Cuando muere el Ego

Ceder el sitio sin perder el propio espacio; mi interior es ancho y hueco.

Alumbrar ideas desde la experiencia; la mente al servicio del corazón.

Se hace el Silencio cuando mi cuerpo se ha convertido en Templo…

Paz. Quietud. Vibración unificada y sinconizada con el Universo.

Soy el Sostenedor y la partícula sostenida.

Soy el vehículo, el ser y el espacio por donde viaja mi mente y corazón…

Soy el espectador, el actor y el drama al mismo tiempo…

Pierdo la forma en el momento en que me desentiendo del personaje.

Renuncio a la ilusión y a los falsos deseos.

Trascendiendo la materia; rendición y liberación.