Aunque llevo más de diez años en el campo de la sanación energética sigo sorprendiéndome y maravillándome de cómo trabajan las energías.
Justamente es la mente la que no nos deja «ver» más allá de lo físico y concreto; lo lógico y razonable. Pero es imposible tratar las energías desde la mente… las energías se perciben, se sienten directamente desde nuestro sexto sentido; la intución.
Cada vez que avanzamos en conciencia, se agudiza nuestra intuición y nuestra capacidad de conectar con las energías cósmicas y divinas, adentrándonos en otros planos superiores.
Cuanto más nos vaciamos del ego y refinamos nuestro ser esencial, más capacitados estamos para ser Canal de la Energía Universal.
Mantener alineados nuestros centros energéticos. Tener sincronizados nuestros cuerpos; físico, mental, emocional y espiritual. Estar en conexión; nuestro corazón con el Corazón Colectivo y con el Amor Puro Universal. Todo ello es lo que nos permite elevarnos, como seres humanos y evolucionar.
Reiki, de forma muy sencilla, nos conduce en ese proceso de crecimiento personal y conexión con la Energía Universal.

