácter y a alejarlo de su propio Ser.

Ya en la madurez, si ha despertado su Conciencia, hará lo posible por recuperar a su niño interior y deshacerse de todo lo que no le pertenece y le limita emocionalmente.

Entonces comienza a proyectar su propia LUZ.