Nuestra mejor versión

No tenemos que construirnos sino re-construirnos. Destapar nuestros talentos. Romper limitaciones impuestas y dejar salir nuestra propia creatividad y sentido de la vida.

Ya somos espíritus, sólo que la espiritualidad hay que despertarla. Hay que encontrarla dentro de nosotros; haciendo un trabajo de conocimiento interior, y darle su espacio.

Despertar la Conciencia, pues eso es lo que somos: CONCIENCIA. De ahí la necesidad de reconstruirnos: deshacernos de dogmas, creencias, falsos conceptos, fantasías infantiles … necesitamos madurar.

No insistamos en lo que ya claramente ha quedado obsoleto, innecesario y sólo nos lleva al sufrimiento e infelicidad. Que los cambios sean bienvenidos para tener una mejor calidad de vida. Nos lo merecemos.

Un árbol se da por contento brindando sombra. Pero el ser humano es perfeccionista y competitivo -así hemos criado a nuestros hijos- y por ello el humano nunca llega a sentirse satisfecho consigo mismo.

Como terapeuta soy testigo de ello; en la inmensa mayoría de personas que he tratado, la raíz de su infelicidad y vacío, era esa sobre-exigencia consigo mismas y también con las personas más cercanas. Por otro lado, además de ese estado de insatisfacción casi permanente y que se toma por «normal», está la rigidez mental que no permite el hacer una revisión imparcial de nuestros actos para poder ser consecuentes con lo que pensamos-decimos-hacemos.

Hay que hacer un reseteo de nuestro carácter, nuestra personalidad, reacciones. Para ello tenemos que hacernos Observadores de nosotros mismos, lo más imparcial posible, y nos sorprenderemos de hacernos conscientes de lo poco que nos conocemos.

¿Cuál es nuestra forma de reaccionar? ¿Cuan racionales e inflexibles somos? ¿Cómo son nuestras emociones? ¿Cuál es nuestra capacidad de comunicarnos con nosotros mismos y con los demás?

Primero SER: Ser Paz. Ser Alegría. Ser Amor. Ser Felicidad. Ser uno mismo. Ser desde la Libertad de Ser.

Luego HACER: Hacer lo correcto. Hacer lo que nace en el corazón. Hacer de forma responsable.

Los límites los ponemos nosotros, y serán los correctos desde el conocimiento que tengamos de nosotros mismos. A partir de ahí actuaremos desde la aceptación, siendo nuestra mejor versión.

Deja un comentario