Dios-Conciencia-Suprema

Si no hay Conciencia no hay Dios. Si no somos conscientes de Dios, si no lo sentimos en la Naturaleza, si no lo vemos en la noche estrellada, si no lo percibimos en nuestro interior, entonces nuestra existencia está vacía.

Cuando hay Conciencia, entonces el conocimiento y la intuición brotan del Ser sin esfuerzo. Y es nuestra Conciencia -cuanto más se expande e inclusive logra desdoblarse- cuando se abre un entendimiento directo hacia nuestro corazón que nos hace saber que nosotros, como Conciencia, estamos ligados a la Conciencia divina que llamamos DIOS.

La Mente, con su lógica y su limitada percepción, es incapaz de experimentar la grandiosidad de Dios porque lo cuestiona, lo convierte en un dios personal a su servicio, dice amarlo pero es por sus propios intereses, le reza sólo para pedirle o quejarse … no, eso no es Dios.

El Templo de nuestro Corazón es el lugar sagrado para acoger al Puro Amor Incondicional que es Dios y poder nuestros sentidos más allá para poder visionarlo, escucharlo, percibirlo, y sentir Su cercanía,

No estamos solos. Juntamos las manos a la altura del corazón y damos las gracias.

Planes conmigo misma

El Amor o la atracción que se pueda sentir por el otro no puede ser jamás forzada… surge espontáneamente, fluye y hace latir el corazón con fuerza. Esa es la única indicación de que vas por buen camino en la elección. Inclusive con los hijos, el amor jamás puede exigirse ni es un deber o una tarea.

Igualmente, si el otro dice o demuestra que no te ama, que no tiene interés por ti, está bien, sabia y dignamente déjalo marchar. No pidas explicaciones, no exijas, no supliques. Ni siquiera dejes que tu Ego se enfade o se sienta fracasado. No vale la pena; no hay nada que forzar. Porque eso no es Amor. El Amor es libre.

Hago planes conmigo misma... y me digo:

Ya el viento se encargará de barrer las emociones negativas que me están limitando y que ya no tienen cabida ni sentido en mi corazón. Me permito pasar página en mi vida y comenzar una nueva etapa.

Ya la lluvia limpiará de deseos y desilusiones mi mente ahora confundida. Me visiono en un mejor porvenir.

Ya el sol se ocupará de llevar luz a todos los rincones de mi ser. No temo los cambios. Lo que es para mi llegará en su momento. El sol se encargará de iluminar mi Ser para así atraer lo mejor para mí.

Gracias. Gracias. Gracias.

Nuestra versión superior

Una misma situación podría crear un sin fin de reacciones distintas -diferentes posibilidades- pero sólo se materializará la que elijamos. ¿Qué es lo que nos hace decidir entre una cosa u otra?

Lo que ya está codificado en nuestro ADN. Las influencias de los astros sobre nuestra naturaleza, acorde a su posición en el momento crucial en el que nacemos. La vibración del nombre que nos pusieron. Los números de nuestra fecha de nacimiento que marcan nuestra esencia y misión de vida…

Cuando te des cuenta de que nada es casualidad, estarás más alerta de actuar desde tu Conciencia y te dejarás guiar por tu intuición más que por tu nivel de razonamiento.

Si nos alineamos con nuestra versión superior, que está vibrando en una frecuencia más alta, se dará el cambio en nosotros y nos encaminaremos a encontrar soluciones más sabias, de ese sin fin de posibilidades que existen -eligiendo la más acorde y beneficiosa para nosotros-. Libres de condicionamientos, más allá de la mente racional.

Nos daremos cuenta de lo quebradizo y frágil que es, lo que consideramos concreto e identificamos como nuestro «Yo». Entonces es cuando verdaderamente nos dejaremos inspirar por la fuerza de nuestro espíritu y contactaremos con nuestra versión superior.

Persona altamente sensitiva

Yo necesito vivir en un estado de recogimiento y por eso desde hace casi cuatro años vivo en un pueblo de montaña. mi mejor elección de vida.

Percibo las energías de los demás antes de conocerlos. Por ejemplo, cuando trabajaba como terapeuta y me llamaban para pedirme una cita ya comenzaba a sentir sus problemas. Me costó asociar mi malestar con lo que iba a traer el nuevo paciente. El REIKI me enseñó a protegerme fortaleciendo mi aura.

No es fácil participar socialmente con estas características. Tendría que estar dando explicaciones que sonarían a chino, a parte de que no quería vivir el desgaste energético de tener que justificar mi comportamiento; teniendo que silenciar lo que estaba sintiendo … aprender a guardar silencio ha sido todo un aprendizaje largo y difícil.

Por eso creo que se hace necesario saber cuanto antes identificarse uno mismo para no caer en paranoias. «Yo soy una persona altamente sensitiva» y me vengo a enterar ahora, antes no sabía que eso existía y sólo era la rara de la familia y no encajaba con los demás.

Soy hipersensible a las energías. Las percibo inclusive antes de que lleguen a mi físicamente. Terremotos, explosiones solares, la luna, todo ello afecta mi cuerpo físico, mental y emocional, sin poder evitarlo.

No me ha sido fácil mantener un equilibrio que es lo más deseado para mi aunque voy aprendiendo a manejarlo y aceptarlo. Me siento contenta ahora que he logrado un alto grado de paciencia y compasión.

Lo que quiero decir con esto es que no se debe forzar ni reprimir la naturaleza con la que uno ha venido a este mundo. Al contrario, es sumamente importante descubrir los propios talentos y dones -ya desde niños- para evitar los traumas de sentirse distinto y raro, y no encajar en los moldes de normalidad que están establecidos sino desarrollarlos.

Comunicación energética

Nuestros `pensamientos y emociones envían vibraciones y ondas magnéticas que inevitablemente atraen todo lo que esté en resonancia con esas mismas frecuencias. Si tu estás quejándote por mala salud, esa vibración baja es lo que llega al Universo y él te envía más de lo mismo. Ese es el lenguaje; por vibración.

La energía que emanas funciona como un imán, atrayendo hacia a ti aquello en lo que enfocas tu Mente.

El REIKI no sólo explica muy bien todo esto para que lo pongas a tu servicio sino que te da las herramientas para que aprendas a distinguir, almacenar y usar las diferentes energías para la sanación y el equilibrio de los diferentes cuerpos que poseemos; físico, mental, emocional, etéreo y espiritual.

Conociéndote a ti mismo tienes la capacidad de procesar el conocimiento de forma directa; sin pasar por el filtro de la Mente que, al solo razonar, descarta lo que no entiende y va más allá de la lógica.

Si no pones resistencia, ya tienes un talento más; la posibilidad de captar datos sensoriales e interpretarlos directamente (sin que pasen por la Mente). Quizás ahora no sepas ver lo extraordinario que esto supone. Pero es de esta forma que desarrollamos la INTUICIÓN que es muy superior al Razonamiento.

En la palma de las manos tenemos un CENTRO ENERGÉTICO (chakra) capaz de leer qué emociones están obstaculizando el fluir de la energía en las diferentes partes del cuerpo sino también de sanarlos mediante el desbloqueo que está produciendo inflamación, por ejemplo.

Cuando la SALUD dura menos que nuestra vida, algo hemos descuidado. Aprender cómo funciona nuestra maquinaria y hacer un buen mantenimiento de ella, nos ayuda a llegar al final dignamente.

l

Maravillarse

¡Existen tantos momentos maravillosos! Pero, maravillarse uno mismo, es algo bien distinto.

Porque en ese acto de maravillarse todo el interior se ilumina y ese acto resulta perfecto.

¿A quién no le ha ocurrido? Te pillan por sorpresa y te maravillas. Estás fregando platos y en la ventana de la cocina aparece de pronto una abubilla y te maravillas. Vas a salir de casa toda apurada con mucha prisa y allí está, en el suelo esperándote una pequeña lechuza y tu -maravillada- te agachas para preguntarle con mucha dulzura ¿a qué has venido, tienes algo que decirme? para luego seguir tu camino porque tienes prisa, pero ya con una sonrisa en tu cara.

Maravillarse -iluminándose todos los órganos y células- es cuando tienes la fortuna de presenciar el nacimiento de un niño o también de un animal… o el nacimiento de un nuevo día…

Algo puede resultarnos maravilloso, sí, pero nosotros mismos ser los maravillados, es otra cosa. Es cosa de un instante en el que se paraliza todo para que tú puedas observarlo mejor, a tus anchas, y te quedas sin respiración inclusive.

Siempre cuando me siento ante el ordenador para escribir, lo primero que pienso es que no voy a saber qué decir y termino maravillándome de que sí, si puedo y sé expresar lo que siento.

Vivir en el submundo

Toda mi preadolescencia y juventud la viví desde una mente atormentada, desde la sensación de que nadie me quería, desde el sentimiento de que sobraba, que no me querían porque yo no tenía mérito alguno y me preguntaba una y otra vez qué me faltaba, qué tenía que hacer para que me quisiesen. Qué estaba mal en mí.

A la vez, y ahí nacía el conflicto, es que muchas personas de mi alrededor y la vida misma me parecían miserables. Me sentía torpe, siempre fuera de lugar. La vida me parecía vulgar, banal y el círculo en el que me movía -en el trabajo y en la familia- era tan insulso, tan hipócrita, tan vacío, que me hacía caer en una apatía profunda, desesperanzada y sin energía para romper con lo que me separaba de otras realidades que ni me pasaba por la mente que pudiesen existir.

Yo vivía en un submundo del que no sabía cómo sacar cabeza y poder coger aire. Y me decía a mi misma: «Si acaso tengo que sucumbir lo haré dignamente, no sintiéndome acabada sino habiendo descubierto que vivir vale la pena».

Siempre en la búsqueda pero sin saber qué buscaba. Siempre a las andadas pero sin tener un mapa que me guiase. Mi realidad estaba desfigurada por tanta neblina mental, siendo incapaz de sincerarme conmigo misma. Callé mi Alma y mi corazón más de la mitad de mi vida. No hay nada peor que el auto-engaño y el victimismo.

Yo misma saboteaba mi intuición. Me ha llevado muchísimos años reconocer mi ignorancia. Pero en el fondo no estaba del todo equivocada; efectivamente existen otras dimensiones de nuestro Ser. He tenido que escalar alto y dejar atrás todo lo que creía que era yo. ¡Nada que valiese la pena! ¡Somos mucho más!

Me di cuenta de que no sólo se trata de desear ser feliz y tener una vida plena. Lo más importante para mi ha sido el crear con firmeza la paz interior, el sentirme bien conmigo misma desde la certeza de saber quien soy. Y a partir de ahí, de esa seguridad en mi misma, crear mi propio camino.

EL PROCESO VITAL

Lo que está sucediendo y todo lo que ha sucedido. Lo que aparentemente es y ha sido negativo en tu vida, todo eso, te está conduciendo a tu maduración. Ese es el proceso vital, único y necesario para evolucionar. No existe la casualidad ni la mala suerte ni el castigo divino.

El Universo nos pide que estemos atentos a lo que es realmente importante para el despertar de la Conciencia. No pongamos resistencia y hagamos lo que tenemos que hacer, desde el corazón. Él nos irá diciendo lo que es lo correcto. Despertemos la intuición y la escucha interna.

Olvidémonos de las opiniones de los demás. Sacudámonos de encima las creencias impuestas.

Practiquemos la modestia y la moderación, la paciencia y la generosidad. Armados con estos valores, venceremos toda traba que ponga el Ego.

«No hay viento favorable para el barco que no sabe dónde va«, dijo Séneca.

Preguntémonos ¿Quién soy? ¿Qué quiero hacer con mi vida?.

Nuestra mejor versión

No tenemos que construirnos sino re-construirnos. Destapar nuestros talentos. Romper limitaciones impuestas y dejar salir nuestra propia creatividad y sentido de la vida.

Ya somos espíritus, sólo que la espiritualidad hay que despertarla. Hay que encontrarla dentro de nosotros; haciendo un trabajo de conocimiento interior, y darle su espacio.

Despertar la Conciencia, pues eso es lo que somos: CONCIENCIA. De ahí la necesidad de reconstruirnos: deshacernos de dogmas, creencias, falsos conceptos, fantasías infantiles … necesitamos madurar.

No insistamos en lo que ya claramente ha quedado obsoleto, innecesario y sólo nos lleva al sufrimiento e infelicidad. Que los cambios sean bienvenidos para tener una mejor calidad de vida. Nos lo merecemos.

Un árbol se da por contento brindando sombra. Pero el ser humano es perfeccionista y competitivo -así hemos criado a nuestros hijos- y por ello el humano nunca llega a sentirse satisfecho consigo mismo.

Como terapeuta soy testigo de ello; en la inmensa mayoría de personas que he tratado, la raíz de su infelicidad y vacío, era esa sobre-exigencia consigo mismas y también con las personas más cercanas. Por otro lado, además de ese estado de insatisfacción casi permanente y que se toma por «normal», está la rigidez mental que no permite el hacer una revisión imparcial de nuestros actos para poder ser consecuentes con lo que pensamos-decimos-hacemos.

Hay que hacer un reseteo de nuestro carácter, nuestra personalidad, reacciones. Para ello tenemos que hacernos Observadores de nosotros mismos, lo más imparcial posible, y nos sorprenderemos de hacernos conscientes de lo poco que nos conocemos.

¿Cuál es nuestra forma de reaccionar? ¿Cuan racionales e inflexibles somos? ¿Cómo son nuestras emociones? ¿Cuál es nuestra capacidad de comunicarnos con nosotros mismos y con los demás?

Primero SER: Ser Paz. Ser Alegría. Ser Amor. Ser Felicidad. Ser uno mismo. Ser desde la Libertad de Ser.

Luego HACER: Hacer lo correcto. Hacer lo que nace en el corazón. Hacer de forma responsable.

Los límites los ponemos nosotros, y serán los correctos desde el conocimiento que tengamos de nosotros mismos. A partir de ahí actuaremos desde la aceptación, siendo nuestra mejor versión.

En paz contigo mismo

La vida se da por resuelta cuando ya no tienes nada que perdonar ni nada por lo que pedir perdón. Cuando estás en paz contigo mismo. Cuando te amas en la tranquilidad de haber saldado todas tus deudas.

Porque una vez resuelto lo pendiente, queda sin cargas nuestro presente para simplemente ya sólo ser testigo, protagonista y observador del momento, sin afección, sin carga, sin juicio.

Viviendo al día ya no hay nada que perdonar. Aceptamos la realidad que nos ha tocado vivir. ¡que gran alivio! Nuestra Mente en el presente, con pocos pensamientos. Vacía de reproches por el pasado y sin ningún tipo de miedos por el futuro.

Tampoco esperamos ser perdonados -ese no es problema nuestro. Nuestra responsabilidad es no repetir errores; sacar un aprendizaje de lo vivido en nuestro proceso evolutivo.

Cuestionarnos cada noche cómo ha transcurrido nuestro día a día liberará nuestra Mente de pensamientos inútiles; podremos dormir tranquilos siendo agradecidos.

Sintámonos cómodos con la vida y con nosotros mismos. Desde el ejercicio de recapitulación podremos extender nuestra sonrisa mil kilómetros a la redonda y más, de manera abierta, accesible y franca.

Somos UNO.