
** Había un gran devoto de una mujer muy santa en la India (Anandamayi Ma). Ella una tarde muy calurosa decidió echarse un rato a dormir y el devoto decidió ponerse a su lado para que mientras ella durmiese abanicarla. Pensó hacerlo, se dijo a sí mismo, hasta que ella le dijese que parase. Estuvo un buen rato abanicándola y cuando se cansaba de hacerlo con una mano pasaba el abanico a la otra y continuaba. Pero llegó un momento en que estaba ya cansado y la santa no se despertaba para decirle que ya era suficiente. Cientos de pensamientos empezaron a pasarle por la mente y hasta llegó a enfadarse consigo mismo por haber tomado tal decisión. Y así continuó abanicando pero ya molesto consigo mismo y algo de mal humor. Pero llegó un momento en que estos mismos pensamientos fueron bajando de intensidad y entonces renovó su intención primera de abanicar a la santa con todo su amor y dedicación y, justo en ese mismo momento, ella abrió los ojos y le dijo que parase.**
Como las personas en su mayoría sólo tienen experienciado lo material y su realidad sólo tiene que ver con el cuerpo físico y todo lo concreto del plano lineal, su campo de entendimiento e intuición es muy limitado.
Cuando se hacen las cosas desde el “debería” y no desde el corazón, la mente está dividida y crea conflictos.
Es justamente el vivir apegado al mundo material lo que crea limitación y falta de libertad. Porque la Libertad se vive y siente precisamente cuando conectamos con nuestra Alma y sólo dependemos de nuestra fuerza espiritual.
Vivir desde nuestra Alma es vivir desde la INTUICIÓN y desde la INTENCIÓN.
¿Qué tiene de especial una persona espiritual? Su INTENCIÓN. Su Fuerza de Voluntad. Su Fuerza de Voluntad es Una con el Poder de Dios.
Vivir conectado con el Alma es vivir desde la auto-suficiencia. Es vivir en sincronicidad con las Fuerzas Cósmicas. Con las diferentes dimensiones en las que se mueve.
Si tu Mente está en Paz cogerá la energía de tu Alma. El Alma es tu Conciencia y ella está conectada con la Naturaleza y con el Universo. Dios es tu Alma. Tu Espíritu es Dios.
Tener FUERZA DE VOLUNTAD es tener la habilidad para hacer todo cuanto debes hacer y de ser quien eres en todo momento. La Fuerza de Voluntad trabaja con la Fuerza del Alma.
RESPÉTATE Y CONFÍA EN TI .- Vivimos cómodamente y nadie quiere salir de esa comodidad y por eso mismo tenemos una Voluntad débil. Para desarrollarla es mejor decidir y actuar. Si dudas no pasará nada. Si dices “voy a intentarlo” no lo vas a hacer (vas a encontrar todas las razones para posponerlo)
La técnica respiratoria es muy importante, sobre todo la fase de pausa respiratoria, ¿por qué razón? Porque cuando tú respiras lentamente y haces una pausa en la inspiración, la energía del inconsciente y el subconsciente sale a flote, es decir se pregunta ¿qué pasa aquí que no están respirando? En ese momento el inconsciente hace aflorar a la consciencia una parte a la que no habíamos tenido acceso, de la que éramos víctimas pero que no habíamos reconocido nunca en la vida, y en ese momento podemos dialogar con el subconsciente y podemos sacar nuestras heridas más profundas. Cuando hacemos eso podemos ir más lejos, así es como actuamos para la autosanación.
Yo puedo decirme, por ejemplo, ¿de dónde viene esta alergia?, si tengo una alergia y quiero librarme de ella. La alergia es algo que rechazo, un virus, una bacteria, un hongo, el frío, el calor, pero eso no es del todo cierto, eso es quedarnos muy cortos. No hay personas que sean alérgicas sólo al frío, las personas alérgicas al frío también tienen miedo a la soledad, tienen miedo al frío del alma, al frío en los sentimientos, a la frialdad del papá o de la mamá, al desafecto, es decir, el frío es simplemente un símbolo. Cuando yo soy alérgico a algo, hay algo que rechazo o que temo.
Entonces si quiero cambiar mi alergia, reconozco mi alergia. Si sé que no reconozco mi alergia porque me hace sentir vergüenza, entonces trabajo con la vergüenza: ¿qué cosas en la vida me evocan vergüenza? Luego experimento el sentimiento de la vergüenza y veo como experimento la vergüenza, a veces me pongo pálido y frío, otras veces me pongo rojo como un tomate, otra lo experimento como un vacío o como un hueco a nivel del plexo solar, la puedo experimentar de muchas maneras. Dónde y cómo experimento la alergia, me da una idea de la parte de mi energía que está comprometida. Vamos a ver otro sentimiento, el miedo, yo diría que la mitad de nuestros lumbagos son por miedo.
El miedo provoca más lumbago que todas las hernias discales, todos los problemas articulares, todos los problemas de columna, porque el temor hace que metamos, literalmente, el rabo entre las patas, cerramos el esfínter anal interno, a ese nivel, hay un centro de energía muy importante y, nos cerramos a la vida, contraemos toda la musculatura lumbosacra, esa parte queda mal irrigada y nos dan unos lumbagos terribles, y ese lumbago es el nombre clínico del miedo.
Si logro reconocer el núcleo del miedo, si logro observar mi cuerpo y veo que tengo los glúteos y toda esta parte contraída, si logro respirar hacia esa zona y liberar el sentimiento del miedo, y llamar al miedo y decirle «tú eres la mejor parte de mi mismo, cuando asciendes y te revelas, eres mi prudencia, ya no eres miedo, sino que eres prudencia, eres parte de mi amor también». Cuando yo, a través de la respiración, logro ascender esa energía del miedo, y logro transmutarla al altar del corazón, que es donde realmente nace el hombre que puede sanarse y puede sanar la vida, entonces desaparece el lumbago.
Mi resentimiento, mi odio, frecuentemente, está anclado en mis articulaciones. Yo estoy así totalmente rígido. A veces, con el puño apretado en la noche, inconscientemente, dispuesto a pegar y a agredir. Pues bien, ese dolor articular, es resentimiento congelado en esa parte del cuerpo.
Si logro experimentar ese dolor y asociarlo a mi sentimiento de ira y a mi resentimiento, y logro comprender que mi resentimiento es algo que se construye en el plexo solar, que bloquea la energía aquí y no permite a la energía acceder a mi corazón, ni a mi sistema inmune, puedo hacer mucho más que el reumatólogo, o puedo ayudarle mucho, para curar y sanar mi artritis, y yo soy responsable, no tengo que esperar que el reumatólogo me resuelva el problema.
La enfermedad me pide atención, no es el problema del médico, es mi responsabilidad, mi cuerpo físico, mental y emocional tienen que ver con ella. La medicina occidental es una ciencia que sólo atiende la parte física; los síntomas. Prestemos atención al lenguaje del cuerpo; la enfermedad comienza en nuestro cuerpo emocional.
