¿Qué nos brinda el Reiki?

El sistema Reiki nos permite entrar en contacto con las Energías cósmicas para:

Generar Conciencia.

Conseguir la auto-sanación del cuerpo físico, mental, emocional y espiritual.

Equilibrio de los centros energéticos.

Alineación con la energía del Universo.

Conexión con el ser esencial en uno mismo.

Ser Canal de la Energía del Amor Puro.

Paz interior.

Experimentar el Ser y Su Totalidad.

 

Existen tres niveles o grados de aprendizaje más la maestría. Es todo un proceso de maduración y evolución hacia la expansión del alma.

Reiki, experimentar la sanación.

A partir de cierto grado de conocimiento, éste es directo, y no hay libro que pueda enseñarte lo que no consigues a través de tu propia experiencia.

Pero con la manía que tenemos los humanos  de estar siempre creando  algo nuevo que «supere» lo que ya consideramos conocer… nos engañamos en nuestra ignorancia,  limitándonos, quedándonos en lo superficial del saber.

Esto ocurre con el Reiki. Después de la primera gran sensación que causó el Reiki en occidente, creyendo que ya lo dominaban y lo sabían todo sobre él, comenzaron a añadirle cosas o a «descubrir» nuevos métodos mucho más potentes, decían.

Después de muchos años de trabajar con Reiki mi experiencia me dice que es mejor simplificar e ir al origen que indagar en una veintena de métodos y nombres nuevos que lo único que hacen es confundir y distraer al buscador de una enseñanza de auto-sanación verdadera.

Todos los que trabajan a través de la imposición de manos, como Canal de la energía superior sanadora, aunque varíen las formas de aplicación, el origen básico para conseguirlo es sólo uno;  el dominio de las energías y la maestría en conectar mente y corazón para poder sanar desde el campo astral.

No todos los practicantes llegarán a tal percepción; se requiere práctica y disciplina, voluntad e intención. Una vez se ha conseguido ser Canal, qué más da bajo qué enseñanza llegaste a este dominio, a partir de ahora sabes que el Conocimiento llegará a tí directamente a tu corazón y, sabes, que no tiene límites.

 

Los remedios florales

El desequilibrio energético es el causante de toda enfermedad y ésta tiene sus inicios en el cuerpo mental y emocional en nosotros.

El fundamento de las esencias florales es desbloquear y armonizar  nuestro cuerpo mental-emocional para que fluya debidamente la energía vital. Se trata de alinear y conectar para que funcionen de forma sincronizada la mente y el corazón. Es así como nos desharemos de los conflictos internos que terminan minando la salud.

La sanación del cuerpo físico surge de forma natural al conseguir esta conexión. Toda actitud que va en contra de nuestro ser esencial crea tensión en nuestro cuerpo y la tensión se traduce finalmente en dolor y malestar.

Generamos  salud cuando nos sentimos felices de la vida, cuando aceptamos de corazón lo que no podemos cambiar y nos sentimos capaces de poner fin a  los problemas que tienen solución.

Generamos un estado de felicidad y paz interior en nosotros de forma estable cuando logramos el conocimiento de nosotros mismos y la auto-realización. Y las Esencias Florales (Bach,  California y otros sistemas)  son una gran ayuda para conseguirlo.

La capacidad de absorber energía cósmica

Las emociones negativas son energías de baja frecuencia que se cristalizan en el cuerpo en forma de rabia, resentimiento, angustia, nerviosismo…

Podemos y debemos liberarnos de toda esa energía que nos daña y limita. Podemos soltar y deshacernos de los bloqueos físicos y emocionales que nos tensan y nos hacen ver la vida muy gris, sin grandes esperanzas…

Vamos a generar entusiasmo y alegría desde la aceptación de lo que no podemos cambiar. Desde el corazón. Desde nuestro Centro  co-creativo de alegría, amor y felicidad. Independientemente de cómo está allá en el exterior; nuestro interior vamos a mantenerlo estable, sereno, paciente y en paz.

La Luz aviva la memoria y hace vibrar nuestro interior, nos brinda energía superior para el cambio, impulso para despertar la Conciencia en nosotros y realizar la auto-transformación. Soltamos las energías viejas y densas. Conectamos con nuestro auténtico Ser.

 

Fecundar de Luz la Madre Tierra

Creando el estado perfecto de unión y gestación.

Elemento aire; comunicación.

Contracción. Expansión… dilatar, desahogar… vaciarse.

Exhalar. Inhalar… aspirar y llenarse.

Entrar en armonía para dar a Luz el Amor que nace dentro.

Iluminar la materia yendo a nuestro Centro.

Irradiación.

Desde el Espacio Sagrado del corazón.

Portal de Paz. Conciencia Suprema. Evolución.

Crisgomiz

 

 


 

Lo que se hace, se dice y se siente

Creemos que tener una buena salud es algo  casual y fortuito… Estamos convencidos de que «algo tiene que tener uno» y llevamos a cuestas molestias y dolores aceptándolo como algo normal. Así y todo nos consideramos saludables  -nos conformamos con el 70% de nuestro potencial – aunque nuestra energía vital y bienestar  no sean completos.

El cuerpo nos avisa y nos manda señales de molestias tanto físicas como emocionales para que vayamos rectificando el rumbo y así mejorar nuestra actitud hacia nosotros mismos y hacia los demás, desarrollando nuestra mente y nuestra Conciencia con el objetivo de alcanzar un estado estable de paz interior.

Tratar superficialmente el malestar, ignorar o sedar el síntoma físico no arregla nada ni mucho menos deshace de raíz el problema. Nada sucede por casualidad, si no prestamos atención a estos primeros signos la escalada en intensidad irá creciendo en forma de enfermedad.

Cualquier tipo de  trastorno, físico y emocional, debe ser atendido desde su aparición. Son señales de desequilibrio entre quien somos y quien actua. Es el conflicto entre lo que se hace, lo que se dice y lo que se siente.

Tarde o temprano, vivir en esta contradicción, en la que gastamos nuestra energía en disimular, reprimir, etc.  crea tensión, frustración y rabia… haciendo mella en nuestro cuerpo físico y mental.

Tomemos conciencia de ello. Hagámonos responsables de nuestra salud. Amémonos más y concedámonos ser  nosotros mismos enteramente… digan lo que digan…