Interpretamos las cosas desde nuestra propia experiencia, haciendo diferenciaciones según nuestro nivel de comprensión. Es así, y cuando hablamos de las energías cósmicas sanadoras y transformadoras, generadoras de Conciencia, igualmente las valoramos y reconocemos según nuestro entendimiento. Cada uno profundiza en las cosas según su nivel de inquietud y anhelo por lo que, establecer grados, puede ser también limitante.
Diciendo esto como introducción, quiero hacer una reflexión sobre el Reiki y las diferencias que hacen algunos sobre las intenciones y alcance de este sistema en contraste con otros sistemas energéticos.
Principalmente la intención que tiene el Reiki es el de la auto-sanación a todos los niveles; físico, mental, emocional y espiritualmente. Esto conlleva el conocerse a uno mismo y conectar con el Alma, pudiendo entonces sincronizase con el Alma Universal y Colectiva. Una vez la persona está dentro de este proceso de manejar las energías superiores tiene la posibilidad de sanar y aliviar las dolencias de los demás.
Al desarrollar la Conciencia, en este Camino de unión con la divinidad en uno mismo y con el Universo, se llega al encuentro con el Maestro Interior o Presencia Divina en sí mismo… y a partir de ahí, la posibilidad de seguir evolucionando hasta fundirse en la Conciencia Absoluta.
¿Acaso hay algo más? Yo entiendo que todo sistema, se llame como se llame, que nos guía a sumergirnos en la Conciencia Colectiva o Unicidad con el Todo es válido y perfecto. Luego está los que se quedan a mitad de camino porque tienen ya suficiente o piensan que ahí termina.
Transformar el Reiki en una terapia es quedarse a medias del Camino. Ese es sólo el primer escalón de una escalera ascendente que es infinita. Ya que, experimentar la Presencia Divina dentro de uno mismo, trascender a otros Planos y Dimensiones de vida perennes, conectar con las energías superiores de Amor Puro y sintonizarse con las pulsaciones del Universo, sobrepasan todo lo que nuestra mente pueda imaginar y soñar. Estamos dentro de un proceso evolutivo en el que no podemos saltarnos los escalones…
Si la intención y anhelo de una persona es el de la iluminación o alcanzar la paz interior tanto el Reiki como el Diksha, la Meditación, el Yoga o cualquier acto devocional constante, puede servir como instrumento para alcanzarlo, siempre y cuando la intención y el anhelo sea al cien por cien puro… ya la Divinidad se encargará del resto, para que así sea.