Uno de los famosos cuentos sufis de Nasrudin (que lo consideraban el tonto del pueblo y todos se reían de él) dice: «Estaba Nasrudin a las cuatro de la mañana dando vueltas por el pueblo sin rumbo fijo. Un policía le para y le pregunta: qué estás haciendo a estas horas de la noche fuera de tu casa y él contestó «señor, si supiese la repuesta a esa pregunta ya estaría en casa hace horas».

Somos tan ignorantes de nosotros mismos. Sabemos tan poco. Nos prestamos tan poca atención, que pasamos media vida dando vueltas sin rumbo, equivocándonos una y otra vez, tomando decisiones erróneas, confundidos, y no sabemos ponerle fin. Muchas preguntas están por responder:

¿Quién habla por mi boca? ¿Quién decide si no es mi corazón? ¿Qué parte de mi está dolida y quién, dentro de mi. es el que se siente infeliz y perdido? ¿Por qué me siento en prisión si la puerta al mundo está abierta de par en par? ¿Quién soy y dónde está el sitio al que pertenezco?

En realidad, ya deberíamos saber que estamos retornando a donde pertenecemos, que éste es un planeta-escuela.

Muchos son los que deambulan por la vida sin tomar Conciencia de ello. Mientras otros, con más grado de Conciencia, han entendido que la respuesta está dentro de cada uno y andan el Camino que les lleva de vuelta a Casa.