
Llegar a la esencia del Ser, era mi objetivo. Dentro del Islam, a las mujeres solteras con hijos, se las aconsejaba y animaba a que se volviesen a casar. Y eso hice, teniendo toda mi Fe en Dios, dije «en el Nombre de Dios» con la mejor intención de formar nuevamente una familia.
No voy a entrar en detalles, que son muchos y complejos y que no son para debatir. Sucedieron muchas cosas. Nos fuimos a vivir al campo primero pero aquella vida no daba para comer y estábamos aislados. Luego nos mudamos a Marruecos pero allí se habla un dialecto del árabe y no tenía sentido, Más tarde mi esposo dijo de ir a Irán a estudiar las ciencias islámicas.
Toda una vida intensa, Una vida muy dura para todos los de la familia. Por lo visto faltaba experimentar más y morir más, para llegar a la Esencia del Ser. Siete años estuvimos en Irán. La antigua Persia, que me costó tantísimo entender, no sólo por el idioma sino más por su mentalidad tan diferente a la occidental.
Sufrimos pero aprendimos también. Aprendimos a ser pacientes, a ser flexibles, a valorar las cosas. Aprendimos a ser observadores y a guardar silencio. Mi búsqueda se iba concretizando en la construcción de mi misma.
¡El Universo me hizo tantos regalos! Me infundió creatividad e imaginación para poder seguir adelante. Creé una revista para la mujer de la que fui directora durante diez años. Lo que me permitió tener más libertad y estatus. Una particularidad de mi estancia en Irán fue que yo era la mujer con más edad dentro de la comunidad de estudiantes extranjeras.
Todas eran jóvenes, muchas recién casadas que venían de toda África, Asia, Indonesia, Malasia, Paquistán, Bangladesh, pero también de Estados Unidos, Caribe, Sudamérica … la mayoría de ellas acostumbradas a estar arropadas por la madre, tías y abuelas a la hora de parir y amamantar al recién nacido. Así que, un poco me tocó a mí, acompañarlas en el parto y apoyarlas después, quizás por tener yo seis hijos, les daba confianza.
Ahora, mirando hacia atrás, me doy cuenta que ese fue el comienzo de rectificación de rumbo en mi vida. Pues, aunque por mi imaginación no pasaba la idea de que me pudiese dedicar a ayudar a los demás, finalmente terminó siendo así, aunque tanto dudé de que yo pudiese hacerlo.
Viviendo en Irán recibí una invitación para viajar a Turquía; para el casamiento en Estambul de una pareja sufi, de la Orden Yerrahi, Y sin pensarlo dos veces, fui.
mañana continuaré, si sentís interés.
**** Podeis leer los anteriores escritos; I. Sobre mi // II. Buscando ser yo // III. Recapitulando // IV. La esencia del Ser.

