Al nuevo curso de Reiki vendrán personas llenas de expectativas e ilusiones y les hablaré y les transmitiré poder de creer en ellas mismas y fuerza para adentrarse en este nuevo Camino de auto-realización. Les haré contagiarse de las energías que impulsan a expandirse e ir más allá de los límites de la lógica y la razón.
La iniciación que brinda el Reiki; esta energía superior que transmite el maestro como Canal, ayuda a perder el miedo a los cambios y a aumentar la percepción de sí mismos y de la vida. A experimentar y poder visionar el alma palpitando con el Universo.
Reiki ayuda a despertar el ser esencial que existe en cada individuo. A partir de ahí es cuando se comprende la relatividad de las cosas. A partir de ahí; de esa toma de conciencia de uno mismo, es cuando comienza el trabajo de eliminar los sentimientos de culpa, el sufrimiento inútil y toda la carga emocional negativa que no nos deja avanzar.
Con la iniciación al Reiki uno hace una introducción a la intuición; extendiendo y ampliando la comprensión más allá del infinito… y esta es una afirmación cargada de la certeza que proporciona las vivencias personales. Un maestro no habla desde lo aprendido en los libros e información memorizada. Compartimos nuestras experiencias y transmitimos la energía superior que, como Canal, estamos capacitados para transferir. Desde el Poder de la Intención.
Una de las primeras cosas que se enseña en el curso de Reiki es a alinearse con la Naturaleza. Esto quiere decir, conectar mente y corazón, sin oponerse al Plan Divino. No más resistencia a lo que la vida te ofrece. Aprender a fluir. No luchar contra el ser que uno es…
Reiki es una poderosa herramienta de auto-transformación. Cuando aprendemos este gran principio a través del ejercicio de auto-sanación, las dificultades que la vida nos ponga delante, sabremos resolverlas desde una mente clara y un corazón sereno.
A partir de esta primera iniciación y de esta alineación con la Naturaleza sólo queda dedicar cada día unos minutos a conectar mente y alma. Desarrollando así la conciencia de ser, en un proceso de purificación hasta alcanzar la unión con la Conciencia Suprema.