Encaminarnos hacia la paz interior

Afortunadamente siempre existirán otros sueños, otras risas y nuevas posibilidades.

No quiero que mi entusiasmo envejezca.

De verdad, motivémonos para tener la aventura de descubrir nuestra valentía.

La ingenuidad se refiere a lo ilusorio del que espera todo sin poner de su parte. Sin embargo, el Universo nos envía señales. Nuestros ángeles nos advierten de los peligros. Nuestra intuición en forma de voz interior nos previene con anticipación sobre los conflictos que pueden surgir. Sólo los escépticos son sordos a ello y los incrédulos -enfocados sólo en lo concreto- no pueden percibir tales sutilezas.

Al preguntar ¿Cómo?, queremos aprender la fórmula. Al pronunciar ¿Dónde y Cuándo? estamos queriendo concretar más. Pero también es importante el ¿Qué?. … ¿Qué pretendo haciendo esto? ¿Qué quiero conseguir?

ESPERAR al mismo tiempo que actúo. RELAJARME, estando atenta. SENTIR el dolor y aceptarlo pero sin sufrimiento mental. VER el miedo como algo que llega y se va; no me pertenece.

La libertad está en descubrir la eternidad dentro de nosotros. Y el anhelo por ser libres es lo que nos encamina a lograr la paz interior.