Deshacer y volver a empezar

Una cosa estoy aprendiendo desde que me dedico a la pintura y que experimento como fascinante. Es la posibilidad de deshacer lo hecho y volver a empezar. Poder rectificar tantas veces como considere oportuno. Ser lo suficientemente valiente para corregir. Ser lo suficientemente honesta conmigo misma para saber ver y transformar lo que pinto hasta que cautive a mi corazón.

Primero tuve miedo ¿y si no consigo hacer algo mejor? ¿Y si lo dejo así y no me arriesgo, total, ya está bastante bien… Conformarme y no aventurarme a perder lo ya hecho aunque fuese mediocre.

Luego me digo, voy a intentarlo de nuevo, será un aprendizaje… es mi desafío.

A partir de ese cambio de actitud fue cuando me deshice de los miedos y comencé a disfrutar. No siempre consigo plasmar lo que imagino o siento, pero como no persigo ni pretendo nada, lo llevo con una actitud de aprendiza, que es lo que soy.

Imagino que será igual para todas las demás cosas de la vida.