La no discriminación

Mi mano derecha ha escrito poemas y mi mano izquierda no ha hecho nada. Pero mi mano derecha no se siente superior ni mejor, ni mi mano izquierda se siente acomplejada, por tal razón las dos se sienten por igual felices.

Cuando tu Mente comience a divagar, haciendo comparaciones o queriendo ser competitiva, pon tu atención en el entrecejo -tercer ojo- y DESCANSA en ese Centro. Cierra los ojos por un momento, respira hondo y lentamente, date el permiso de focalizarte para que tu Mente descanse. Suspira. Relájate.

Ahora pon tu atención en tu columna vertebral. Imagina un hilo que recorre la columna y la estira, desde su base hacia arriba, a la coronilla y hace que tu espalda esté recta. Mantente unos minutos en ese sentimiento, -estira el hilo- sintiendo como te destensas, te alargas y se extiende el pecho.

Lleva la Conciencia a la respiración profunda que te relaja. Observa tu respiración. Y al soltar el aire saca fuera las tensiones, las preocupaciones. Y al volver a tomar oxígeno sientes la frescura que te reactiva.

Expansión y contracción como un suave masaje energético para calmar y clarificar la Mente.

Conectamos nuestra respiración con la Conciencia Superior.

¿Estás dudando?

Para vivir mínimamente en paz contigo mismo hace falta claridad mental. Saber quién eres. Todo lo demás irá viniendo en la medida en que nos vamos abriendo al entendimiento, lo irás atrayendo, según tus pensamientos vibren más alto. Ya sin miedos.

Trascender la Mente nos proporciona libertad porque la trascendemos desde la firme intención de querer hacerlo. Confiando en nosotros mismos y en el Universo. Sabemos en nuestro corazón cuando llega ese momento.

El bloqueo en los centros energéticos inferiores (los chakras raíz, sacro y plexo solar) es exactamente como un gran atasco de tráfico. ¿Cómo salimos de ahí sin perder los nervios? Sabiendo que, mientras estos chakras estén cerrados, no les va a llegar suficiente energía a los centros superiores. Es el momento de practicar la RESPIRACIÓN CONSCIENTE.

Normalmente la energía se queda atascada en el CENTRO OMBLIGO y si no se procesa esa energía, se siente rabia e irritación que no sabemos cómo controlar.

Primero entrar en la experiencia de la respiración consciente. Practicar cada día porque nos dará seguridad en nosotros mismos y fortalecerá nuestra voluntad.

*** (Sentados, acostados o de pie, la espalda recta, Tomamos aire por la nariz contando hasta 4 ó 6 -según nuestra capacidad- retenemos contando hasta 3 y soltamos lentamente contando 6 ò 9. Espacio en vacío contando hasta 3 y volvemos a comenzar. Así varias veces hasta que sintamos hemos recuperado la calma interior).

Nuestra condición humana es espiritual, aunque lo hayamos olvidado.

Hagamos por apaciguar la Mente y abrazar el espíritu.

Despejaremos nuestros pensamientos y nos llenaremos de Luz.

Seres puros de corazón

He sido muy viajera. Mientras viví en Irán, durante siete años, rezando cinco veces al día, cada vez en esos momentos, me ponía a llorar sin poder evitarlo. Y no lo hacía por algo en concreto; alguna pena o sufrimiento particular. Era un llanto, sin más, que nacía en lo profundo de mi Ser y purificaba mi corazón.

Aunque las lágrimas salían de mi, no era un llanto personal. Se manifestaba a través de mi la miseria humana. El desconsuelo y la desesperanza colectiva de la humanidad desfavorecida clamaban a la Fuente divina por la purificación desde el Amor Puro.

Y quiero puntualizar que fue en esas tierras donde fui testigo -y en muchas otras también- del fervor y devoción sincera de la gente común. Recuerdo un día que subí a un taxi, que no son individuales, van llenándose y vaciándose en el trayecto marcado, así que continuamente va parando y cambiando de viajeros.

Cada vez que alguien quería bajarse y le pagaban al conductor él decía «Alabado sea Dios. A Dios le doy las gracias». Mientras estuve en el taxi, él repitió unas veinte veces esa oración, con tanta sinceridad, amor y agradecimiento que cuando yo me apeé del coche, sin exagerar, yo estaba en éxtasis.

Eso es lo que se experimenta cuando estás cerca de personas puras y devotas. También he conocido corazones puros en los inditos de Brasil, donde sentí mucha vergüenza de estar delante de ellos, como representante del «hombre blanco», también mientras viví en el barrio más pobre de Tanger y sólo conocí personas de corazón. Las personas educadas en el «primer mundo», no tenemos ni idea, no podemos ni imaginarnos lo que es un corazón puro a no ser que nos encontremos con ellos. Nosotros estamos demasiado maleados.

Y ahora mismo donde vivo, en La Alpujarra de Granada, donde convivimos con personas bellas de corazón venidas de todas partes y que reconoces sólo con mirarlas y te hacen vibrar. Encontrar tu sitio donde quieres vivir y sentirte en casa es un privilegio.

¿Pensar y sentir?

O confías o tienes miedo. O sientes o piensas. No se puede las dos cosas a la vez.

Hemos llenado el corazón con las ideas y creencias de la Mente…. y eso es lo que pensamos que sentimos y somos. Pero eso es falso, experimentar directamente desde el corazón nos da otro sentido más profundo que si sólo razonamos. Resulta que, si unimos mente-corazón, tendremos una óptica más clara de nosotros y de la vida. Esa es la clave.

Si la Mente no está conectada al corazón espiritual inevitablemente nos sentimos separados de la Naturaleza, de la Madre Tierra, y de Dios. Porque la Mente razona pero el Corazón siente e intuye más allá de lo concreto. No esperes que la Mente te responda porque lo hará desde el Ego, te dirá lo que el yo quiere escuchar. En realidad, lo más certero al hacerte una pregunta es dejar que se responda a sí misma. Ten la paciencia y la atención en la escucha para cuando esto ocurra.

La Mente por sí sola, no es provechosa; si no la enseñamos no sabe pensar y mucho menos discernir. Acumula pensamientos y se vuelve esclava de las creencias de otros.

No conocernos a nosotros mismos es el mayor defecto. Eso debilita y limita nuestros talentos y facultades.

Cuanto más nos liberemos de creencias y cosas más habilidad desarrollaremos para re-crearnos desde lo esencial.

«Nunca sabes cuán fuerte eres hasta que ser fuerte es la única elección que tienes»

Desde el estado de gozo.

Que nuestros oídos se hagan al gozo de escuchar el estado armonioso del Amor.

Que nuestros ojos se hagan al gozo de ver la Belleza del Amor.

Que nuestra lengua se haga al gozo de pronunciar la alabanza a Dios.

Que nuestras manos se hagan al gozo de dar por amor.

Que nuestro olfato se haga al gozo de inspirar el perfume del Amor a Dios.

Creemos en nosotros una realidad nueva como seres humanos divinos.

No existe el sufrimiento, no es real, solo mental. Descúbrelo y deshazte de él.

Ya sabes, escucha.

Cuando sientes con claridad no tienes necesidad de pensar. Sabes.

En la Conciencia está la certeza. La Conciencia se presenta a sí misma como «Yo Soy«.

No se trata de un Yo personal, es un Yo sin identificación y representa a la Esencia de tu Ser.

Yo Soy vibra de forma elevada para remover al yo inferior, que es el Ego.

¿Cómo sabes que estás progresando?

** Ya no estás interesado en banalidades.

** Los pensamientos negativos se hacen evidentes y te deshaces de ellos más fácilmente.

** Pérdida de interés por lo supérfluo.

** Eres más eficaz. Con más claridad mental.

** Eres más solidario y cooperativo.

** Sentimiento de unidad y agradecimiento.

Toda sanación emocional requiere de limpieza de pensamientos, hábitos, actitudes, flexibilidad mental, ampliación de miras.

En la Naturaleza hay armonía, sabiduría y pureza, igual que en nuestra Esencia.

Tu fecha de nacimiento

La numerología entendida como instrumento de evolución.

Contemplarnos a nosotros mismos a través de los números que conforman la fecha de nuestro nacimiento es posible. La numerología es una disciplina asombrosa que nos ayuda a abrir los ojos para llegar al entendimiento profundo de nosotros mismos.

Los números encierran mensajes que pueden mostrarnos las valores internos y los dones que mayormente están en nosotros pero que se nos pasan desapercibidos, con el fin de liberarnos de todo lo que nos limita,

Los números y su simbología tienen el poder de despertar la necesidad de poner en marcha mejoras en la vida de uno mismo. Conocer los propios talentos y dones y cómo aplicarlos.

Los números son una herramienta para el despertar de la Conciencia porque ellos nos relacionan simbólicamente con el Universo y sus leyes, acercándonos a nuestra dimensión divina.

El día que naciste: día, mes y año hablan de tu esencia y naturaleza, de tus dones y talentos, de tu misión de vida y de lo que te falta por trabajarte.

La persona que, por su fecha de nacimiento, los números han imprimido en él la autenticidad, esa persona será auténtica sin hacer ningún esfuerzo, porque lo es de forma innata. Luego está si ella es consciente de ello o no, si lo ensalza o no, pero el don lo tiene.

Todos tenemos un talento con el que nacemos y una naturaleza además de una misión de vida, una inclinación a andar por un camino u otro. Tomar consciencia de ello nos ahorra perder el tiempo dando tumbos por la vida o sentirnos perdidos.

Muy resumidamente os doy algunas pistas; El día de nacimiento indica tu esencia y naturaleza. El mes muestra tu sombra, lo que escondes o todavía está por ver de ti. Los dos últimos números del año sumados, hablan de tu don. En cuarto lugar, la suma de todos los números del año en que naciste te dice sobre las tareas que tienes pendientes y en quinto lugar y último, la suma de todos los números de tu fecha de nacimiento, llevados a un sólo dígito, revela tu misión de vida.

Las preguntas existenciales que en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho como ¿Quién soy?, ¿Qué aparento ser?, ¿Qué me ha entregado el Universo como regalo? ¿Qué he venido a aprender? serán respondidas. Por ejemplo, los nacidos en un día 11, su esencia es de maestría y han venido a hacer un trabajo de servicio.

*** No hay que encubrir la angustia si no interrogarla ***

Por experiencia, después de muchísimos años como terapeuta en donde he aplicado la numerología para conocer en profundidad al cliente, sé que existe un conflicto emocional cuando la persona no está ocupando su sitio (no está actuando según su naturaleza), y se manifiesta en su sentimiento de vacío, insatisfacción o frustración.

¡Tantas veces me lo han dicho! «lo tengo todo pero no me siento feliz» … de ahí que se hace tan necesario conocerse a uno mismo.

EL FRACASO NO EXISTE

La palabra fracaso no debería de contemplarse como real porque no existe como tal. Cuando sacamos un aprendizaje de un error automáticamente se transforma en victoria, así deberíamos sentirlo y entenderlo. Para eso sirven los errores, para aprender de ellos.

Toda experiencia que nos haga avanzar debe ser bienvenida porque a eso hemos venido a este planeta; a recordar quienes somos y seguir evolucionando.

Quien dice a otro «eres un fracasado«, cuidado, no sabe lo que está diciendo, no lo toméis en serio.

Cuando uno se dice a sí mismo «tengo miedo de volver a fracasar«, ahí es cuando uno tiene que pararse a reflexionar y sacar la audacia de dentro para levantarse y comenzar de nuevo desde una perspectiva más amplia y una actitud de confianza.

Yo puedo. No me dejo arrastrar por pensamientos ni experiencias negativas. Soy capaz de mucho más. La vida es un continuo aprendizaje, doy gracias.

Enamorarse del maestro

Durante muchos años he convivido en círculos espirituales, tanto sufís como después también con maestros yoguis. He podido presenciar, y yo misma caí al principio en esas trampas del Ego, mientras fui parte del grupo más cercano de estos maestros, el malinterpretar nuestros sentimientos, cuando todavía estamos en la fase inicial de nuestra espiritualidad.

De forma sutil pero evidente y real se crea un «enamoramiento» hacia el maestro, pero de forma errónea se tergiversa y en lugar de ver en la figura del maestro al representante de Dios, el enamoramiento se produce hacia la misma persona del maestro espiritual.

Y entonces es cuando, sin querer, nacen las rivalidades, envidias, celos, competitividad entre algunos discípulos… a los pies del maestro … Como niños se atormentan con «¿por qué a mi no me presta tanta atención como a fulanito? ¿por qué quiere más a menganito que a mi? …

Salen a la luz los sentimientos que oscurecen las relaciones y que resultan ser insoportables e incontenibles, verdaderos celos, entre algunos discípulos por culpa del «amor» malentendido que profesan estando al servicio del maestro.

Éste amor es terrenal, mental, físico y por ello posesivo. El sano y verdadero amor hacia un maestro debe ser devocional, desinteresado e incondicional, no personal.

Me apena saber que algunos llamados maestros se aprovechan de esta situación y fomentan, para su propio beneficio, la rivalidad y celos entre sus discípulos.

Hace unos años estando en el Ashram de AMMA en la India, ella misma nos sorprendió a todos los presentes, que éramos varios miles, llamando la atención sobre ese comportamiento entre sus más cercanos discípulos y voluntarios.

El Ego actúa para confundirnos. Elevemos nuestros pensamientos y sentimientos. Deshagámonos de nuestra identidad terrenal para que nuestro corazón realmente reconozca el verdadero AMOR.

Actuar y no rendirse

Si no queremos sufrir de ansiedad o decepción, que no nos preocupe los resultados sino que actuemos con la convicción que hacemos lo que deseamos hacer y hacemos lo que creemos tenemos que hacer y punto.

Podemos desarmar la Mente, cuanto está maquinando o intentando manipularnos porque NO somos la Mente y no debemos dejarnos dirigir por ella. Pongámosla a nuestro servicio.

Igualmente, que sepamos, que nuestro cuerpo no es sólo un organismo es además un campo energético, con inimaginables posibilidades. Podemos con él experimentar de forma directa, cuando hemos desarrollado la Intuición y la Percepción… inclusive la telepatía y la clarividencia.

Usando la imaginación y visualización creativa podemos llegar a percibir lo que ahora nos resulta invisible por estar en otra dimensión pero a nuestro alcance si las desarrollamos.

¿Para qué? para amplificar nuestra Conciencia, para expandirla y sentirnos parte del Universo, no separados, no únicos y sin propósito, además de experimentar de que somos eternos.