De mi Diario.

Voy descartando lo falso en mi cada día, de los que tengo más lúcidos, los demás días existo desde la ilusión, de manera más densa. Y así, en ese vaivén me muevo, surfeo.

A mi lo que me gusta y lo que me nace es compartir. Cada uno tiene un don, un talento, una gracia y un propósito particular de vida. Conocerlo y cumplir con él, simplemente ocupar nuestro lugar nos proporciona estabilidad y contento. Lo que llamamos ahora: paz interior. Conocernos a nosotros mismos es esencial.

Yo nunca me he sentido derrumbada pero sí desinteresada por mi misma; mi físico, mi bienestar, mi economía, nada de eso me ha importado demasiado. Muchas veces me abandonó la alegría y la pasión por vivir. No soportaba la monotonía, tener una vida aburrida. Había caído en eso, la APATÍA, No sentir mi Alma ni la Presencia divina en mi -ese vacío existencial- ha sido angustioso. La apatía y la falta de voluntad para subir mi frecuencia. La falta de energía vital hasta para pestañear.

Me fui a ver un terapeuta de medicina china que maneja también la máquina cuantum, me conectó al programa y me dijo que tenía poca sangre (¿?) y deficiente riego sanguíneo además de algunos meridianos bloqueados. O sea, el cómo yo veo y vivo la vida depende mucho de la cantidad de sangre y energía que tengo.

La máquina de transmite energía (igual que el REIKI) y después de una hora comencé a sentirme mejor. Ahora, que tomo algunos remedios naturales -que curioso- sube la energía y mi panorámica del mundo cambia, hasta siento deseos de reír. Sonrío y no sé explicaros porqué me nace el sonreír, pero sé que me entendéis.

Hay que cuidar la salud física, mental, emocional y espiritual. Todo está interconectado.