La vejez y la muerte

La vejez comienza cuando te ves a cámara lenta yendo hacia tu propio funeral. Cosa seria por un lado pero también algo pendiente a enfrentar y relativizar.

La vejez te obliga a mirarte en un espejo, que crees desenfocado, pero que te muestra la mejor visión de ti mismo, si logras ver tu interior.

Ya para entonces la muerte se ha hecho tu amiga. Resulta ser tu compañera de viaje. Te has despojado de todo el dramatismo que siempre le rodeaba hasta entonces.

Dicen que fuiste una buena persona dependiendo de cuánta gente viene a tu entierro. Y también dicen de que los verdaderos amigos son los que te acompañarán en tu último adios. Y no precisamente hay que llorar entonces o estar triste. Para nada, sabiendo que vas a pasar a mejor vida.

La labor de por vida requiere Conciencia en la conquista de lo esencial; nuestro espíritu eterno. Así que realizaremos el tránsito por esta vida sin miedo; con total confianza.

La vida y la muerte no es algo que se aprende de otro sino viviéndola y finalmente dejando el cuerpo dignamente.

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